Otras poderosas razones para dejar de fumar además de la salud

El tabaco perjudica a la salud. Todo el mundo lo sabe y aun así muchas personas en nuestro país y en el mundo entero continúan fumando. Hay exitosos consejos para ayudar a dejar el tabaco y mantener la decisión de hacerlo definitivamente que no son conocidas por todos los fumadores actuales. Pero existen cinco poderosas razones más para eliminar radicalmente tan siniestra adicción aun sin los exitosos consejos.

LA PRINCIPAL RAZÓN

La principal es que, si fumas, tu hijo va a fumar. El fumador puede no querer su salud y hasta su propia vida; o ser un(a) ingenuo(a) iluso(a) o un(a) idiota feliz confiado en una suerte inexistente para él o ella, pero no querer salvaguardar la de sus hijos ya es el colmo de los colmos. Es algo despiadado.

Con la adicción al tabaco hay que enfrentarse a una triple dependencia. Por un lado, está la dependencia física a la nicotina, que es lo que engancha a la gente incauta, sobre todo jóvenes inexpertos, pues cuando se fuma esta sustancia provoca una serie de efectos en el cerebro y produce relajación y placer, entre otros; al bajar el nivel de nicotina el cuerpo pide más.

En segundo lugar, hay una dependencia psicológica. Relacionamos tomar un café con fumar, concentrarnos con encender un cigarrillo, hablar por teléfono mientras das unas cachadas, etc. Todo esto crea una dependencia psicológica refleja.

Por último, tenemos la dependencia social. El tabaco significa fumar dentro de una normativa social. Y en ese contexto la familia desempeña un papel importante. Pero si los niños ven que sus padres no fuman, entienden que lo normal es no fumar y viceversa. Cuando fuman los mayores, los niños y jóvenes que fuman lo hacen porque piensan que lo normal es fumar. Esa concepción de fumar se justifica porque si los padres fuman la probabilidad de que los hijos fumen será mayor.

UN SUSTANCIOSO AHORRO MONETARIO ES RAZÓN PODEROSA

Los gastos pagados totalmente por el tabaco no consumido son pues una de las cosas más motivadoras que hay para dejar de fumar; o sea, el dinero que se puede ahorrar a lo largo del tiempo. Si una persona gasta doce pesos (0.60 cuc) al día en una caja de cigarros, eso equivale a 360 pesos (18 cuc) al mes y aproximadamente 4,320 pesos (216 cuc) al año. En 10 años sin fumar el ahorro sería de 43,200 pesos (2,160 cuc). ¡Con tan solo un poco de capacidad ahorrativa y depositando diariamente en una alcancía el importe de una caja de cigarros y mensualmente en el banco, imagine las compras a sus hijos, las vacaciones que se podrían hacer o los imprevistos que se podrían afrontar con ese dinero al que se le sumarían los intereses bancarios!

HUMO DE TERCERA MANO, RAZÓN CONTRA EL ENEMIGO DE TODA LA FAMILIA

El humo de tercera mano o el humo de tercera generación se trata del humo del tabaco que queda en los lugares en los que se ha fumado. Este va dejando partículas de nicotina que se depositan en alfombras, en muebles, en la ropa y otras superficies. El problema es que esas micropartículas reaccionan con el ozono y es igual de perjudicial que el humo ambiental. Estas partículas pueden quedarse durante horas en las superficies permitiendo su entrada en los pulmones de cualquiera, aunque no haya nadie fumando, ni se vea el humo por ningún lado.

Muchas personas mueren al año por la exposición al humo del tabaco de segunda o tercera mano. Estas muertes están relacionadas con el cáncer de pulmón, problemas respiratorios en los niños, infecciones de asma, otitis, etc.

ENGAÑO INDUSTRIAL

Los cigarros bajos en nicotina o con filtro no reducen el riesgo de enfermedad. Aunque la industria del tabaco ha intentado desde hace años hacer más atractivos los productos, creando, por ejemplo, los cigarros light, con filtro o los bajos en nicotina o alquitrán, ya no podrá utilizarse como incitación para animar a la gente a fumar. Eso no es cierto y no sirve para nada y se ha dicho oficialmente. Es igual de perjudicial para la salud.

AUNQUE SE FUME MENOS EL DAÑO ES IGUAL

Otra razón es que la nicotina es igual de perjudicial independientemente de la cantidad que se fume. Se considera fumador aquel que ha fumado un cigarrillo al día en el último mes, según la definición de la Organización Mundial de la Salud. Esa nicotina está presente en todos los cigarrillos, sin embargo, hay quienes consideran cándidamente que, si fuman esporádicamente o sólo un cigarro al día, el impacto que tendrá esta sustancia sobre la salud no será tan perjudicial.

Esta creencia ya está desmentida por la ciencia y ha demostrado que el riesgo de tener un problema de salud sigue siendo alto. Si una persona fuma tres cajas de cigarros al día el riesgo de tener cáncer de pulmón será mucho mayor que si fuma medio paquete; pero con respecto a otras enfermedades, como las relacionadas con el corazón como las anginas o infartos, el nivel de exposición hace que sea igual de peligroso fumar un cigarro que una cajetilla.