“No hables de tarros en tus crónicas”, pidió en agosto una lectora que cayó en un sincericidio con su actual pareja, nada menos que confesándole un par de infidelidades durante la relación anterior, porque ella no logra resistir cuando su GATA (Gran Amor de Toda la Adolescencia) visita el país.
Para no pecar de deslealtad, le reconocí que el tema estaba en parrilla y su incontinencia verbal no iba a limitarme. Ya antes le había sugerido ser reservada con la nueva pareja, ya que la anterior acabó por su indiscreción, pero insistió en que se sentiría deshonesta si no abría la boca… ¡Como si no hubiera amigas, líneas telefónicas de apoyo y confesionarios en las iglesias para aliviar su alma, en vez de agobiar a quien menos puede ayudarla en esas tribulaciones amoroso-existenciales!
Igual me pidió seis meses para arreglar el asunto, lo que en su argot significaba esperar que el asustado personaje deje de revisarle el Fb, los correos del nauta, los sms y los foros que ella suele leer, donde supuestamente podrían dejarle un recado cifrado para un nuevo encuentro gatuno.
Como le escuché decir a Paco Cabello, un sexólogo español que está escapaísimo en estos asuntos, el sincericidio es un mal sobre todo femenino: los hombres “caen” solo cuando actúan desde su lado más ying, emocional, irracional… Tal vez porque en clave sociocultural nosotras podemos tolerar traiciones y ellos no. ¡A saber por qué, si ambos sentimos las mismas picazones entre el pecho y los muslos!
Si te confiesas infiel a tu pareja necesitas una gran dosis de insensatez (teñida de romanticismo) para esperar borrón y cuenta nueva. Recibir perdón es plausible, incluso lograr que la otra parte entienda tus causas o asuma parte de la responsabilidad. Los casos más “pro” hasta te insinúan cierto permiso para seguir haciéndolo (con disimulo, obvio), pero eso de pedirle indiferencia emocional ante el riesgo de que el hecho se repita… ¡Por favor!
La confianza ciega es un talento difícil de restaurar en cualquier mente humana, incluso la más zen del universo, y no hablo ahora desde libros o charlas de expertos, sino desde la vivencia con y cerca de gente ecuánime, casi budista en su natural tendencia a permanecer centrada ante los premios y apremios de la vida.
Por eso entendí cuando un hombre experimentado me dijo hace algunos años que él jamás confesaba una traición, porque entregar esa certeza es como clavar un bisturí en un corazón infartado. (Y no me la confesó, aun cuando lo cogí de atrás palante con la línea del tiempo de su nuevo amor).
Como soy humana, yo también he caído en esa flaqueza de exigir verdades o en el sincericidio innecesario, y ninguna de esas experiencias salió bien. Ni siquiera fortaleció mi conciencia, porque la honestidad puede rozar el cinismo cuando se actúa bajo la compulsión de querer ser exculpada para seguir haciendo lo que te da la gana.
De pura casualidad me enteré que la gata de mi amiga suele venir en navidad a su barrio natal. Ella tendrá que decidir esta semana qué terreno pisa (o no pisa) y con qué bufanda atará su lengua autoflagelante. El marido es un alma noble, pero no es de hierro, y como la felina seductora no tiene nada que perder, la contención no estará de su parte.
Yo, por si acaso, adelanté mi crónica. Así ustedes le comparten sus consejos y experiencias útiles. Ella no suele escribir por acá, solo lee, pero es tan impulsiva que tal vez se decida a desclasificar emociones. ¡A ver si hablando en el foro deja al pobre hombre disfrutar este fin de año!
Sunny
5/1/20 13:25
Hola!!! Verdaderamente la carne es débil pero cuando se llega al momento en que encuentras a una persona que te llena tanto sexual como espiritualmente debes elegir entre seguir disfrutando de buena "salud mental" o tener un problema de conciencia ( viene despues de poner el tarro) que te lleve al sincericidio. Pero como lo cortéz no quita lo valiente admito que he sido infiel repetidas veces de ahi mi problema de conciencia. Gracias por tan interesantes temas soy seguidora oficial de este maravilloso blog
milo
2/1/20 14:10
mimisma no lograba comentar esta semana, pero envió su "tarea" por el correo, para que yo la subiera... a lo mejor podemos llegar a un acuerdo con cubahora para establecer alternativas en caso de dificultades técnicas, verdad... AQUI VA EL ENVIO:
El amor es el sentimiento más grande pero somos imperfectos y encontrarlo se vuelve escurridizo, yo me conformo con bien poco solo deseo y paz, mi relación con mi esposo duró muchos años, pero muchas veces las salidas se transformaron en un consumir incesante de alcohol , dejó de ser un bebedor social para convertirse en un alcohólico que no había día que se sintiera bien si no probaba su traguito de ron, imagínense todos los días con aquel aliento etílico, fueron muchas las conversaciones sobre esto que tuvimos, pero se jactaba que no se emborrachaba, a la verdad que tenía un aguante descomunal para el alcohol, ¿y quién puede con esto?, nunca se convenció que debía dejar de beber y me cansé, al punto de irme de su casa pero insistió y volví, juró que cambiaría, error, se creyó el rey de mi vida y he ahí que trabajando lejos encontré a esa buena persona que oxigenó mi vida, les juro que lo evité, pero no ví nada de malo en conversar, aceptar una rosa, escuchar música, hasta ahí llegaron las cosas, sólo eso, la relación se volvió imposible, y estando una noche en mi casa no aguanté más y le dije: sigues igual, con tus fallos y no veo ningún cambio en ti, negación completa por parte de él, le hablé sinceramente y…. aún recuerdo los apretones en el cuello, caramba que cuello mas frágil tengo, todo sucedió en un abrir y cerrar de ojos, no veía, mi asfixiaba, y los vecinos pegaos a la pared escuchando calladitos y yo sin respirar ¡ayyy Dios!, pero no podía quitarle la vida al que decía su gran amor, que amor tan asfixiante, es increíble como se les olvida todo en ese momento, hoy me rio, pero…y hasta me dijo: te voy a perdonar, yo te quiero, ¡vaya forma de querer! y le dije que no, no me quieras, no me perdones, pero no te voy a permitir que me saques de este mundo como si me hubieses traído, así que intentalo de nuevo porque te juro que esto terminará mal y sin sobrevivientes, después de mucho dar , se fué destilando rabia, odio y un “deja que te coja con él”, en un tiempo fue una sombra en mi vida, me armé de un spray, practique hasta el cansancio por si me sorprendía, bueno a menos que fuera la mujer Maravilla lo rociaría en un segundo jjjj, hasta afilé tijeras y practiqué yudo por una semana jajaja, no, es mentira, solo les digo que la sinceridad es mala consejera en esos casos, esa fue una lección que aprendí en condiciones extremas, no se lo aconsejo a nadie, ni se atrevan por Dios; hoy disfruto mi vida en paz, sin stress, no como quisiera, pero a mi aire, happy !!Caramba que peso me quité de encima SINCERAMENTE!, pero quedó el trauma de lo vivido, hice rechazo a los collares y los cordoncitos ajustaos al cuello y si sopla un aire frio, ando con bufanda desahogada por si las moscas jjjj; y bien amigos míos, ya el año se acaba, desde aquí les deseo muchas fiestas y Bendiciones para lo que queda de este año que se va, ¡que 2019 señores! muchísima prosperidad para el que comienza, a ti Milo gracias por ayudarme a encontrar en tu blogs el camino para exorcizar los demonios que me atormentan y con este Sincericidio la manera de rectificar errores, cambiar conductas y aprender a ser mejor como ser humano imperfecto que soy, see tomorrow(es así como se escribe)?, disculpen mai inglis jjjjj.
Nico
19/12/19 10:35
Cuál es el "pobre hombre". El que viene de afuera o el que está aquí
Unachik
19/12/19 16:29
Si entendí bien se refiere a su pareja de estos momentos o sea el hombre que esta aquí, que sabe que su mujer le va a ser infiel porque ella no puede controlar ese instinto y él no va a poder hacer nada por evitarlo, a no ser dejarla claro, y ni aun asi va a evitar que ocurra el encuentro entre esos dos., solo que en ese caso ya él no sería un "cornudo conciente", y disculpen la expresión.
Unachik
19/12/19 9:24
Hola antes de comentar me gustaria saber si estos dias la página tuvo algun problema porque estuve intentando comentar y el post no subía, y de veras me extrañó que no hubiera ningun comentario en el tema .
Bueno entrando en materia, no vengo a confesarme, y eso no quiere decir que no haya nada que confesar, simplemente como dice alguien , para confesar una infedilidad me tienen que cojer infraganti, pero si quiero hablar de eso que cuenta Mileyda de la manía de su amiga de confesarle sus "pecadillos" a su pareja, hubo un tiempo de mi vida que hacia eso , me abría de tal manera con mi pareja que no dejaba nada de mi vida anterior que no contara , pero a las malas supe que no todos estan preparados para tanta información, ahora solo cuento lo que es realmente necesario, sabiendo simpre que omitir no es necesariamente mentir, y por mi parte tampoco me gusta saber tanto de la vida pasada de mi pareja, confío en que se me dira lo que yo necesite saber, una información que no aporte ningun beneficio y por el contrario me de dolores de cabeza, no gracias , no la quiero. Saludos y tengan todos feliz año nuevo.
milo
18/12/19 16:23
no crean que es miedo de los foristas, las chicas de cubahora nos explicaron que había problemas técnicos con el sitio y por eso no subían los comentarios. podemos dejar abierto el debate otra semana, a ver si se animan a soltarse
NIKITO
17/12/19 15:06
Yo no dudo que haya infieles patológicos, de esos que comen hasta carroña con tal de alimentar su ego y agregarle rayas al tigre. Pero tampoco creo que exista la fórmula mágica que permita declarar a nuestros cuerpos y almas como territorio libre de infidelidades. Como mismo al más erudito se le va un gazapo, al más puro (y pura) se le escapa una canita al aire. No digo que se trate de un fatalismo sexual, pero pienso que solo hay que estar en el lugar y el momento equivocado para tomar una decisión igualmente errónea, de la cual podemos arrepentirnos a la larga o a la corta, pero arrepentirnos en ambos sentidos, o sea a darnos palos porque bogamos o palos porque no bogamos … y eso nos remitiría a la crónica anterior. El tema tiene mucha tela por donde cortar, porque si somos totalmente honestos, pensar así me pone en condición de igual con mi compañera, pero ya ese es otra historia ... otra historia!!!!.
jo
17/12/19 14:52
Mile, todo parece ser que el tema es tan escabroso y complicado que apenas nos hemos dedicado a leerlo y a sacar nuestras sinceridades solamente con nuestro propio yo.
RONY9
17/12/19 13:56
Amore es ahí la cuestión encontrar la persona que te llene en todos los sentidos, esos es super dificíl encontrarlo, hay quien nunca lo encuentra, es complicado, que cosa en la vida no lo es, pero bueno no estamos excentos de caer en ese tipo de errores mas cuando la carne tiende a ser debíl, eso lo digo sin justificar lo que no tiene justificación, una infidelidad es una traición se mire por donde se mire, no hay justificación, pero bueno que levante la mano el que nunca haya pecado y caído en tentación, seguramente serán muy pocos.
NIKITO
17/12/19 13:44
Nadie para sinceridizarse?????
Legna
18/12/19 11:50
El que empuja no se da golpes...predique con el ejemplo! jajajajaja En lo particular pecaba a menudo de sincericidio, con el tiempo y los años que ya empiezan a sumarse, entendí que hay ciertas cosas que debemos dejar ocultas. A veces para no herir innecesariamente a otras personas y otras porque no es realmente necesario. Ojo...no hablo de mentir descaradamente. Solo omitir cuentos pasados, otras relaciones y cosas que no aportaran nada a la relación actual. Eso sí, jamás se me ocurrió nunca confesar una infidelidad! a mi había que cogerme con las manos en la masa! jajajaja nótese que hablo en pasado. Ya no, hoy veo las cosas diferentes, ni siquiera tendría que ser infiel, cuando algo no cuadre...es BAJANDA!!
NIKITO
18/12/19 14:58
Querida, ya lograste que escribiera, al menos una frase, suave pa que se te dé, jajajajajaja. Sabes q prefiero el bajo perfil a la gran escena y te lo he demostrado con creces en esa especie de confesionario que tenemos armado. Mira que si un cura nos lee, ALABAO!!!!
Amore
16/12/19 16:23
En mi caso he sido infiel en 2 ocasiones, la segunda vez superó todos los límites, de lo cual me arrepiento todos los días de mi vida, pero bueno a veces la carne es débil y no medimos las consecuencias de nuestros actos. Actualmente me propuse no volver a caer en eso, siempre se puede si estás con una persona que te llena en todos los sentidos.
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