¿Cómo mejorar la Salud Bucal?

El pasado sábado 20 de marzo fue celebrado el Día Mundial de la Salud Bucal. Tiene como objetivo capacitar a todas las personas con los conocimientos, las herramientas y la confianza para garantizarles una buena salud bucal.

De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS) las enfermedades bucodentales afectan a la mitad de la población mundial, alrededor de tres mil 500 millones de personas.

Estas enfermedades son un problema de salud importante para muchos países y afectan de manera negativa a las personas a lo largo de sus vidas. Provocan dolor e incomodidad, aislamiento social y pérdida de la confianza en uno mismo, y a menudo se vinculan con otros problemas de salud graves. Y, sin embargo, no existe una sola razón para sufrir pues la mayoría de las afecciones de la boca pueden ser prevenidas en gran medida o se pueden tratar adecuadamente en sus primeras etapas. 

LA CAMPAÑA DE ESTE AÑO

Este día se dirige a todos los individuos para tomar medidas personales, así como a escuelas y grupos de jóvenes para ofrecer actividades de aprendizaje sobre salud bucal, a profesionales de la salud bucal y a la comunidad de atención médica en general para educar a las poblaciones a las que sirven y a gobiernos y legisladores para promover una mejor salud bucal para todos.

LA PANDEMIA TAMBIÉN ES LA CULPABLE

Pasado un año desde el pasado sábado 20 de marzo después de la aparición de la pandemia, los consejeros y miembros de la Federación Dental Internacional (FDI), que representa a más de un millón de dentistas en todo el mundo, declaran que están viendo de primera mano las catastróficas secuelas del virus en la salud de los dientes y encías de las personas en las consultas dentales de todo el mundo.

Durante la primera ola del brote de COVID-19, las consultas dentales de prácticamente todo el mundo se vieron obligadas a cerrar y durante dos o tres meses y todas las citas dentales tuvieron que posponerse o cancelarse, excepto para los tratamientos de emergencia urgentes.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) informó que los servicios de salud bucal se hallaron entre aquellos esenciales más afectados debido a la pandemia de COVID-19, y el 77 % de los países informaron una interrupción parcial o total.

AUN HAY MIEDOS

Hoy en día, los estomatólogos se enfrentan a las consecuencias de un año de cuidados y tratamientos dentales interrumpidos. Muchos pacientes de alto riesgo tienen miedo de infectarse con COVID-19, posponen sus citas, han evadido los chequeos de rutina y solo acuden a la consulta de estomatología cuando sienten un dolor extremo por haber desarrollado caries dentales bastante avanzada. La recomendación a este tipo de pacientes de alto riesgo es que se realicen un chequeo dental cada tres a seis meses, pero muchos han esperado de nueve meses a un año, o más, entre citas. También aparecen casos de graves e intensos dolores de muelas y otras complicaciones que han necesitado tratamientos más complejos como extracciones en algunos casos y tratamientos de endodoncia en otros.

Durante esta inoportuna pandemia, los pacientes de alto riesgo han presentado la tendencia a desarrollar más de un problema bucodental, a menudo con tres o cuatro al mismo tiempo, pues han pasado demasiado tiempo sin un chequeo. Los problemas suelen incluir caries y enfermedades de las encías. Las caries dentales que podrían haber sido tratadas con una simple restauración ahora han pasado a la etapa de periodontitis apical y abscesos, que requieren un tratamiento más sofisticado. Los pacientes deben dejar de lado sus miedos y no posponer el tratamiento dental de rutina básica, pues una de las consecuencias más calamitosas de la pandemia es que los problemas de salud bucal que no se consideraron urgentes durante la enfermedad, se volvieron urgentes después de tener que esperar varios meses para buscar tratamiento, según la presidenta de la Federación Odontológica Colombiana y concejal de la FDI.

TOMA DE MEDIDAS PREVENTIVAS 

La morbilidad por enfermedades bucodentales puede reducirse mediante acciones preventivas dirigidas a controlar o evitar los factores de riesgo más comunes. Entre esas intervenciones se encuentra el consumo de una dieta equilibrada baja en azúcares libres y donde se incluya incluyan muchas frutas y hortalizas y en la que la bebida principal sea el agua, la interrupción del consumo de tabaco en todas sus formas y también la de bebidas alcohólicas,

el fomento del uso de equipo de protección dental para la práctica de deportes y los desplazamientos en bicicletas y motocicletas con el fin de reducir el riesgo de traumatismos faciales y la exposición suficiente al flúor como factor esencial en la prevención de la caries, pudiéndose obtener un nivel óptimo de flúor a través de diversas fuentes, entre ellas el agua potable, la sal, la leche y pasta de dientes fluoradas, realizándose el cepillado con dentífrico fluorado por lo menos dos veces al día.

NADA DE MIEDOS

Las personas no deben tener miedo de visitar al dentista si tienen la oportunidad de hacerlo pues salvaguardar la salud bucal es de suma importancia para garantizar la salud general, el bienestar y una buena calidad de vida.

Hagamos bueno para este año el lema oficial de la campaña lanzada por la Federación Dental Internacional (FDI), y que se mantendrá para el periodo 2021-2023, y que dice: "Siéntase orgulloso de su boca".