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domingo, 24 de noviembre de 2024

Aire, el otro pasajero

Los vehículos ligeros comúnmente llamados carros en Cuba, pero coches en otras naciones, están diseñados para transportar personas, aunque...

Félix Arturo Chang León
en Exclusivo 31/07/2015
18 comentarios

Los que éramos niños en la década de los 60 del siglo pasado nos deslumbrábamos con los carros de último modelo que entraban a Cuba fabricados en EE. UU., y eran motivo de conversaciones que hasta atraían a los mayores.

Su nombre ha quedado en el olvido, pero todavía recuerdo las explicaciones de aquel pescador del sureño puerto de Casilda sobre las consecuencias del fin de la II Guerra Mundial. Cuando las grandes potencias dejaron de fajarse —decía— ya no hacían falta las materias primas para fabricar armas, y entonces las usaron en otras cosas.

A partir de ahí argumentaba el porqué los carros eran prácticamente irrompibles. Con los metales que estaban preparados para hacer tanques de guerra y aviones —agregaba— fabricaron carros, y como había grandes cantidades, no escatimaban en que fueran duros.

Más de medio siglo han transcurrido desde aquellas charlas y todavía me queda la duda de si fue su fantasía o si lo leyó en alguna parte, pero mucha lógica tienen sus palabras cuando afirmó que por muy fuerte que se tiraran las puertas, no podían romperse porque eran de metales muy resistentes.

Nos invitó a que tiráramos las puertas y oyéramos el sonido. Están hechas para que usted se sienta poderoso al abrirlas y cerrarlas, por eso —expresaba—, los vendedores trataban de atraer al comprador con ese ruido.

Aunque nunca continuamos esas charlas, a todos nos quedó claro luego que, ya entrando en la década de los 70, y sobre todo a partir de los 80, los metales de los vehículos eran cada vez más endebles, y hubo autos que en el mecanismo de cierre de las puertas incluyeron el plástico, y todas las partes y piezas demandaban delicadeza, o se rompían.

Lo cierto es que, pasado el tiempo, la inmensa mayoría de los dueños de los hoy llamados almendrones exigen tratar las puertas como si fueran las de un refrigerador, y montan en cólera cuando alguien no lo hace así al abordar esos vehículos tan espaciosos, como si hubieran sido diseñados para que uno se sintiera amo y señor del universo.

Aunque la industria automovilística continúa fabricando con tales características para un selecto grupo de ricos, también lanza masivamente al mercado productos asequibles, porque abundan quienes no consiguen trabajo si no disponen de un medio de transporte de su propiedad.

Otras discusiones infantiles de los años 60 tomaban el rumbo sobre cuáles eran los mejores autos y en qué país había mayor cantidad de habitantes con carros particulares. Claro, que los debates eran por los segundos y terceros lugares, porque el primero nadie se lo discutía a EE. UU., puesto que conserva todavía en nuestros días.

No hace falta disponer de datos estadísticos para saber que en la inmensa mayoría de los vehículos automotores ligeros del mundo viaja, por lo general, el chofer solo o, cuando más, otra persona, mientras que el resto del espacio está ocupado por Aire, lo cual es un verdadero derroche de todo tipo, incluyendo el de combustible.

Cuba también está entre los países que se dan el lujo, en este caso, a destiempo, de que sobre todo los autos estatales transiten con el chofer y otro más, mientras que Aire ocupa la mayor cantidad de asientos y mira por las ventanillas a los habitantes que esperan largas horas para llegar a su destino.


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Félix Arturo Chang León

Periodista cubano de origen chino que nació y vive en Cuba. Santa Clara. Dirigió el periódico Vanguardia durante 16 años.

Se han publicado 18 comentarios


Cuco
 4/8/15 8:36

Amigo chang : saludos , para mi suerte o mi desgracia nunca he tenido carro asignado solo una vez una motoneta y como no sabia manejarla bien me cai 3 veces y decidi que era muy pronto para morirme y la devolvi , nada que ver con las motos . No obstante hace unos años cuando comence a trabajar en  nuestra provincia tuve la reponbsabilidad de cordinar una actividad muy complicada  y lo unico  asignado que tenia  era un telefono. constantemente tenia que moverme  ente lugares a mas de 100 Km casi todos los dias  y le comento que hice el doctorado de botellologia aplicada en la carretera de camajuani, pedraplen sta maria y lugares adyacentes, era famoso en le area de trabajo la gente me recogia para conversar de mi actividad que sin ser secreta ni mucho menos era muy nueva y nadie la conocia mucho ,tambien los hubo  que me recogian por lastima  pues me veian al sol o la lluvia  . recuerdo una vez que me recogio  el secretario del PCC provincial y me pregunto mil cosas . de esa etapa conservo muchisimas amistades. y muchas experiencias . algunas veces debo viajar a otras provincias  y  aunque no soy el conductor a veces el carro va a mi cargo y me resulta dificil pasar y dejar botao a alguien que lo necesite  , me cuesta mucho por que lo vivi , pero a veces los choferes estamos apurados o simplemente no no gusta parar para no tener que cohibirnos de conversaciones delante de extraños  hay mil justificaciones para algo que no tiene justificacion   Es el nivel de  sensiblidad ante el problema de los demas  lo que nos hace parar o seguir. y no recoger a nadie,  eso es personal , hace  mucho tiempo  los primeros amarillos  que andaban en moto eran el terror de los choferes estatales  el diablo no era rojo era amarillo pues las multas volaban bajtito les quitaban la chapa los bajanban delos carros los scaban en los periodicos , o sea habia  educacion pero como muchas otras cosas eso se descompuso y el amarillo de hoy no es lo mismo quedaron como paradaores de carros . (  Un trabajo muy digno y necesario)  Como dijo maximo Gomez los cubanos somos incapaces de ir al punto exacto donde tenemos que ir  o no llegamos o nos pasamos .  y hoy todavia vemos muchos carros estatales que pasan  por elpunto miran se rien y siguen , que distinto cuando estaba el patrullero 1 KM adelante lo paraba le ponia una multa y lo viraba para el punto  a llenar el carro entonces lo que gozaban eran los que estaban en l punto, no es bueno llegar a eso pero mucha gente lo merece por HP e indolente.

Arturo Chang
 4/8/15 13:00

Como siempre, el amigo Cuco nos tiene ya acostumbrados con sus anlálisis, y en este caso sobresale este: "Es el nivel de  sensiblidad ante el problema de los demas  lo que nos hace parar o seguir. y no recoger a nadie,  eso es personal "

¿Es concebible un revolucionarios sin sensibilidad ante los problemas de los demas? ¿Puede ser insensible un revolucionario no dejar en la carretera al prójimo bajo sol y sereno esperando largas horas para llegar a su destino?

78
Leopoldo
 2/8/15 7:34

Buenos días Chang muy atinado el comentario sobre aquellos que tiene un vehículo estatal asignado para su trabajo y pasan por lo "Puntos de recogidas"(Puntos de recogidas son lugares que habilito el gobierno en la salidas de las poblaciones donde un funcionario trata de detener los vehículos que pertenecen a las entidades del gobierno para que transporten a las personas que viajan fuera de la localidad, es una medida paliativa a las dificultades del transporte) con mucho aire de pasajero, hasta a veces miran con desdén los que nos encontramos en dicho punto, yo me pregunto si cada uno que pasa se llevara solo a uno que alivio  traería a esa persona que a lo mejor puede ser un medico, un ingeniero, técnico o un maestro, en fin alguien  por el cual a lo mejor esperan varias personas para  recibir un servicio, hablo de vehículo ligeros pero que decir de "guaguás" (autobús) que van vacios le haces señas y ni modo como si el vehículo fuera particular de ellos.

Arturo Chang
 2/8/15 11:02

Efectivamente, Leopoldo  se trata de una medida paliativa, pero visto bajo el prisma de Cuba, pudiéramos afirmar que se trata de un gesto de solidaridad entre seres humanos.

Gracias por su participación.

80
Arístides
 1/8/15 23:05

 

Pues acepto de buena gana tu invitación y te comento lo que se me ocurre de ese último párrafo que me indicas, y que por lo tanto que me extendí en mi comentario, que sobrepasaba la meta que siempre me trazo. No creí oportuno incluir:

Te diría que sí hay un país que pudiera practicar semejante costumbre, sería única y exclusivamente nuestro propio país. Muchas de las costumbres, reglamentaciones, y leyes que se ven en Cuba, probablemente no se conocen en otros lugares, ni se necesitan, ni hacen falta, y esto es empleando una simple lógica. No soy de los que presume de haber estado en muchos países, porque no es cierto. Y digo “haber estado”, porque una visita corta, de pocos días, no puede dar la categoría de experto en lo que concierne a ese lugar. Pero si te digo de “este norte revuelto y brutal”, donde estudié y he vivido por años, tantos como casi la mitad de lo vivido, te pudiera asegurar que esa costumbre de compartir un carro para que no lleve “aire de pasajero” no se ve con mucha frecuencia, o tal vez nunca. Sí conocí a obreros agrícolas del tabaco que compartían el viaje de ida y vuelta con el propietario del vehículo, contribuyendo con algo de dinero. Y contradictoriamente, la finca en cuestión tenía dos guaguas que recogían personal, y lo regresaban, y no cobraban por el transporte.

Si fuera un funcionario de esos que le asignan un carro y su correspondiente chofer, no creo que permitiría que me llenaran el carro, para eliminar “el aire”, de impacientes y necesitados cubanos que lo precisan. Cuando se viaja en ese carro, asignado y con su chofer, para, o de una gestión, o desde, o hacia el hogar, el compartir el viaje con desconocidos, aseados o no, más o menos apretados, con alguno que se queda aquí, el otro más allá, y vuelta a rellenar el carro para ser “buena gente”, y siga la rima, no lo creo viable y práctico para el funcionario, aunque a alguno le parezca “una herejía”,

Pero por el contrario, si el chofer viaja solo, en el carro del jefe, quemando gasolina que paga la empresa o el organismo, como tantas veces hacen, y más si no va en una misión “secreta o conspirativa”, como decía el Sargento García de las aventuras de El Zorro, que no llene el carro en una parada con los que van en su misma dirección, no puede ser aceptable.

Aunque hay que pensar que el pobrecito chofer pudiera ir atrasado para recoger al jefe en su casa, o a llevar sus propios hijos a la escuela, o a su esposa al trabajo, o a la secre del jefe para que aproveche una venta especial, o en dirección al aeropuerto a recogerlo, o algo parecido, cuando pudiera perjudicarlo el transportar pasajeros ajenos.

Chang, he llegado a la simple y real conclusión, de que lo que tiene que suceder es “el milagro” de la mejoría o “la resurrección”, más bien, del transporte colectivo. Después de eso, no tendríamos que criticar al que viaja solo en su carro o en el ajeno, y “los amarillos” hasta los podían dejar cesantes. Pero no pudiera precisar a cuántos años luz está esa maravilla.

Arturo Chang
 2/8/15 11:06

Mucho le agradezco Arístides sus referencias al último párrafo del texto de este viernes. Para construir una opinión sólida en asuntos de esta naturaleza, se necesita también que cada uno aporte sus criterios. Valdría la pena preguntarse si todos los que tienen un vehículo lo requieren como instrumento de trabajo, y también cuestionar si es un auto o una moto lo que necesitan, o si con solo organizar bien su labor no tendrían ni siquiera que moverse de su oficina.

Le reitero el agradecimiento por este segundo mensaje.

97
Capitan Chucho Paniagua
 1/8/15 15:45

Chang:

Oye, que es lo que pasa con los deportistas?  Ya te lo pregunte anteriormente y no me has contestado. Pero 4 mas? http://cubanoti.com/cuba/cuatro-deportistas-cubanos-desertan-de-golpe/! Como sabes, yo no invento esas cosas. No es necesario.

Pero, ya se que piensas que SIEMPRE estoy criticando. Pero estas equivocado. Tu ultimo comentario, acerca del director de las escuelas en el campo, es muy chistoso y me rei! Quie es el que dice que los rObOluciOnarios no tienen sentido de humor!

Acabo de leer tu mensaje a Aristides,que te "gustaría conocerte personalmente algún día." Estoy CELOSO! Nunca me has dicho esto aunque yo te he invitado  a desayunar en el Hotel Nacional varias veces y una vez a almorzar en el Versailles, en Miami. Tsk, tsk, tsk! Veo que eres un pocho que mantiene rencores. Y esto aunque te he propuesto un trabajo nuevo que paga en dolares!.

Ahora estos compañeros comparten cuentos relacionados con la transportacion. Te pido que nos relates uno acerca de ti y tu bicicleta!.

Saludos

Capitan Chucho Paniagua

 

 

Tide
 1/8/15 10:55

Chang, yo hasta disculpo al que no quiera recoger a alguien por el camino, aunque lleve el carrito “lleno de aire”.  Si fue ese chofer de aquellos que vimos por el canal 6, en La Película del Sábado, aquel filme en que un chofer, buena gente tenía que ser, recoge a alguien en el camino, y unos pocos Kilómetros más adelante “el botellero” le da “guiso”. Al “ñampio” lo tiró a la cuneta, y siguió en su actuar macabro. El asesino, tomando el timón no paró de matar. Se dedicó a recoger a todo el que encontraba en el camino, y no lo dejaba que llegara a su destino. No recuerdo el número, pero fueron varios “los que no hicieron el cuento”. “Con esos truenos, ¿quién duerme?”.

 

Y también, con la “recogedera” de gente por el camino, se sufren abusos de los que uno quiere beneficiar. Hace años ya, viajando  por la Carretera Central en el carro del viejo, uno de esos que ahora son “almendrones”, al llegar a La Gabina, entronque de la carretera de Güines, encontré un grupo grande de guardias esperando algo o alguien que los recogiera, y se me ocurrió parar. En un carro para seis persona más el chofer, se me colaron nueve. No podía sacrificar los amortiguadores de un carro que no era mío. Con pena en el alma por no poder llevármelos a todos, paré el motor y esperé pacientemente a que se bajaran los que sobraban.

 

No tengo carro, pero después de esa mala experiencia, no hubiera parado a recoger a nadie. Pero esto es en cuanto a los carros particulares. Con los carros estatales, sería otro el cuento, pero son tantos los choferes que actúan como si fueran los dueños de los vehículos, que para cambiar esas actitudes, va a costar “dios y ayuda”.

Arturo Chang
 3/8/15 20:17

Pues Tide estoy de acuerdo con usted en que costara "dios y ayuda" parpa sensibilizar a los choferes y jefes a los cuales tán asignados los vehículos, pero esa insensibilidad humana nos daña políticamente. Creo que es algo en que los constructores del socialismo deben pensar.

No solo agradezco su comentario de hoy, sino su presencia en este espacio donde usted enriquece el debate.

88
Jesús
 1/8/15 3:53

Vaya qué de rodeos Arturo.

A ver: los carros de EEUU hace ya mucho mucho tiempo que dejaron de ser considerados los mejores. A no ser que sea entre los propios norteamericanos. Los alemanes, japoneses, incluso franceses los fabrican mejores. Cómo? Pues primeramente son más económicos al hablar de consumo de combustible. Por exceso de comodidad (ahí sí) los EEUU sacrifican características en carretera como apegue al pavimento.

Desde hace un año hacia acá hay un fabricante de EEUU que de veras está llevándose el gato al agua: Tesla. Se trata sin embargo de un nicho muy pequeño. Es un auto eléctrico totalmente y sus compradores son los afinados a la técnica que disponen de un bolsillo por encima de la media.

En Suecia (donde vivo), Noruega y otros países el estado da unas subvensiones de cerca de los 5000 euros si uno adquiere un Tesla. Pero al gobierno le interesa solamente reducir las emisiones de gases invernadero. De lo demás no se habla aunque es conocido que el impacto sobre el medio ambiente que tiene fabricar y descontinuar un Tesla equivale a muchos carron convencionales.

Y llego yo también, después de un millón de rodeos, al tema: ese mal se ve en Suecia, EEUU, etc. La gente prefiere ir solos en los carros. No sé por qué. El nuestro está en el garaje la semana entera pues, tanto mi esposa como yo, viajamos en transporte colectivo al trabajo. Pero varios vecinos suelen ir en carro solos. Responden siempre que es flexible y te da mucha libertad. Cierto. Pero el precio siempre lo paga alguien.

Cuando voy a Cuba siempre recojo a gente en Coliseo y los llevo hasta Jagüey o la autopista. Yo suelo seguir viaje a la Ciénaga de Zapata y nunca viajo acompañado: mi padre ya no puede y mi esposa e hija le temen a encontrarse con un jubo o culebra. A la vuelta igual llevo gente hasta Cárdenas casi seimpre.

Saludos a todos.

Arturo Chang
 1/8/15 13:27

Gracias Jesús por comentar desde Suecia. Sin rodeos, le expreso mis elogios por su solidaridad con los compatriotas que gracias a gestos como el suyo, demoran menos en llegar al lugar de destino. Y para no dar rodeos: creo que merecen una crítica aquellas cubanas y cubanos que en autos estatales no se dignan a colaborar con el prójimo que no dispone de un medio de transporte para sus traslados.

Además de agradecerle su mensaje, lo invito a continuar comentando en este espacio que se actualiza todos los viernes.

Reciba mis saludos

65
Capitan Chucho Paniagua
 31/7/15 16:44

Chang:

Oye compay, acabo de leer un articulo donde se nota las "altas" temperaturas que se estan teniendo en Cuba recientemente. http://latino.foxnews.com/latino/lifestyle/2015/07/31/cuba-registers-10-high-temperature-records-in-july/. Pero el ser humano es muy adaptable a temperaturas extremas. Te digo que las 38.2 C (100.7 F) recientes y las mas altas historicas (38.8 C (101.8 F) at Jucarto, Granma province, on April 17, 1999) en realidad no son tan altas. 

Mira, aqui te mando un enlace con temperaturas altas y bajas en los EUA, pa'que veas que Cuba esta bendita! https://en.wikipedia.org/wiki/U.S._state_temperature_extremes

Otra vez me voy a quejar: cual es la traduccion de la palabra "drone", el artefacto que vuela autonomicamente a control remoto. Google translate dice que es "zangano". Pero yo se que eso no es correcto. Hay una palabra en uso comun para esto?

Saludos

Capitan Chucho Paniagua

Arítides
 31/7/15 15:55

Estimado Chang, lo primero que quiero es agradecerte tus elogiosas palabras, así lo estimo, hacia mi forma de escribir. Ni me había dado cuenta de ese detalle que has percibido con tu agudo sentido periodístico. Tal vez ahora, por complejo, cambie mi forma de escribir. Pero no pienses que no voy a participar en El Foro ¡De eso nada… Y de lo otro, cero!

 

Y para dar “encomencipio” a mi participación de hoy, te digo que me has recordado el cuento del pasajero de taxi, al parecer muy forzudo, que tiró la puerta con tanta fuerza, que hizo decir al propietario/chofer del vehículo: ¡Cómo que la ha cerra’o pa’ una semana!

 

Y sobre los vehículos de antes, los apodado “almendrones” y similares, y los de hoy, la mayor diferencia es lo resistente que son los materiales que se usaban en su fabricación. Antes chapas de acero de como ¼ de pulgada (6 mm) de grueso, las defensas eran verdaderas vigas irrompibles. Eso que dijo tu coterráneo es muy  cierto. Después de la guerra mundial 2da, los vehículos que nos llegaban eran verdaderos “tanques de guerra”. Los choques y los vuelcos se producían como ahora, salvo que no serían tantos como ahora, pero las consecuencias  no eran tan sumamente graves. Y lo mejor era que un chapistero, aunque no fuera de puntería, arreglaba las abolladuras con un martillo y un tas, y sin cobrar tanto. En resumen, eran carros para que superaran en años de vida al que tuviera los pesos para comprarlos.

 

Y entre paréntesis, te cuento, que las guaguas de aquellos años de mi juventud eran pura madera forrada de lata, En un choque cualquiera, se producían muchos muertos y heridos por los fragmentos de maderas despedazadas que los alcanzaban. También tenían dos puertas que no se cerraban, y las caídas eran muchas, y de los colgados por fuera, muchas veces lo hacían hasta que daban de lleno con un poste de luz o de teléfono, que estaban plantados al mismo borde de las aceras. Los apodaron entonces: “postes de la muerte”.

 

Y sigo informando: Desde hace ya bastante, se fueron cambiando piezas duras, de acero, por unas no tan blandas, de plástico. Ahora sí parecía que los fabricantes pensaron que no era negocio fabricar carros (coches) para que no tuvieran muerte. Se fue acortando la vida útil de los carros, hasta que hoy día, después de pagar una de esas joyas de la industria automovilística, pagando “un pronto” (entrada) y liquidando el resto de la deuda a plazos mensuales por cinco años, el carro, diciéndolo en puro y “castizo” cubano, “está para reciclarlo”. Aunque esto no es la generalidad de los casos. Hay carros de estos hechos hasta para solo tres años de uso, que por el trato recibido por parte de sus propietarios – muy mayores o féminas, se dice - a los muchos años de uso, están como para colección.

 

Ese era el caso de mi forcito – Ford Focus 2003 – “baratillo”, que cuidaba como “a gallo fino”, y hace tres semanas me le dieron “un palo” por la retaguardia, uno que debe haber ido a no menos de 60 Km/hora (40 mi/hora) y no frenó - consideraciones de los expertos de la policía - cuando paré para esperar a otro carro que doblara a la izquierda, Cuando fui a ver los muchos daños que imaginaba de seguro, solo vi en la pintura de la defensa trasera, de plástico, el daño ocurrido. Pero cuando lo llevé al chapistero, le quitó la defensa, la alfombra del maletero, y me mostró, que si no hubiera estado la goma de repuesto por el medio, la culata del carro la hubiera llevado mucho más adelante. Pero sin dudas demostró que era duro de verdad, como “Rina”, aquel jabón de lavar (y de todo) que anunciaba Consuelito

 

También la puerta trasera izquierda estaba apretada, el radio lo sacó de posición, afectó el sistema de luces trasero - sin romper los focos - y la luz de la pizarra. El acondicionador de aire dejó de funcionar. No eran aparentemente tantos los daños, pero los tasadores de la aseguradora del “enemigo”, lo dio por “pérdida total”, porque estiman que el costo de la reparación supera al precio actual del carrito. ¿Qué te parece? Si lo coge uno de esos mecanicasos que nos gastamos en nuestra Cuba, lo deja “nuevo de paquete”.

 

Por mi parte, si te preocupa, después de estar varias horas en “el cuerpo de guardia” del hospital, no me encontraron mataduras grandes, aunque me persiste el dolor en el cuello y el hombro izquierdo. No había olvidado ajustar el cinturón de seguridad.

Arturo Chang
 31/7/15 18:54

Estimado Arítides vuelvo a agradecerte el mensaje, y además decirte que me gustaría conocerte personalmente algún día. Mi correo es chang@vanguardia.cu

¿Aceptarías mi invitación a que escribas otro comentario, pero referido al último párrafo? Al párrafo que dice: "Cuba también está entre los países que se dan el lujo, en este caso, a destiempo, de que sobre todo los autos estatales transiten con el chofer y otro más, mientras que Aire ocupa la mayor cantidad de asientos y mira por las ventanillas a los habitantes que esperan largas horas para llegar a su destino"

77
Paloma
 31/7/15 15:09

Saludos estimado Chang. El último párrafo de su artículo abre el debate. Resulta que, no todos, pero hay un número considerable de choferes que cuando tienen el timón en la mano se olvidan automáticamente de que un día también estuvieron a merced del transporte público o lo que hubiera. Se sienten empoderados desde su estrado; los de afuera o los de abajo, según sea el porte del carro, no cuentan hasta el punto que más de uno ha sido salpicado o enfangado por el agua del pavimento, al pasar los carros por encima a cualquier velocidad. Lamentable, verdad? Qué hacer? Ojalá alguno de ellos tenga acceso a este foro y pueda leer lo que opinamos los que no tenemos carros...

Arturo Chang
 31/7/15 18:59

Veo que a Paloma  le llamó la atención el último párrafo. Me hizo recordar algo que debi incluir Hace unos años atrás, en una de las provincias cubanas donde he trabajo, un dirigente me comentó que no aceptaba un traslado de cargo que se consideraba una promoción porque el carro que tenía ya asignado era superior al que tendría en la nueva responsabilidad.

Y hubo otro caso que comentará en próximos viernes.

Gracias, Paloma por su comentario.

96
Marta
 31/7/15 11:08

Muy de acuerdo con tu artículo. Nosotros hemos inventado mil cosas para el control de los vehículos estatales, la hoja de ruta famosa que no controla nada, las tablas de distancia certificadas, los inexistentes y exigidos odómetros, los ejercitos de inspectores de todos los colores amarillos, verdes, azules, las inspecciones, re inspecciones y auditorías y al final la indolencia con los semejantes, el escurrimiento del combustible, el uso indebido del mismo como si fuera propio, la imposibilidad de las empresas por las limitaciones actuales para lograr el alta técnica de los vehículos, cosa que si se logra con particulares que lo arreglan todo y nada ponen de baja, según mi opinión de a pié y son motivos mas que suficientes para buscar una variante mas económica para las empresas estatales y menos conflictivas y se puedan crear cooperativas estatales de transporte a las cuales les sean contratados los vehiculos por las empresas y que tengan un mayor apoyo estatal y se resuelvan todos esos problemas. Así el estado puede dedicarse a la mejora y mantenimiento del transporte público que mueve a mas ciudadanos y donde el pasajero aire no tiene cabida y quizás antes de cerrar mis ojitos y decirle adios a este mundo pueda montarme en un metro Estación Parque  y llegar a la Estación Camacho.

Arturo Chang
 31/7/15 19:02

Lo que comenta Marta  me ha recordado que en los primeros años de la década de los 80 del siglo pasado, le asignaron vehículos a directores de las escuelas en el campo, y un padre de un alumno del plantel me preguntó: ¿Para qué hay que darle un jeep a un director de una escuela que donde tiene que estar es en la escuela? Y seguidamente comentó: Eso es para que tengas todas las vacilidades para irse de la escuela que es donde está lo que debe dirigir.

Gracias, Marta  por su participación en el debate.

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