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martes, 3 de diciembre de 2024

Santiago: el amor con varios nombres

La ciudad que, como la llamen, no cambia su alma transparente...

Argelio Roberto Santiesteban Pupo
en Exclusivo 19/05/2018
1 comentarios
Santiago de Cuba-ciudad
Santiago, tan bienquerida como plurinombrada. (Foto: Tomada de ACN).

Comadres y compadres: sospecho que casos como el que hoy les presento, decididamente, no abundan en el mundo. Y quizás me sobren dedos de una mano para enumerarlos.

Porque, vamos a ver, ¿qué ciudades, a lo largo y ancho del planeta, han sido tan bienqueridas que sus hijos, además del nombre oficial  −santificado por el mapa politicoadministrativo− les dieron otra denominación, dictada por el mismísimo corazón?

Sí, díganme ustedes: ¿cuáles asentamientos poblacionales se han enorgullecido con un sobrenombre cariñoso, acuñado por aquéllos que los habitan?

En el resto del globo, conozco solo de tres casos, todos ellos en los Estados Unidos de Norteamérica.

A Filadelfia le dicen, con amor, FILA, y San Francisco es conocido como FRISCO. A Los Ángeles la nombran EL EI, producto de una abreviatura nacida de sus letras iníciales, en el alfabeto inglés.

Pero vayamos a lo nuestro. Un día de excepción, hace medio milenio, el segoviano Diego Velázquez de Cuéllar −junto a una preciosa bahía de bolsa, frente al mar que se llamará Caribe−, funda una villa que pronto va a dejar en carácter de segundona a La Primada, Nuestra Señora de la Asunción de Baracoa, a la cual le arrebatará capital y obispado.

El nuevo asentamiento no recibe un topónimo cualquiera. El conquistador la llama Santiago.

Sí, el primer apóstol martirizado. El patrono de España. El que, combatiente sobre un caballo blanco y espada en mano, según la tradición acompañaba a las tropas cristianas contra los árabes al grito de “¡Santiago, y cierra España!”, hasta el punto de que se le conoció como Matamoros.

Pasó el tiempo. Y fueron naciendo sucesivas generaciones de santiagueros, confianzudos y chivadores a más no poder. De manera que un buen día Santiago amaneció llamándose CHAGO. Así, CHAGO, como quien habla de un familiar muy querido o de un amigo íntimo. (Con el hipocorístico que usamos para referimos a la gente entrañable, al José que nombramos “Pepe”, a la María de Jesús que se conoce por “Chucha”).
ero ahí no pararon las cosas. De labios de negros viejos santiagueros, repetidamente, he oído nombrar a su ciudad amada como MACUBÁ.

¿Por qué MACUBÁ?, se preguntaba uno. Y la respuesta resulta sencilla y convincente.

En los cargamentos de “piezas de ébano”, o sea, carne de trabajo esclavo que llegó aquí durante cuatro siglos, abundaban los congos. Y en esa cultura africana −bantú− la palabra MÁ, según enterados lingüistas, significa “reino” o “territorio”. Por otra parte, sabido es que el departamento de Santiago de Cuba, durante épocas coloniales, se denominó sencillamente Cuba.

Ahora todo está claro: MACUBÁ quiere decir “territorio de Santiago de Cuba”. (Lo que es más: en los actos patrióticos, cuando salía una dama-símbolo vestida con la bandera cubana, la llamaban MACUBÁ). Y así siguen nombrando a su ciudad los descendientes de quienes un día dieron el forzoso salto trasatlántico a bordo del barco negrero.

Conclusión, en manos de un poeta

¿Cómo nació ese hechizo que Santiago ejerce sobre sus hijos, hasta el punto de tratarle con cariñosos chiqueos?

Quizás el origen de ese encanto se explique en los recordados versos de Waldo Leyva. Démosle la palabra al poeta:

Si encuentras alguna piedra
que no haya sido lanzada contra el enemigo.

Si descubres alguna calle
por la que nunca haya pasado un héroe.


Si desde el Tívoli no se ve el mar.

Si hay alguna ventana
que no se haya abierto nunca a las guitarras.

Si no encuentras ninguna puerta abierta,
puedes decir entonces
que Santiago no existe.


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Argelio Roberto Santiesteban Pupo

Escritor, periodista y profesor. Recibió el Premio Nacional de la Crítica en 1983 con su libro El habla popular cubana de hoy (una tonga de cubichismos que le oí a mi pueblo).

Se han publicado 1 comentarios


Gina
 22/5/18 12:42

Muy lindo su comentario, yo no soy genuinamente santiaguera, nací en la provincia de Guantánamo y viví hasta los 5 años en la provincia de Holguín pero amo entrañablemente a esta ciudad,  a pesar de haberme ido a los 19 años a estudiar en uno de los paises de Europa del Este y mas recientemente cumplir misión internacionalista; creo que mas bien eso me ha servido para compararla y no desear vivir en ninguna otra. Amo cada vez más la historia de nuestro país donde nos tocó jugar un importante papel y además sus costumbres y tradiciones, Gracias por tan hermosas palabras que me hacen sentir mejor persona y cuidarla para que otros tambien la quieran y disfruten como yo.

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