Un hábito, bueno o malo, no es innato. Es aprendido en base a la repetición regular de un comportamiento donde no se requiere gran raciocinio o ninguno.
Para su formación, es necesaria su práctica en varias ocasiones y, de esta manera, el cuerpo y la mente se acostumbran a este hecho.
Las discapacidades derivadas de malos hábitos comprenden deficiencias físicas, intelectuales, mentales o sensoriales, se presentan en muchas personas y pueden interferir con su plena y real participación en igualdad de condiciones en el grupo social al cual pertenecen.
LOS HÁBITOS MALOS
Existen hábitos malsanos como el sedentarismo, el consumo habitual de una alimentación inadecuada o la adicción al tabaquismo, conducentes a discapacidades instaladas en variables períodos de tiempo.
Y cuanto más dañinos sean, mayores probabilidades existirán de diferentes problemas e impedirán o dificultarán realizar las labores diarias necesarias para vivir de manera independiente.
Esto fue demostrado en una investigación realizada en casi 4,000 personas de más de 65 años en Dijon, Francia, por el Instituto Nacional de Salud e Investigación Médica de ese país.
MOTIVOS DE VIDA
Para precisar niveles de discapacidad, fueron exploradas diversos tipos de gestiones personales como el uso adecuado de un teléfono, el manejo del dinero y de los medicamentos personales, caminar, subir escaleras, realizar tareas del hogar, efectuar compras, utilizar el transporte público o privado, así como actividades de cuidado personal como bañarse o vestirse.
Todos los participantes fueron entrevistados en relación con sus estilos de vida, tales como la calidad de la alimentación diaria, el nivel de actividades físicas y si fumaban. A todos se les realizó un seguimiento durante 12 años consecutivos.
Al finalizar este tiempo, el 31% de los participantes desarrollaron alguna discapacidad dentro de los de mayor edad y con un menor nivel educativo.
HÁBITOS NOCIVOS
Según la investigación, publicada en la revista British Medical Journal, aquellos con bajos o medianos niveles de actividades físicas como entidad independiente presentaron un 72 por ciento de riesgo más elevado de presentar alguna discapacidad, aun sin considerar la presencia de otros hábitos discapacitantes.
Un riesgo de un 26 por ciento más elevado de discapacidades fue encontrado entre quienes fumaban o habían abandonado la adicción muy recientemente, y un 24% en aquellos que escasamente consumían frutas y verduras menos de una vez al día.
Las personas con estos tres tipos de comportamiento combinados presentaron el doble de probabilidades de desarrollar alguna de las discapacidades mencionadas.
LAS MÁS FRECUENTES Y LO MÁS INTELIGENTE
Aproximadamente en la tercera parte de los casos, sus discapacidades fueron por el excesivo peso corporal, el deterioro mental, la depresión, así como por enfermedades crónicas como las cardiovasculares.
La falta de actividad física, una alimentación inadecuada y el tabaquismo se relacionaron con mayores probabilidades y un mayor peligro de diferentes tipos de discapacidades.
Pero las personas interesadas pueden revertir este tipo de inapropiadas conductas.
Solo se trata de sustituir las costumbres indeseables por otra nuevas y saludables. Y repetir el nuevo comportamiento una y otra vez hasta volverlo agradable.
Y por supuesto, no puede faltar el agradecimiento de sentirse con tan mejorada salud.
Phantom
11/9/13 11:01
En el trancurso de la vida se adquieren muchos hábitos que en ocasiones son perjudiciales para uno y para la sociedad como es el citado tabaquismo, las malas conductas sociales, las ofensas, el maltrato, la violencia, la mala alimentación. Siempre debemos tener cuenta que muchas de ellas pueden derivar de la crianza, el estilo de vida y de la propia situación económica o social en que se encuentre dicha familia. Lo más díficil de esto no es hablarlo, explicarlo o adquirirlo sino lograr eliminar el mal hábito que nos afecta, ahi pienso que radica el principal problema. También debemos precisar que todas ellas siempre se adquieren en nuestra juventud la etapa más díficil y complicada para un ser humano donde somos como una esponja donde muy pocas cosas buenas recojemos y tantas malas se nos avecinan. Es aquí donde la familia juega un papel imprescindible. Muy bueno este artículo quizas las personas comprendan lo malo de estos hábitos y que es mejor evitar que tener que lamenta.
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