En el marco del Encuentro Internacional “Las tecnologías digitales, desafíos y buenas prácticas con y para las infancias y adolescencias”, celebrado en el Instituto Cubano de Investigación Cultural Juan Marinello, fue presentado el juego de mesa Piratas cubanos, una creación original de profesores del Joven Club de Computación y Electrónica de la provincia de Mayabeque.
La propuesta, actualmente en proceso de comercialización, atrajo el interés del público por su combinación única de historia nacional, herramientas tecnológicas y participación infantil.
Concebido como una herramienta educativa, Piratas cubanos se inspira en relatos verídicos sobre los corsarios y filibusteros que surcaron las costas cubanas, muchos de los cuales aparecen documentados en la enciclopedia Ecured, pero son poco conocidos entre las generaciones más jóvenes.
“Habla sobre los piratas que tuvimos nosotros pero que muchas personas no conocen. Nosotros incentivamos a los niños a que busquen sobre estos temas”, explicó el profesor Gester Andrés Pérez González, uno de los desarrolladores del juego.
El profesor Gester Andrés Pérez González, fue uno de los desarrolladores del juego de mesa (Perfil de Facebook MICE Cuba)
Los niños como protagonistas del aprendizaje
El rasgo más distintivo del juego radica en su carácter participativo. Los niños no solo se convierten en jugadores, sino también en piratas protagonistas de su propia aventura, donde deben encontrar un tesoro escondido mientras responden preguntas y ponen a prueba sus conocimientos en materias diversas como las Matemáticas o la Geografía. “Hay un modo donde tienen que entrar con al menos siete preguntas. Cada una son preguntas que ellos mismos crean sobre temas que conocen”, detalló Pérez González.
La estructura abierta del juego permite desarrollar distintas versiones, duelos y desenlaces, manteniendo la atención de niños y adultos.
“Es tan impredecible que nadie sabe qué pasará al final”, comentó el profesor.
La dinámica promueve la exploración, el intercambio de saberes y la creatividad. Cada partida puede cambiar de rumbo por decisiones colectivas o duelos entre equipos.
Los niños aprenden jugando y experimentan la emoción de descubrir algo nuevo.
En palabras del profesor, “el juego fue ideado por los adultos, pero terminado por los niños”, quienes aportaron mejoras en las reglas y las rediseñaron.
De las casas de estudio a los juegos en red
El equipo del Joven Club destaca que Piratas cubanos responde a una visión contemporánea del aprendizaje. En lugar de recurrir a las tradicionales casas de estudio, hoy los niños comparten saberes a través del juego y las plataformas digitales.
“Ya las casas de estudio se hacen digitales, a través de WhatsApp, pero también pueden harcerlas mediante este juego. Se reúnen, comprueban y comparten los conocimientos de una forma diferente”, comentó Pérez González.
En tiempos en que el juego digital domina el ocio infantil, la propuesta reivindica el valor del formato impreso y el contacto cara a cara.
El desarrollador mencionó que, incluso cuando hay limitaciones con el servicio eléctrico o de conectividad, el tablero se convierte en una vía para mantener activa la imaginación y el aprendizaje colectivo. “Cuando no hay corriente, empiezan a ver un mundo nuevo el que pueden crear experiencias”, señaló.
Una historia de piratas cubanos
El libro contiene las reglas del juego e incluye una breve narración introductoria: los jugadores encarnan a los descendientes de antiguos piratas cubanos que, tiempo atrás, escondieron un tesoro para protegerlo de los españoles.
Ahora, los niños deben encontrarlo recreando combates, alianzas y enigmas del pasado.
Esa reconstrucción histórica se convierte en una excusa para rescatar parte de la memoria marítima y cultural del país, con un enfoque accesible, divertido y didáctico.
De Mayabeque a toda Cuba
El juego fue presentado por primera vez durante una feria celebrada en Mayabeque, donde rápidamente atrajo la atención de niños y adultos por igual. “Pusimos el tablero sobre una mesa, la gente llegaba y decía: yo quiero jugar. En veinte minutos ya había un montón de personas alrededor participando”, recordó.
Actualmente, Piratas cubanos continúa su proceso de validación y comercialización. Sus impulsores confían en que pronto llegue a escuelas, hogares y proyectos comunitarios de toda Cuba. Más que un simple juego de mesa, representa una puerta al conocimiento compartido, a la apropiación del patrimonio y a la posibilidad de construir saberes mediante la interacción y la imaginación.

Términos y condiciones
Este sitio se reserva el derecho de la publicación de los comentarios. No se harán visibles aquellos que sean denigrantes, ofensivos, difamatorios, que estén fuera de contexto o atenten contra la dignidad de una persona o grupo social. Recomendamos brevedad en sus planteamientos.