Se considera el envejecimiento como ideal cuando con el paso de los años no se padecen enfermedades crónicas y hay elevado desempeño en las habilidades físicas y mentales.
La forma de alimentarse juega un papel fundamental. La llamada “dieta occidental” compuesta de alimentos refinados como granos y azúcar, lácteos ricos en grasa animal, carne roja y procesada, así como alimentos fritos y dulces, es una deplorable protagonista.
Los consumidores habituales de este tipo de alimentación pudieran no disfrutar de un envejecimiento ideal por no poseer una buena salud y tener un mayor riesgo de fallecimiento prematuro.
UNA REVELADORA INVESTIGACIÓN
Se realizó una investigación en el Reino Unido donde se incluyeron cerca de 3 800 hombres y 1 600 mujeres con una edad promedio de 51 años, a quienes se les realizó un seguimiento durante veinticuatro años.
Según la investigación, publicada en la revista The American Journal of Medicine, al final del estudio un 4% presentó un envejecimiento ideal. Entre ellos predominaron aquellos no consumidores de la “dieta occidental”.
Su alimentación se basó en un elevado consumo de vegetales como frutas, verduras, legumbres, frutos secos, pan y otros cereales, casi todos integrales; así como grasas vegetales, preferentemente el aceite de oliva, y entre las carnes sobre todo el pescado. Esta forma de comer se conoce con el nombre de “dieta mediterránea”.
De los restantes, un 73% del grupo había experimentado un envejecimiento normal, el 13% sufrió una enfermedad cardiovascular sin fallecimiento y el 3% murió por enfermedades vinculadas con el corazón; y los restantes por otras razones.
Quienes siguieron una dieta occidental tuvieron menos probabilidades de disfrutar de un envejecimiento ideal.
PARA LLEGAR A MUY VIEJO
Con esto se demuestra que seguir un patrón alimentario saludable es de utilidad para disminuir las posibilidades de un envejecimiento poco feliz, pues evitar los alimentos de la “dieta occidental” conlleva a mejorar las probabilidades de alcanzar más años sin enfermedades crónicas y un elevado nivel de funcionalidad.
La “dieta mediterránea”, llamada así por ser practicada por los habitantes de los países de la cuenca mediterránea, se ha demostrado favorecedora de una baja incidencia de enfermedades cardiovasculares, propicia una mayor esperanza de vida, influye favorablemente sobre la composición de la membrana celular, fortaleciéndola ante agresiones cancerígenas, disminuye el daño cognitivo leve y la progresión a la enfermedad de Alzheimer.
EL GRAN TOTAL
Además de la dieta saludable, también los estímulos sociales positivos, la salud psíquica y espiritual, la actividad física, la ausencia de perniciosas adiciones y otros estilos de vida “rejuvenecedores” son capaces de mantener en excelente forma un cuerpo y una mente, incluso en los mayores de los 80, 90 ó 100 años.
Por lo tanto, nunca es ni temprano ni tarde para comenzar esta batalla por nosotros mismos.
Carmen
5/7/13 9:43
Estoy de acuerdo con los consejos, pero seria muy favorable que pusiera la 'Dieta occidental', osea que la pusiera de manera accesible, porque los que no tenemos acceso a sitios internacionales no la podemos ver. Saludos
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