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sábado, 23 de noviembre de 2024

Cuba… ¿un lujo turístico o un turismo de lujo?

Cuba es considerada el mayor destino emergente para el turismo de lujo en 2012...

Carlos Enrique Morales Valido en Exclusivo 06/06/2012
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Campos de golf
El país ha planificado la construcción de 16 campos de golf en varias zonas turísticas..

Los miembros de Virtuoso, una red de 300 agencias especializadas y turoperadores de destinos premium repartidas en 22 países, pusieron el ojo en la Mayor de las Antillas por delante del exotismo de Vietnam, Cambodia, Belice y las Islas Galápagos.

Según los proveedores de Virtuoso, la principal razón para regalarse este año un viaje de lujo es vivir “una experiencia auténtica en un nuevo destino, seguida del descanso y la relajación, el enriquecimiento personal, compartir con la familia o buscar aventura”.

Pero más allá de dicha retórica, que llegado el caso aplica a cualquier modalidad de turismo, el punto es precisamente darse un lujo que quizás muchos puedan permitirse con cierta regularidad, pero que otros quisieran para sí “al menos una vez en la vida”.

Tal es la fortaleza de Vietnam y Cambodia, seguidores de Cuba en el escalafón de Virtuoso: son destinos pintorescos pero quizás para visitarlos una sola vez, por la lejanía y porque, visto lo visto, hay pocos incentivos para regresar a tirar las mismas fotos.

En aquella región la gente prefiere Bangkok o Bali para vacacionar, por las playas y por esa vida nocturna llena de excesos y entretenimientos, precios competitivos y una sólida infraestructura hotelera, a diferencia de quienes apuestan solo por su patrimonio.

Por ejemplo Vietnam, un destino para jóvenes mochileros, veteranos nostálgicos y jubilados en caravana: ahí el circuito se resume a las lomas de Sa Pa, las islas de Halong Bay, el Old Quartier de Hanoi, las reliquias imperiales de Hue y Hoi An, algún que otro paraje natural, miles de pagodas y Saigón porque… bueno, porque es Saigón.

Otro tanto ocurre con Cambodia, donde el complejo de templos khmer en Angkor Watt es una visión única, especial, pero no tanto como para recorrer medio mundo a verla de nuevo. Y por eso, Vietnam y Cambodia quieren desarrollar su turismo de lujo.

Por el contrario, Cuba tiene otras motivaciones e incentivos, no solo para aplicar esta modalidad, sino para sacarle jugo, sobre todo mediante la instalación de campos de golf, el arriendo de mansiones y el desarrollo de marinas para cruceros y yates de lujo.

En primer lugar, su asequible ubicación geográfica y su clima que —y aquí los folletos no exageran— es muy privilegiado. En segundo lugar, la cercanía a Estados Unidos, un mercado con casi 10 000 clubes de golf y tres millones de yatistas, que tendrían en Cuba su destino lógico, si la política anticubana de Washington no lo entorpeciera.

Aún así, la presión interna crece. Por ejemplo, este año Estados Unidos compite con seis yates en el Torneo Hemingway de Pesca de la Aguja, donde persiguen casteros, dorados y marlins por la corriente del Golfo, como antaño hiciera el autor del Viejo y el Mar.

De hecho, el presidente de la Asociación Internacional de Pesca Deportiva, Rob Kramer, valoró el alza de participantes norteños, y lo consideró propicio para un inevitable acercamiento entre ambos países.

UNA APUESTA DIFERENTE

Todo comenzó a finales de 2010, cuando la Asamblea Nacional (Parlamento) de Cuba aprobó la entrada al mercado del golf de alto nivel, y comenzó a trabajar en las bases legales para construir 16 campos en varios puntos.

El ministro de Turismo, Manuel Marrero, informó entonces sobre cuatro proyectos avanzados, que luego trascendió estaban en los enclaves costeros de Jibacoa, Bahía Honda, Varadero y Guardalavaca. De momento, se sabe que hay capital vietnamita, canadiense, británico y español en dichos proyectos, cuya envergadura va más allá de garantizar un campo de 18 hoyos, múltiples hazzards y césped impecablemente verde.

Cada proyecto incluye saunas, canchas, gimnasios, servicios hoteleros, villas, centros comerciales y de esparcimiento, residencias y, sobre todo, personal calificado y abundante. O sea, empleo e infraestructura.

Porque un polo turístico de tales dimensiones requiere una amplia contratación de personal para servicios domésticos, de mantenimiento, operación hotelera, jardinería, seguridad, transporte y tareas especializadas, amén de viviendas cercanas y transporte.

La empresa canadienseStanding Feather International, una de las inversionistas, cree que Cuba puede ser un punto de referencia muy exclusivo para el mercado amante del golf, pese a la dura competencia regional: tan solo en República Dominicana hay 33 campos dedicados a este negocio, más años de experiencia a su favor.

Tal desafío constituye un estímulo para la Mayor de las Antillas, sede de la Copa Montecristo, pues se quiere encumbrar el golf como entretenimiento y se pretende construir campos que cumplan los estándares de campeonato. El nombre del arquitecto canadiense Graham Cooke se baraja para diseñar el curso de Guardalavaca.

Otra muestra del interés de Cuba en explotar el segmento más alto de este mercado fue su participación en la Luxury Travel Fair, cita cumbre de la industria del turismo de lujo, que organizó en Londres la prestigiosa publicación Condé Nast Traveler.

Meliá Cuba promocionó en su stand su oferta de Villas, Garden Villas, Yhi Spas y Servicio Real, máxima expresión de lujo de esta cadena hotelera, concebido para quienes son o quieren sentirse verdaderos VIP (very important person, persona muy importante).

Y hacia ahí marcha Cuba. Quien sabe… va y un día se encuentra al mismísimo Tiger Woods con una cubanísima guayabera, listo para recuperar su chaquetón verde del Masters de Augusta, porque aquí volvió a ser el monstruo del golf mundial…

Quién nos aguanta entonces…


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Carlos Enrique Morales Valido


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