Muchas personas atraviesan por períodos muy difíciles en sus vidas, situaciones extremas de estrés y adversidad, tales como perder el empleo o la vivienda, sufrir una separación de pareja o familiares queridos o la pérdida de una mimada mascota.
Dar el frente a estas situaciones les provoca a muchos elevados niveles de estrés y una disminución de la satisfacción con la vida que les ha tocado vivir en esos duros momentos.
Pero algunas personas son capaces de adaptarse mejor a la adversidad por disponer de recursos psicológicos y sociales que favorecen la adaptación positiva al estrés y a diversos contratiempos.
RECURSOS SALVADORES
No obstante los efectos negativos de la indeseable situación, ellos pueden ser atenuados o eliminados mediante determinados recursos y habilidades adquiridos o mejorados en el transcurso de la vida. Esto permite una adaptación positiva a las situaciones estresantes.
Entre ellos se encuentra el autocontrol, la autoestima, el optimismo y la aceptación de la realidad.
AUTOCONTROL
Es la convicción de que podemos influir y evolucionar a nuestro favor los acontecimientos vivenciados a través de nuestras acciones y de los pensamientos de nuestras mentes. Y es un primer y muy significativo recurso para modelar nuestras vidas y amortiguar el estrés. Porque aquello ocurrido casi nunca es casual, ajeno a nuestra manera de ser o a nuestro comportamiento y puede ser solo una consecuencia del conocido “efecto mariposa”.
Esto quiere decir que una pequeña perturbación inicial, una buena o mala selección inicial de acciones, mediante un proceso de amplificación, podrá generar un efecto considerablemente grande a mediano o corto plazo, hacia un lado o hacia otro.
Esta interrelación de causa-efecto se da en todos los eventos de la vida. Un pequeño cambio puede generar grandes resultados o dicho hipotéticamente: “el aleteo de una mariposa en Londres puede desatar una tormenta en Hong Kong”.
AUTOESTIMA
Tener una autoestima alta equivale a sentirse confiadamente apto para la vida. Es un concepto emocional y subjetivo incorporado en un recorrido exitoso de la existencia y nos permite apreciarnos a nosotros mismos y sentirnos competentes y valiosos.
Haber sabido encauzar con tiempo nuestro destino es un valioso recurso ante el estrés.
OPTIMISMO
El término optimismo surge del latín “optimum”: “lo mejor”. Es el convencimiento de que las cosas marcharán bien a pesar de los contratiempos. Es una actitud que impide caer en la apatía, la desesperación o la depresión frente a las adversidades. Y se opone al concepto filosófico de pesimismo.
ACEPTACIÓN
No se trata de una aceptación pasiva, de resignación o de derrota consumada. Sino de una aceptación profunda, genuina, objetiva y real de cómo han sucedido los hechos.
El hecho de aceptarlos en su verdadera dimensión implica una conquista moral y de entereza y es una forma de comenzar a superarlos, revirtiendo el estrés y las adversidades a nuestro favor.
A lo anterior puede añadirse el apoyo de la red social que nos rodea, compuesta de familiares, amigos y consejeros.
UN CONJUNTO TRIUNFADOR
Todo este entramado social y psicológico actúa de forma conjunta y funciona como un escudo contra el profundo malestar emocional provocado por la adversidad.
Mantener la sensación de control puede favorecer que las personas se fijen metas y realicen acciones para conseguirlas. Conservar una actitud optimista con elevada autoestima y saber también cuándo aceptar positivamente los hechos que son inevitables, permite mantener el equilibrio emocional reforzado por las relaciones personales de signo positivo y de recuperación del bienestar emocional.
Dominar el estrés y mantener la serenidad es la mejor manera de comenzar a revertir las situaciones a nuestro favor.
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