Por: Javier Lacort
Durante años, la Inteligencia Artificial ha sido orientada incluso desde sus propios precursores como algo más futurista que actual, a menudo sin demasiados enfoques tangibles en el día a día del usuario final. Ha tenido y tiene usos empresariales, pero quedaban difuminados para el ciudadano de a pie. Este año, las tornas han cambiado.
La llegada de ChatGPT hace unas semanas empezó a cambiar la historia que ya comenzaron a reencauzar GPT-3 de la propia OpenAI hace un tiempo, o DALL·E y otros generadores de imágenes a partir de un texto este mismo año. Y ahora empiezan a llegar las integraciones con aplicaciones que sí utiliza el ciudadano promedio.
PRODUCTIVIDAD PERSONAL VÍA IA
Notion, una aplicación cuya popularidad lleva años ganando enteros por méritos propios, anunció hace unos meses la llegada de Notion AI, una integración en fase alpha y con lista de espera todavía que permite generar todo tipo de textos a partir de unas simples instrucciones. Desde un guión esquematizado hasta un poema, una nota de prensa, la descripción de un puesto de trabajo o un estado para actualizar una red social.
Por supuesto, se basa en GPT-3 combinándolo con instrucciones predefinidas para hacer más simple el uso por parte del usuario. Y aunque no sirva para lograr resultados perfectos con un click, al menos de momento, sí sirve para ayudar en la fase de arranque o en la recopilación de información antes de ponerse manos a la obra.
No hace ni un mes desde que Craft, una aplicación de escritura y gestión de notas vitaminada, orientada especialmente al entorno de Apple (estrenó su aplicación para Windows, pero no para Android y no soporta la web móvil), anunció la llegada de Assistant, un asistente —claro— integrado con algunas opciones por defecto en la misma línea que Notion: traducir texto en varios idiomas, ampliar un texto ya iniciado, generarlo a partir de unas pocas palabras o un titular, suavizar o formalizar el tono de ese texto, etc.
Nuevamente usa GPT-3, y fue liberado a los usuarios muy poco antes del anuncio de ChatGPT, por lo que quizás pierda una parte de su atractivo, sobre todo teniendo en cuenta que limita la cantidad de consultas que se le puede hacer a Assistant.
Así y todo, se ha convertido en una aplicación demasiado importante como para no tenerla en cuenta. Eso sí, no deja demasiado margen para quien quiera tomársela en serio sin pasar por caja: tiene una modalidad gratuita con restricciones que no tardan en aparecer.
En tercer lugar, una aplicación de gestión de tareas de las que lideran su categoría, especialmente por ser multiplataforma y mantener alta la generosidad con los usuarios del plan gratuito, al contrario que Craft: Todoist, una vieja conocida para los entusiastas de la productividad por la que no pasan los años, sino al revés: cada año consigue ser mejor, no solo respecto al año anterior, sino respecto al promedio de su sector.
Aunque para Todoist (o según Todoist) la Inteligencia Artificial llegó hace seis años, su enfoque no tenía demasiado de revolucionario: se limitaba a sugerir fechas de vencimiento en base a nuestros hábitos o la propia configuración de fechas de otras tareas. No está mal, pero tampoco era algo muy espectacular.
Más espectacular, o al menos más funcional e impactante, es una de las integraciones que estrenó recientemente, una suerte de asistente basado en IA que permite tres opciones para cada tarea que añadamos:
- Obtener consejos para completarla
- Convertirlo en un texto más accionable
- Desgranarla en subtareas
Esta última es la más útil. Por ejemplo, una tarea llamada "limpiar la casa" puede detallarse en las siguientes subtareas con un simple click:
- Vaciar los armarios
- Recoger la ropa del suelo
- Pasar la aspiradora
- Limpiar los muebles
- Barrer y fregar el suelo
- Lavar los platos
Que nadie se tome demasiado literal este ejemplo. No solo es que sea cuestionable "vaciar los armarios" como forma de limpieza. O asumir que es normal tener ropa tirada por el suelo. Solo es un ejemplo de comprensión de una solicitud para una acción adicional.
Lo importante es cómo va abriendo espacios hasta ahora ajenos a la IA a ser más fáciles de completar sin esfuerzo ni tiempo. Cuestión aparte es que las tareas o textos generados necesiten de una verificación y unos retoques: ya será un atajo respecto a lo que teníamos hasta ahora.
Aplicaciones más orientadas al apartado visual no solo se pueden beneficiar de DALL·E, Stable Difussion y compañía para la generación de ilustraciones, sino que están sabiendo reconvertirse para explotar al máximo estas capacidades. Es el caso de Canva, habitualmente usada para la generación de imágenes orientadas al marketing o a las redes sociales profesionales, que también integra GPT-3 para generar, además de las imágenes, los copys creativos que las acompañarán en cada red social. Es parte del programa Magic Write.
Hemos llegado hasta aquí con GPT-3 y GPT-3.5. Si finalmente llega GPT-4 en 2023, o tal vez en 2024 a más tardar, se supone que muchas de las limitaciones actuales serán superadas, y las posibilidades serán muchas más, y mucho mejores.
Algunas herramientas corporativas también se van abriendo a GPT-3, como Replier, una solución orientada a empresas para responder de forma automatizada, pero con redacción adecuada y comprensión semántica, las reseñas de clientes en lugares como Uber Eats, Facebook, Shopify, Yelp...
Y falta GPT-4 por llegar
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