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domingo, 24 de noviembre de 2024

La simbólica y socialística fuerza de un país (+Video)

El meme absurdo de la tiradera no puede con la fuerza de Soberana y Abdala...

José Ángel Téllez Villalón
en Exclusivo 26/03/2021
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Abdala_Candidato Vacunal
Estas vacunas no son fruto de la suerte, sino de la fuerza de un país que ha invertido en la biotecnología y el desarrollo científico.

La  lucha de clases, o más bien su proyección en el campo cultural, puede ser explicada modélicamente como la disputa por producir y  reproducir determinados memes  o memeplexes, de posicionarlos por encima de los generados por el adversario.

Será hegemónico quien consiga viralizar y hacer perdurable sus propios memes, quien logre producir y replicar determinadas unidades mínimas de cultura, con la fidelidad, fecundidad y longevidad que las haga ser asumidas e internalizadas por la mayoría, como enseñanza, sentido común, discurso grupal, sentido de reafirmación, ideolograma….; que conduzcan a la mayoría de los sujetos hacia determinadas orientaciones, posicionamientos y comportamientos sociopolíticos.

Dawkins conceptualizó al “meme” como la unidad mínima de información que se puede transmitir longitudinal u horizontalmente, por aprendizaje; idea que sigue Susan Blackmore, al incluir el vocabulario que utilizamos, las historias que conocemos, las habilidades que hemos adquirido gracias a otros y los juegos que preferimos.

De modo que, no se habrá alcanzado la hegemonía del socialismo, hasta que no predominen chistes socialísticos, que reproduzcan una axiología otra, diametralmente opuesta a la capitalista; donde los individualistas y los vagos sean siempre los ridiculizados; no los pinareños, los “negritos” y los bobos. Mientras  se tarareen, única y fundamentalmente, estribillos onomatopéyicos, y no  canciones con sentidos emancipadores, que cultiven la sensibilidad de los seres humanos y, por tanto, su capacidad de entender al mundo, pese a la recurrente complejidad, que los libere de sus circunstancias, de la prehistoria.

El ciberespacio cubano es el escenario más álgido de esta contienda. Los emprendedores de la comunicación, autotitulados “independientes”, exprimen sus recursos financieros y tecnológicos por posicionar determinados memes; sobre todo, los que movilizan la emoción, los que activan la más reptil de las zonas del cerebro. Sus ventajas radican en el respaldo de poderes imperiales y agencias extranjeras, el acceso a plataformas y servicios de Googlevetados a los periodistas que trabajan desde la isla y, especialmente , por la inmensa ola de memes instaurados por las industrias culturales hegemónicas, sobre los que hacen surfing sus falacias y diatribas.

Unos de los memes más recurrentes por estos días, posicionado en cierto espectro de la Cuba virtual, es el que presenta la disputa “oficialistas–oposición” como una “tiradera” entre músicos, por una parte los que adversan al “régimen” y, por la otra, los que lo apoyan, siempre presentados como falsos y oportunistas. Una competencia entre la propuestas de los doblegados, “Patria y Vida”, y las que ellos han etiquetado como respuestas oficialistas. Meme que se desliza sobre el otro meme que equipara el éxito musical a determinadas métricas, muchos views y likes, criterio mercantilista y no fiable, como explicamos en dos entradas anteriores.

Reactivar esta práctica ha sido parte de la reacción, frente al estreno del tema “La fuerza de un país”. Una canción solicitada a Israel Rojas por uno de los jóvenes de Biocubafarma involucrado en los procesos de nuestros candidatos vacunales e interpretada por Buena Fe, Ronald González y Explotación Rumbera, Changüí Guantánamo y la Banda de Boyeros. Con un arreglo ecléctico, como la cultura nuestra, con trova, rumba y changuí, que hace orgánico el contrapunteo entre lo épico y lo festivo.

El de los NEDependientes, un meme absurdo y mal  intencionado, tuvo la pertinente objeción  del autor del tema:

“Hice #LaFuerzaDeUnPaís para agradecer a los que merecen tanto. No para responder a nadie, ni a nada. No hay ofensiva, ni revancha.

No estaba seguro de contar con la aprobación de nuestro público, siempre tan diverso y exigente. Pero estaba convencido de contar con el rechazo de las plataformas que fomentan odios y el veneno de sietemesinos confesos o agazapados.

Ya empiezo a leer convocatorias para el ataque digital, donde quiera que suene la canción. Enjambre de sordos. Valientes soldados del dislike.

... Pero he visto llorar de emoción a hombres buenos y sabios. He visto a mujeres de ciencia dejarse abrazar por la melodía, vibrar con el guaguancó y sonreír con el changüí. Ví a músicos jóvenes y experimentados sumarse con entusiasmo y total desinterés, a pesar de que la pandemia nos tiene sin trabajar. Nadie pidió un centavo‼

Gracias a los que nos mandan sus abrazos. (Son realmente muy estimulantes). Gracias a los que regalan el amable silencio. (Acepto mi ´toxicidad´sin reproches).

No. No me he vacunado aún. Lo haré cuando me toque”.

Ya lo había golpeado el martes, durante la presentación de “La fuerza de un país” en el live de Buena Fe, junto a las doctoras Belinda Sánchez Ramírez, directora de Inmunobiología del Centro de Inmunología Molecular, y Dagmar García Rivero, directora de Investigaciones del Instituto Finlay; las que dejaran claro que estas vacunas no son fruto de la suerte, sino de la fuerza de un país que ha invertido en la biotecnología y el desarrollo científico, que ha trabajado sin descanso para desarrollarse contra viento y marea, por todos y para el bien de todos. Esa tarde el cantautor expresó:

“La fuerza de un país trasciende una escasez a la que nos han sometido con el bloqueo, con medidas, con desgracias, con persecución a nuestros barcos, con más de doscientas cuarenta y tantas medidas que nos aplicó el gobierno de Trump para reforzar el daño a nuestro país y también trasciende nuestros propios errores, deficiencias, lo que no hemos sido capaces como cubanos de alcanzar. Pero esta, esta sí no nos la quita nadie, esto sí significa que somos capaces”.

Sin dudas, la más contundente respuesta al publicitado panfleto lo ha venido tejiendo nuestro pueblo al defender su Revolución, sobre todo el ejército de batas blancas y de científicos. Evidenciado en la fuerza de un país, resultante de una voluntad política liderada por Fidel y de raigambre martiana. El cantautor solo hizo la lectura pertinente del contexto, codificó, con sus metafórico decir, las significaciones de un resultado trascendente, la concreción de un movimiento histórico, de un devenir que genialmente resumió: “En este frasco/ Ruge un silencio plebeyo/ Como de tropas mambisas/ Prestas al toque a degüello./ En este bulbo/ Humedad de amor bravío/ Baraguá navega eterno/ Por lágrimas de Dos Ríos….”

En sus versos, Rojas también apunta a la ya aludida guerra de símbolos entre David y  Goliat, entre los memes de una u otra orilla política, coexistentes  en la cultura política del archipiélago; cuando plantea: “En este frasco/ se concentran las secuelas/ En vez de erigir casinos/ Ponerse a sembrar escuelas” y “En este bulbo,/ Con evidencias de otredad/ Responde esta tierra libre/ Que patria es humanidad”.

El meme simplificador de la tiradera no podrá contra el acto socialístico  de  salvar vidas con Soberana y con Abdala.


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José Ángel Téllez Villalón

Periodista cultural


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