Obesidad y sobrepeso: Recientes avances en su tratamiento 

El sobrepeso y la obesidad son definidos como una anormal acumulación exagerada de grasa que pudiera ser dañina para la salud.

El índice de masa corporal (IMC) es un indicador sencillo de la relación entre la talla y el peso que se emplea comúnmente para identificar la obesidad y el sobrepeso en los adultos. Se estima dividiendo el peso de un individuo en kilos por su talla al cuadrado en metros (kg/m2).

A nivel internacional, la obesidad y el sobrepeso están relacionados con un mayor número de muertes que la deficiencia ponderal. Usualmente, hay más personas obesas que con peso por debajo de lo normal.

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CAUSA DEL SOBREPESO Y LA OBESIDAD

La causa principal la obesidad y del sobrepeso es un desbalance energético entre calorías gastadas y consumidas.

Frecuentemente las variabilidades en los hábitos de actividad física y alimentarios son resultado de cambios sociales y ambientales asociados a la falta de políticas de apoyo en sectores como la salud y al desarrollo, la agricultura, el transporte, la planificación urbana, el medio ambiente, y el procesamiento, distribución y comercialización de alimentos, y a la educación.

FRECUENTES SECUELAS DEL SOBREPESO Y LA OBESIDAD EN RELACIÓN A LA SALUD

Un IMC aumentado es un factor importante de peligro de enfermedades no transmisibles, como las siguientes: las enfermedades cardiovasculares principalmente los accidentes cerebrovasculares y las cardiopatías, que fueron la principal causa de muertes en 2012, los trastornos del aparato locomotor, en especial la osteoartritis, una enfermedad degenerativa de las articulaciones muy discapacitante, la diabetes y algunos cánceres como los de endometrio, ovarios, mama, hígado, próstata, riñones, vesícula biliar y colon.

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PARA REDUCIR EL SOBREPESO Y LA OBESIDAD

La obesidad y el sobrepeso, así como las enfermedades no transmisibles relacionadas, pueden prevenirse en su mayor parte. Son esenciales comunidades favorables y unos entornos y que permitan ser capaces de influir en las selecciones de las personas, de manera que la opción más sencilla sea la más saludable en materia de alimentos y actividad física periódica, como resultado prevenir la obesidad y el sobrepeso.

En el plano personal, las personas pueden optar por limitar la ingesta energética provenientes de azúcares y la cantidad de grasa total; incrementar el consumo de verduras y frutas, así como de cereales integrales, legumbres y frutos secos; y efectuar una periódica actividad física.

RECIENTES AVANCES

El primer punto esencial en el tratamiento de la obesidad es aceptarla como una enfermedad. En todo el planeta, las personas acostumbramn a pensar que la obesidad es una opción de estilo de vida. Al aceptar esta creencia o este punto de vista, sencillamente achacan a la persona que vive con obesidad que comen demasiado o son vagos. Estiman que el estar obesos solo es culpa suya. Por eso, tratar a la obesidad como una enfermedad ha logrado transmitir el mensaje de que es un trastorno fisiológico. No se debe culpar a las personas que tienen obesidad por ello. Sencillamente tienen una enfermedad, como asma, diabetes o insuficiencia cardíaca congestiva pues poseen un trastorno fisiológico. Algunos de los trastornos es posible demostrarlos, otros no se conocen bien todavía, pero la obesidad sí es una enfermedad, no una selección de estilo de vida. Ya hay muchos países que se muestran de acuerdo de que la obesidad es una enfermedad, una parte de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) y la Organización Mundial de la Salud (OMS), así como la Unión Europea, también reconocen la obesidad como una enfermedad. Cada vez más países se irán articulando y hay que tomar medidas pues este es el primer avance.

El segundo punto es que no se dea de aprender cosas sobre los grandes efectos de la cirugía bariátrica sobre la mortalidad y la morbilidad. Un ensayo que se publicó hace tres años y que recopiló los resultados de más de 20 años años de seguimiento, ha demostrado que la cirugía bariátrica puede disminuir la morbimortalidad cardiovascular en un 50 por ciento. Ha confirmado los beneficios de la pérdida de peso y la cirugía bariátrica/metabólica en relación a la morbimortalidad. También ha demostrado que cuando se comparan pacientes obesos que han tenido una cirugía bariátrica con pacientes no obesos, aunque los primeros hayan bajado de peso considerablemente, siguen mostrando un peligro mayor de un aumento en enfermedades cardiovasculares en relación a los enfermos sin obesidad. Esto significa que la obesidad es una enfermedad crónica, recidivante y que deteriora.

El tercer avance se halla en la farmacoterapia. En los últimos meses, se ha aprendido cómo la nueva farmacoterapia o los avances en los fármacos anti obesidad pueden ayudar a los enfermos a perder peso se manera considerable. Este avance es muy importante, pues en un futuro cercano se tendrán herramientas nuevas para tratar la obesidad como una enfermedad crónica de una forma muy efectiva.

Consiguientemente, el reconocimiento de la obesidad como enfermedad, los efectos de la pérdida de peso después de la cirugía bariátrica y los nuevos fármacos anti obesidad son los 3 avances que dan esperanza de futuro para el manejo de la obesidad.