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domingo, 24 de noviembre de 2024

¿Estar 24 horas sin celular?

El reto fue empezar el día sin tocar el celular para absolutamente nada y comprobar lo que se dice sobre el uso y abuso del móvil...

Félix Arturo Chang León
en Exclusivo 03/05/2024
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uso de las tecnologias y el celular
Algunos pudieran pensar que se trata de un vicio como el de fumar o ingerir bebidas alcohólicas, pero no es tan así con las nuevas tecnologías (Alfredo Lorenzo Martirena Hernández / Cubahora)

Allá por los 60 del siglo pasado, los niños de primaria que nos habituamos a escribir con bolígrafos, luego rechazamos usar el lápiz, lo cual fue motivo de conflictos en el aula, donde ante las protestas, los docentes de primaria impusieron el instrumento grafitado.

El maestro de tercer grado, Altuna, argumentó que el lapicero podía deformar los trazos, mientras Beba, de cuarto grado, daba otra explicación más convincente porque si en las aritméticas cometíamos un error luego no lo podríamos borrar.

Lo que no había imaginado es que en este 2024 volvería a encontrar la misma historia con mi nieta que en la secundaria básica vive momentos de iguales situaciones por el uso del celular, aún cuando lo esté usando para suplir la falta de libros.

En la diminuta pantalla consulta en PDF los deficitarios textos escolares que no recibió o que debe compartir con otros condiscípulos, un hábito adquirido por alguna cantidad de niños y jóvenes cuando estudiaban por teleclases durante la pandemia.

Por supuesto que no faltan quienes se enajenan de la realidad y se sumergen en videojuegos, y cuantas facilidades ofrece un teléfono celular con datos móviles usados para asuntos no docentes, de los cuales se apartan debido al mal uso de la tecnología.

Se habla de adicción, de efectos nocivos y muy argumentadas ideas de las ventajas y los males específicamente del teléfono móvil que tanto abunda hoy después de haber vivido años en que se trataba de un raro lujo tenerlo y poder hablar más de dos o tres minutos al día.

Tal situación llevó a este redactor a tratar de vivir 24 horas sin el celular para experimentar personalmente el asunto. A continuación, copio los apuntes de lo sucedió a cada hora:

7 a. m. Guardo el celular en modo silencio dentro de una gaveta.

8:45 a. m. Apagón por déficit de capacidad de generación que impide encender la computadora para redactar una nota prevista publicar en ese horario.

Decido acudir al celular para escribir y enviar el texto por correo electrónico, pero con la firme determinación de que será excepcionalmente y que no volverá a suceder.

9:25 a. m. Obligadamente hay que salir de casa para una urgencia, y como que había decidido estar sin celular, pedimos que nos llamaran al aparato fijo.

Nuevamente apelamos a llevar el celular, pero únicamente para responder la llamada que harían al fijo y que por el servicio suplementario de transferencia automática, pasaríamos al móvil con el código *21* número del teléfono al cual transferir #

Fue una decisión tomada con mucha firmeza y determinación de que sería la última vez.

11:00 Recibida la llamada, la decisión fue apagarlo.

11:59 a. m. Como que la salida fue inesperada, nuestra nieta no fue avisada y habíamos olvidado dejarle una nota en casa para explicarle lo que debía hacer en relación con su almuerzo y regreso a la escuela por la tarde.

12:36 p. m. Al fin decidimos encender el móvil, pero de inmediato entró la llamada de la niña preguntando dónde estábamos y pidiendo instrucciones.

12:45 p. m. En silencio guardamos el celular después de concluir la conversación.

12:51 p. m. Apenas pasaron tres minutos de haber colgado y había necesidad urgente de saber la hora para calcular la demora en llegar a casa y tomar otras decisiones según el tiempo. Preguntamos la hora a dos personas, pero no tenían reloj. Por tanto: otra vez el móvil para mirar la hora.

2:47 p. m. El cajero automático se quedó sin dinero por segunda vez y nos apresuramos hacia la bodega para extraer efectivo por el servicio de Caja Extra.

3:10 p. m. Los 5 mil pesos no alcanzaron, y el vendedor accede a que le hagamos una transferencia del dinero faltante. Y otra vez hubo que echar mano al celular para pagar por Transfermóvil.

Esa fue la última anotación porque en la siguiente necesidad de usar el teléfono, estrujé el papel, lo lancé lejos y volví a hacer uso del celular donde ahora mismo estoy redactando estas notas porque la computadora se niega a funcionar por estar rota.

Por cierto, como había olvidado lo sucedido en cada momento, tuve que buscar las anotaciones en el cesto de la basura a donde ya había ido a parar el papel, soporte tradicional de escritura al que tampoco renunciaré jamás.

El papel y el bolígrafo siempre tendrán un lugar en mis bolsillos, pero también el teléfono celular estará con sus necesarias cámaras fotográficas, calculadora, mapa, GPS, correo electrónico, procesadores de textos, páginas digitales; archivos de texto, audio, imágenes fijas o en movimiento; reloj, calendario… en fin… todo, absolutamente todo, incluidas las inteligencias artificiales que tanto tiempo ahorran y facilitan la vida.

¿Sin celular 24 horas? ¡Ni un segundo!

 


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Félix Arturo Chang León

Periodista cubano de origen chino que nació y vive en Cuba. Santa Clara. Dirigió el periódico Vanguardia durante 16 años.


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