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jueves, 28 de noviembre de 2024

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Recetas de cocina durante una amigdalitis (+ Video)

Durante una amigdalitis se debe descansar mucho y beber muchos líquidos…

Alberto Jesús Quirantes Hernández
en Exclusivo 20/10/2021
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Caldo de Pollo
El caldo de pollo es un alimento muy bueno para el tratamiento nutricional de la amigdalitis

Se conoce como amigdalitis a una infección de las amígdalas causada por un virus o por algunos tipos de bacterias. Las amígdalas son cuerpos en forma de bultos de tejido situados a ambos lados en la parte posterior de la garganta y colaboran con el sistema inmunitario a preservar al cuerpo de las infecciones. Pero en algunos casos, las infecciones por ellas sufridas son más de lo que pueden manejar y por eso se infectan.

MANIFESTACIONES DE AMIGDALITIS

Las amígdalas inflamadas se aprecian hinchadas y de color rojo, y pueden tener en su superficie puntos blancos o un revestimiento amarillo o blancuzco. Una persona con amigdalitis puede sufrir de dolor de garganta, de leve a intenso, manchas blancas o pus en las amígdalas, ganglios linfáticos inflamados en el cuello, cambios en la voz, fiebre, dolor al tragar y en ocasiones malestar de estómago o dolor de cabeza. Quien tiene síntomas de amigdalitis debe acudir al médico.

CAUSAS DE UNA AMIGDALITIS

La amigdalitis suele ser provocada por un virus como los adenovirus, el virus de la gripe o el virus Epstein-Barr de la mononucleosis. Las bacterias también pueden causar amigdalitis. La más frecuente es el estreptococo del grupo A (faringoamigdalitis estreptocócica). En muy pocos casos, la amigdalitis puede ser causada por otra cosa que no sea una infección.

DIAGNÓSTICO DE AMIGDALITIS

Cuando se acude al médico de asistencia preguntará por los síntomas y examinará la garganta y el cuello. Puede indicar una prueba en el laboratorio de microbiología donde se emplea un hisopo de algodón blando para recolectar una muestra de las amígdalas y de la parte posterior de la garganta para hacer análisis y precisar si es una bacteria la causa de la enfermedad. Es importante para el médico esta información para determinar el tipo de tratamiento. Si tiene faringoamigdalitis estreptocócica, se necesitará un tratamiento con antibióticos para eliminar las bacterias. Eso ayudará a sentirse mejor hasta la total recuperación y prevendrá otros problemas que pueden aparecer si la faringoamigdalitis estreptocócica no recibiera tratamiento.

TRATAMIENTO EN CASO DE AMIGDALITIS

Cuando el médico receta antibióticos se debe observar cuidadosamente sus indicaciones. Hay que completar el tratamiento, aunque desde antes los síntomas desaparezcan y haya una mejoría. De lo contrario, la infección podría volver a reaparecer. Si el resultado del análisis microbiológico de estreptococo es negativo, probablemente la amigdalitis se deba a un virus y los antibióticos no tendrán efectividad.

Al igual que con el resfriado, también causado por un virus, es necesario esperar varios días y dejar que el virus cumpla su ciclo, y mantener solo un tratamiento sintomático. En algunas contadas ocasiones, si una persona tiene muchas crisis de amigdalitis, el médico o un otorrinolaringólogo puede recomendar la amigdalectomía. Se trata de una cirugía para extirpar las amígdalas. La amigdalectomía solía ser un acto quirúrgico frecuente, pero ahora los especialistas recomiendan observar, tratar la crisis y esperar pues las amígdalas grandes con frecuencia se reducen por sí solas con el transcurso del tiempo.

MEJORÍA DE LA AMIGDALITIS

Durante una amigdalitis se debe descansar mucho y beber abundante líquido. Se puede tomar paracetamol o ibuprofeno para aliviar el dolor o las molestias, pero no aspirina ni otros productos que la contengan porque se podría correr el riesgo de desarrollar el síndrome de Reye, una enfermedad que puede tener complicaciones graves. Es preciso en el proceso de recuperación evitar fumar, hablar mucho, cantar o hacer cualquier cosa que pueda irritar la garganta. Son convenientes los alimentos más blandos, como el puré, la gelatina con sabor o los helados.

Quien no tenga ganas de comer debe probar a beber líquidos que contengan calorías, como jugos de fruta, batidos de leche y sopas o caldos de pollo. Aunque se esté tomando antibióticos, en general se podrá regresar a la escuela o al trabajo 24 horas después de haber comenzado a tomarlos, siempre y cuando no se tenga fiebre y se sienta una mejoría. Pero quien aún se sienta débil, cansado o con dolor de garganta, tal vez sea adecuado quedarse en su casa uno o dos días más.

PREVENCIÓN DE LA AMIGDALITIS

Una amigdalitis es contagiosa. Esto significa que se puede infectar de otra persona y, a su vez, una vez que la padecemos, a otras personas. Al estornudar o toser se pueden contagiar los virus o las bacterias que causan amigdalitis de uno a otro individuo. Para protegerse de la amigdalitis o prevenir el contagio de otro sujeto hay que lavarse las manos con frecuencia y de manera adecuada. Si alguna persona de la casa o un amigo tiene amigdalitis, no usar los vasos, tazas, cuchillos, cepillos de dientes u otros utensilios del enfermo. Quien tenga amigdalitis debe mantener sus cosas separadas y no compartirlas con nadie. Tampoco besar a nadie hasta haberse recuperado por completo y comprar un nuevo cepillo de dientes cuando se sientas mejor y ya no contagie.

¿CUÁNDO ES NECESARIO VOLVER A ACUDIR AL MÉDICO?

Acudir al médico inmediatamente si el caso empeora; por ejemplo, si le cuesta respirar o tragar. También se debe volver con el médico quien otra vez tenga fiebre o no se sienta mejor en un par de días.

ALGUNOS ALIMENTOS QUE CALMAN EL DOLOR DE GARGANTA

Cuando se tiene dolor de garganta, amigdalitis o anginas comer puede ser un suplicio. No obstante, hay ciertos alimentos que costará menos tragar, pues incluso pueden ayudar a notar cierta mejoría en los síntomas. El caldo de pollo es ideal para mantener la garganta hidratada y además sentará muy bien. Eso sí, es aconsejable no tomar el caldo demasiado caliente para evitar que se irrite más la garganta. Las cremas y los purés de verduras son un alimento ideal para comer cuando duele la garganta. No solo son fáciles de tragar, sino que además van a nutrir y aportar vitaminas. En cualquier caso, recordar que, al igual que se ha dicho con los caldos, no se deben tomar las cremas de verduras excesivamente calientes para que no duela más al tragar.

Además, un dolor de garganta es la mejor justificación para tomar unas cuantas cucharadas del helado favorito. Las comidas frías ayudan a anestesiar el dolor y lo cremoso del helado aumenta la sensación de bienestar. El plátano por su textura es fácil de tragar y contiene mucha vitamina C que ayudará a recuperarse antes. La col hervida y en un sabroso puré está repleta de antioxidantes, de manera que se puede convertir en un buen aliado contra el dolor de garganta. La zanahoria cocinada, salteada, al vapor o asada, aporta vitamina A al organismo y mejora el sistema inmunitario. El té se trata de un remedio clásico, alivia el malestar y ayuda al cuerpo a combatir las infecciones y también como antiinflamatorio. La miel es un remedio natural y delicioso para combatir el dolor de garganta.

ALIMENTOS A EVITAR CUANDO SE TIENE AMIGDALITIS

Cuando se tiene amigdalitis no es recomendable consumir alimentos y líquidos calientes pues aumentan las molestias, al generar mayor irritación. Se recomiendan comidas y bebidas tibias, a temperatura ambiente o frías.

También es preciso evitar las carnes y los alimentos que no sean fáciles de masticar, pues al tragar ocasionarán muchas molestias. Se debe evadir las comidas demasiado ácidas pues suelen empeorar la inflamación. Evitar frutas cítricas, como naranjas y limones, y alimentos conservados en vinagre. También las comidas sazonadas con picantes como la pimienta, el pimentón, el ají y otros alimentos para elaborar salsas picantes, todos estos son totalmente inadecuados para las anginas. Es necesario excluir el consumo de elementos irritantes y por eso es importante que durante una amigdalitis no se fume ni se tome bebidas alcohólicas pues agravarán los síntomas.

RECETAS DE CALDOS Y CREMAS PARA QUIEN TIENE AMIGDALITIS

El abanico de posibilidades culinarias es muy reducido cuando se tiene dolor de garganta por una amigdalitis. La sensación es que cualquier cosa que la atraviese aumentará las molestias. Por eso hoy ofrecemos recetas de caldos y cremas para su consumo para quien padezca esta afección, siempre recordando que no deben consumirse calientes.

Cómo hacer un caldo de pollo casero

Ingredientes:

-4 carcasas de pollo

-4 alitas de pollo

- 3 litros de agua

-1 papa pequeña

-1 cebolla pequeña

-1 zanahoria

Preparación:

-Las carcasas y las alitas de pollo se colocan en una cazuela grande y se ponen a hervir con 3 litros de agua.

-Cuando lleve hirviendo 45 minutos, aplastar los huesos con una cuchara y agregar las verduras indicadas. Dejar cocinar todo durante otros 45 minutos. Las verduras refrescarán el caldo y aportarán un extra de sabor

-Una vez cocinado, se cuela el caldo para retirar los huesos y se vuelve a poner el caldo a hervir para concentrar el sabor y reducir un poco. Será suficiente con otros 15 minutos a fuego vivo para que los sabores se concentren y se evapore un poco de líquido.

-En la superficie de la cacerola habrá quedado una ligera capa de grasa que se puede retirar, si se desea, de una manera muy sencilla: poner el caldo, cuando se haya enfriado, en frascos y se guardan en el refrigerador durante un par de horas. Así, la grasa quedará arriba y se puede retirar con facilidad porque se solidificará como si fuera mantequilla.

-Cuando se haya retirado la parte sólida de la parte superior, el caldo estará listo para consumir o para congelar. Es recomendable tener siempre un par de frascos de este caldo en el freezer porque viene muy bien para hacer un consomé o una sopa cuando vienen días fríos y porque es una base excelente para guisos y arroces.

-Al sacarlo del frasco y ponerlo en un cazo, el caldo parece una gelatina debido al colágeno que tiene, lo que hace que sea un caldo con cuerpo, de sabor intenso y sin nada de grasa. Obviamente, en cuanto se calienta, queda como un caldo normal y corriente, líquido, dorado y apetecible.

Caldo de pollo casero con fideos

Ingredientes:

-2 carcasas de pollo

-1 pechuga de pollo

-4 muslos de pollo

-½ libra de fideos

-1 cebolla

- 1 papa

-2 zanahorias

-200 gramos de morcilla

-Perejil

-2 hojas de laurel 

-Pizca de sal, opcional

Preparación:

-Para un caldo con un poco de color se comienza dorando la cebolla y una carcasa de pollo. Poner muy poco aceite para que se dore bien.

-Una vez dorado, agregamos los demás ingredientes en la olla de presión, se cubre con agua y se pone a fuego fuerte.

-Para quitarle la espuma al caldo, pues los huesos tienden a soltarla, con la ayuda de una espumadera la retiramos poco a poco.

-Una vez sin espuma se cubre el caldo con la tapa y se deja cocinar en la olla de presión a fuego medio durante 40 minutos, después se cuela.

-Una vez terminada la cocción se separa la mitad del caldo y se agrega un poquito más de agua a la olla, se pone en la candela durante otros 20 minutos con los fideos. Una vez terminada la segunda cocción se mezclan los caldos. Se deja enfriar y se come.

Crema de brócoli y queso

Ingredientes:

-1 cabeza de brócoli

-4 cucharadas de aceite de la mejor calidad posible

-1 cebolla blanca grande

-1 papa grande, pelada y picada

-4 tazas de caldo caliente de pollo o de verduras

-½ taza de nata líquida o crema de leche

-1 ½ taza de queso cheddar rayado

-Pizca de sal, opcional  

Preparación:

-Se pone el aceite en un recipiente apropiado y se agrega la cebolla picada, pochar unos 5 minutos hasta que esté transparente. Añadir la papa picada, remover e incorporar el caldo. Bajar el fuego y cocer 5 minutos a fuego medio.

-Se corta el brócoli en ramilletes pequeños, se agrega al caldo. Bajar el fuego y dejar cocer 5 minutos más. Salpimentar.

-Pasar todo por la batidora hasta que esté suave. Se coloca de nuevo en el fuego, agregando la crema de leche y el queso hasta que se derrita. Rectificar de sal si fuera necesario.

¡No dejar de probar esta crema de brócoli, es increíble de verdad!

Crema de espinacas

Ingredientes:

-500 g de espinacas frescas

-1 cebolla

-1 diente de ajo

-Agua

-100 g de leche en polvo

-Aceite de la mejor calidad posible

-Pizca de sal, opcional 

Preparación:

-Lo primero es pochar la cebolla y el ajo picados en una olla con un poco de aceite. Agregar las espinacas y cubrir con agua. Las espinacas frescas deben hervir unos 5 minutos.

-Una vez hervidas retirar parte del agua de la cocción y batir con la batidora eléctrica, hasta que quede una textura a gusto, más o menos líquida. Si la desea más líquida se debe añadir más agua de la cocción. Para lograr una textura más fina se puede pasar por un colador.

-Añadir la leche en polvo. Probar y salpimentar si es necesario.

-Se le puede añadir queso parmesano rallado por encima o un huevo escalfado ¡estará deliciosa con cualquiera de las opciones!

Crema con calabaza y zanahoria

Ingredientes:

-1 calabaza mediana

-3 zanahorias

-1 papa

-1 cebolla

 -2 dientes de ajo

-Caldo de pollo casero

-Leche en polvo

-Aceite de la mejor calidad posible

-Pizca de sal, opcional

Preparación:

-Se pochan la cebolla y los dientes de ajo en una olla con un chorrito de aceite.

–Se corta la calabaza pelada en pequeños trozos y se añade a la olla junto con las zanahorias peladas y troceadas. Pelar la papa, trocearla e incorporar junto al caldo de pollo.

-Se deja a fuego medio unos 25 a 30 minutos. Cuando las verduras estén hervidas, se pasan por la batidora, añadiendo un par de cucharadas de leche en polvo.

Crema de zanahorias

Ingredientes:

-750 g zanahoria

-200 g papas

-100 g cebolla

-100 g queso

-2 cucharadas de leche en polvo

-Pizca de sal, opcional

Preparación:

-Cortar las zanahorias, papas y cebollas y hervirlas en un litro y cuarto de agua y cuando estén hervidos, separar y pasar por la batidora.

-Una vez batido, añadir el queso, batirlo nuevamente e incorporarle la leche en polvo.

-Darle un pequeño hervor de 5 minutos y servirlo cuando no esté caliente.

Puré de calabaza y garbanzos

Ingredientes:

-1 litro de caldo de verduras

-400 g de garbanzos hervidos

-500 g de calabaza sin cáscara y troceada

-½ cucharadita de pimentón

-½ cucharada sopera de orégano

Preparación:

-Se trocea la calabaza en cuadrados de unos 2-3 centímetros y se sofríe removiendo para evitar que se pegue.

-Añadir el caldo de verduras y tapar se deja hervir durante 15-20 minutos.

-Una vez la calabaza esté blanda se apaga el fuego y se añaden los garbanzos hervidos y el pimentón.

–Batir todo hasta que quede una crema fina, se añade el orégano y se sirve del tiempo.

Puré de calabaza y lentejas

Ingredientes:

-1 taza de lentejas secas

-2 cucharaditas de aceite de la mejor calidad posible

-1 cebolla mediana picada

-2 dientes de ajo finamente picados

-2 tazas de calabaza en cubitos

-1 taza de lentejas secas

-6 tazas de agua

-1 cucharadita de comino molido

Preparación:

-Se saltea en una olla grande con aceite la cebolla durante 5 a 6 minutos, hasta que esté transparente. Añadir el ajo y cocinar 1 minuto. Añadir la calabaza, las lentejas lavadas y el agua.

-Hervir suavemente, cubriéndolas, durante 20 a 25 minutos, o hasta que la calabaza esté suave.

-Se bate todo hasta que quede una crema ligera.

-Se pone de nuevo la crema de calabaza a fuego medio y se añade el comino.

-Se deja refrescar y se le ofrece al enfermo con amigdalitis.

Crema de calabaza y naranja

Ingredientes:

 -½ calabaza

-2 naranjas

-1 papa

-3 zanahorias

-800 ml de caldo de pollo

-Aceite de oliva de la mejor calidad posible

-1 cebolla

-Pizca de sal, opcional

Preparación:

-Se rehoga en una olla con algo de aceite la cebolla cortada en cuartos hasta que quede transparente. Se añade la papa ya troceada, las zanahorias, la calabaza y se rehoga durante unos minutos. Añadir caldo de pollo hasta cubrir las verduras y hervir durante 30 minutos aproximadamente, pero si se hace en la olla de presión será suficiente con 10 minutos.

-Se pelan y trocean las naranjas quitándoles con cuidado la parte blanca porque amarga. Se añaden a las verduras hervidas y se bate bien con la batidora.


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Alberto Jesús Quirantes Hernández

Profesor Consultante y Jefe del Servicio de Endocrinología del Hospital Docente Dr. Salvador Allende en La Habana, Cuba.


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