sábado, 21 de septiembre de 2024

La importancia de las buenas relaciones sociales

Las amistades y actividades saludables desempeñan funciones protectoras...

Alberto Jesús Quirantes Hernández
en Exclusivo 02/12/2019
3 comentarios
Lenguaje extraverbal
Ya fuera de la familia necesitan formar otras conexiones sociales, como son las amistades saludables

Las sólidas y saludables relaciones sociales son importantes durante toda la vida de una persona. Tanto con familiares, amistades, pareja, colegas, etc.; todas están vinculadas con el bienestar social, económico, emocional y mental. Quien las cultiva y mantiene se siente confortablemente protegido cada día de su vida; mientras más variadas mejor aún, pues ayudan a vivir sin estrés y eso es una buena protección para el corazón y facilita una vida saludable y prolongada.

Aquellos que cultivan las buenas relaciones sociales se sienten bien consigo mismos y con los demás, hablan con seguridad sobre sí mismos, escuchan y se hacen escuchar y se sienten adecuadamente valorados.

De la otra parte, ha sido demostrado que quienes viven en soledad y aislamiento social sufren de más mala salud, depresión y mayores probabilidades de enfermedades y de fallecimientos en edades tempranas.

LA BUENAS RELACIONES SOCIALES SE APRENDEN EN LA NIÑEZ

Desde los primeros años se aprenden las habilidades necesarias para formar y mantener buenas relaciones con todas las personas. Aunque a cualquier edad pueden aprenderse formas de mejorar esas relaciones, pero siempre que la persona interesada se dé cuenta de la necesidad de un cambio en su forma de ser.

DIFERENTES TIPOS DE RELACIONES

En todas las relaciones hay variación, oscilan desde las buenas, siempre basadas en una perspectiva de respeto mutuo, hasta las evidentemente abusivas. Cualquiera tiene el derecho de reconocer, neutralizar o eliminar las relaciones en su entorno donde no se sienta bien o les haga sentirse desvalorizados.

Se pudiera no estar de acuerdo con alguien, pero las divergencias no deben utilizarse en ataques personales. En una relación armoniosa se pudiera no coincidir sobre determinados asuntos, pero eso no es motivo para lastimar a los demás cuando se necesita tomar en colectivo y en santa paz las mejores decisiones.

Sin embargo, hay quienes utilizan sus relaciones de poder, tanto en el ambiente laboral como en el hogareño u otros, para constantemente estar rebajando o abusando de la otra parte. Sencillamente, están labrando su propio aislamiento.

LOS ORÍGENES DE LA CONDUCTA ABUSIVA

Quien desde pequeño creció y se desarrolló en una familia con abusos, le es difícil como adulto identificar lo justo, armonioso y saludable. Para ellos es algo normal y, por supuesto, recibirá fuertes y dolorosos golpes de rebote, pues no todos se dejan poner el pie encima.

Hay varios tipos de abuso: incluyen el físico, sexual, verbal o emocional. Herir con palabras es una forma de abuso verbal o emocional.

Cuando una relación es no saludable o abusiva existe quien dice sentirse mal o humillado por algo hecho o dicho por parte del abusado. Al rebajarse provoca una subestimación de la otra parte y así logra mantenerlo bajo su control.

ABUSO EN LAS RELACIONES DE PAREJA

Estos casos se conocen con el nombre de violencia doméstica o de pareja e implica un patrón de conducta con el fin de mantener el poder y el control sobre alguien con quien se está casado o se convive, y se repite una y otra vez.

PROTECCIÓN APRENDIDA

Existen determinados factores capaces de evitar que las personas establezcan relaciones no saludables a lo largo de su vida y comienza desde etapas tempranas de la vida con el ejemplo familiar.

La relación emocional de un niño con sus padres tiene efectos duraderos sobre la capacidad de desarrollar en el futuro relaciones sanas, pues los ayuda a desarrollar relaciones positivas y previene los comportamientos antisociales, solo capaces de dañar al ejecutor.

Los padres son quienes deben entrenar a los niños a aprender a escuchar, establecer límites apropiados y resolver conflictos; enseñar con el ejemplo a cómo considerar los sentimientos de las otras personas y cómo actuar para beneficiar a los demás y, de paso, beneficiarse a sí mismos en el camino de la vida, siempre de doble dirección.

Ya fuera de la familia necesitan formar otras conexiones sociales, como son las amistades saludables; ellas disminuyen o eliminan el riesgo de angustiarse emocionalmente y facilitan un camino siempre en ascenso con nuevas relaciones cada vez más positivas. Las amistades y actividades saludables en la vida futura desempeñan buenas funciones protectoras.

UN BUEN COMIENZO PARA UN BUEN FINAL

Tener relaciones sanas con los demás comienza por quererse a sí mismo, conociendo lo que le genera felicidad y tratándose bien. Así aprenderá que usted merece ser tratado bien por los otros, claro, siempre que con su conducta y una vida siempre en ascenso y nunca estancada se lo haya ganado.


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Alberto Jesús Quirantes Hernández

Profesor Consultante y Jefe del Servicio de Endocrinología del Hospital Docente Dr. Salvador Allende en La Habana, Cuba.

Se han publicado 3 comentarios


Pepita
 4/12/19 10:52

De niña y adolescente preferí siempre estar sola que en grande enjambres de personas, muchos menos estar dando besos a diestra y siniestra (eso aún lo mantengo pero lo controlo). Prefería y disfrutaba del silencio aunque siempre mantuve amigos cercanos, con el tiempo me di cuenta que es completamente necesario crear relaciones sociales, conocer nuevas personas, conversar, explicar, no irse con el primer NO recibido, muchas veces todo se resuelve exponiendo tu punto de vista o tu problema, mi primera hija me hizo cambiar, cuando la tuve me di cuenta  que no podía permanecer solo escuchando. En cuanto vi el título del artículo decidí entrar porque realmente ya conocí la importancia de las buenas relaciones sociales.

Leti
 2/12/19 18:35

Me sumo a esa opinión. Un tema a veces dfícil pero ahora muy bien tratado y esclareciendo muchos detalle.

Lele
 2/12/19 14:33

Buen artìculo para un buen aprendizaje de cómo desarrollarse en el camino de la vida

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