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jueves, 31 de octubre de 2024

Caballo de Troya

Desde Homero, la vida sigue igual...

Mileyda Menéndez Dávila
en Exclusivo 02/04/2020
12 comentarios

Entre mis variadas experiencias laborales en este medio siglo cuesta arriba, recuerdo con cariño especial los meses en que impartí Literatura Universal a dos grupos de 10mo. grado en el preuniversitario de mi municipio.

La asignatura me fascinó desde que la recibí en esas mismas aulas tres décadas atrás, y aunque no recuerdo el nombre del profe, pero sí su pasión para sazonar las historias y hacernos leer en voz alta con bien actuada entonación.

Se imaginarán que me emocioné muchísimo al releer el libro para preparar las clases, y por mucho que intenté poner la caja de cambio en punto neutro, mi mente voló diestra a buscar el matiz sexual en cada fragmento, a ver si lograba que el alumnado pusiera un poco más de su parte.

Bien pronto descubrí que casi todos los párrafos elegidos para acercarse a los grandes monumentos de la literatura dejaban ver ciertas costuras de relajito, desde los movimientos sugeridos por las prehistóricas canciones de trabajo hasta los cuentos explícitos del Decamerón.

Incluso la Ilíada, poema griego al que se dedican muuuuchas horas clase, resultó sabrosa herramienta para entender el devenir sexuado de la humanidad, y aquí sí hablo con una mirada holística intencional, pues hay descripciones muy variopintas de hombres y mujeres, identidades sexuales controvertidas, largos parlamentos sobre parentescos, afectos exaltados que acarrean desgracias a las multitudes y detalles de prácticas eróticas parecidas a las actuales (salvo por los jugueticos, más lujosos y relucientes).

Por muy tentador que resulte, no voy a detenerme en la obvia bisexualidad de guerreros como Aquiles, que pasaron 20 años sitiando una ciudad a centenares de kilómetros de sus propias familias expuestos al frío y la nostalgia.  

Sí llamo la atención sobre las brevísimas referencias a la biblia cristiana, el Popol Vuh de los mayas y el Baghabat Guita hindú: apenas se les dedica un par de clases a los tres juntos, así que se desperdicia una oportunidad para adentrarse en esos contextos históricos y recrearlos como fuente para que la adolescencia reflexione sobre ciertos valores universales y los atempere mejor a su presente antes de labrarse un futuro, también en lo sexoafectivo.

El fragmento elegido del Antiguo Testamento fue tomado de El Cantar de los Cantares, un poema de corte erótico que milagrosamente sobrevivió a las purgas del Oscurantismo medieval.

Si fuera por mí, hubiera regalado también a aquel tropel de adolescentes (con las hormonas revueltas todo el día) la historia de Rama y Sita, una de esas parejas icónicas que pasan de todo antes del anhelado beso del happy end, y tal vez analizaba en el aula el pasaje en que Helena le echa en cara a Paris su pereza para la guerra y el amor…

Pero no terminé el curso: ni mi garganta ni el tiempo periodístico soportaron el esfuerzo docente, así que pude sumar poco de mi cosecha al currículo erótico literario del piquete que sí se tomaba en serio mis clases.

Por ese tiempo, además, estaba en plena reconstrucción de mi vivienda y para no distraerme opté por una abstinencia casi total de sexo (excepto por la energía que dedicaba a la página en JR, que a veces lleva sus experimentos).

Fíjense si estaba enfocada que no entendí las intenciones de cierto alumno cuando pidió ir a mi casa para que le ayudara en algo relacionado con mi asignatura.

Llegó todo perfumado, se sentó bien cerquita y me tomó las manos para confesar que Homero no le entraba ni a la fuerza, pero necesitaba aprobar o su padre le quitaría la jugosa mesada, así que estaba dispuesto “a cualquier cosa”, como los griegos para recuperar a Elena, que en 20 años de guerra seguro ya era una temba tan interesante como yo… 

Casi arde Troya esa noche de la cantidad de barbaridades que le dije al muchacho. Todavía no me explico quién pudo haberle sugerido tal mecánica para salvarse del suspenso, ni cómo logró terminar el preuniversitario con mi severo sustituto en el puesto.

Dudo que alguna de mis colegas de claustro hubiera caído en su señuelo, pero debo reconocer que resistirse a aquel pelele exigía coraje, por sus aires de purasangre en feria… y porque el puñetero tenía buenas mañas para conquistar.


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Mileyda Menéndez Dávila

Fiel defensora del sexo con sentido...

Se han publicado 12 comentarios


Nor1
 8/4/20 13:41

Depende de la experiencia y la intuición. Si se es inteligente y osado se logran muchos objetos. Si se es torpe y de poca vista se hacen ridículos. Con los años se puede mejorar el average en uno u otro sentido.

Nelson
 3/4/20 11:37

A modo de broma: Él se dió cuenta de que estabas enfocada en otras cosas y quizás vió que te faltaba...algo de movimiento jajaja.

Ya recuerdo nuestros comentarios en el pre sobre "ciertas" profesoras: De seguro esta falta de......bueno, ya saben.

Saludos.

alfil
 4/4/20 16:20

Pues yo creo que en su casa le enseñaron a resolver comprando a la gente, o con dinero o con sexo, y eso es lo que intentó hacer. Si el padre mismo le exigía el título para darle dinero, qué se puede esperar. 

44
pablosegura
 4/4/20 20:23

¡Ñooo, no lo había pensado antes! Claro que Elena tenía que ser una temba después de 20 años. ¿Y pa´que seguian fajaos, tú? Bola de tarrús que había en esa tropa, además de lo que se sabe, porque en tanto tiempo lejos no creo que las esposas le guardaran la forma en forma

45
chairman
 6/4/20 8:57

Bueno, en cuanto a "la forma en forma" dijo Homero que Penélope se la guardó a Odiseo por 20 años precisamente.

43
pablosegura
 7/4/20 10:51

ah si penelope, probablemente la unica y por eso se hizo famosa

41
puntualita91
 7/4/20 10:54

Penelope no era fiel, sino indecisa. Con esa pila de pretendientes comiendose la comida y rompiendo todo en la casa, yo ella hubiera aceptado a cualquiera, el mas viejo pa que muriera pronto, y asi por veinte años, y luego cuando virara el marido "el que esté que tumbe", como dice una canción que a mi papá le encanta (ni idea de quien la canta, sorry)

43
Legna
 7/4/20 13:06

No se si tu papá conoce alguna otra, yo la que conozco es la del médico de la salsa, el que esé que tumbe, que vengo como de costumbre, guapo...jajajaa

41
chairman
 2/4/20 17:11

¡Qué modesta! Y cito: "...seguro ya era una temba tan interesante como yo...". Lo otro es que Mileyda demuestra no reparar mucho en el tema de la edad a la hora de admirar a un "purasangre" jajajajaja. Aunque del dicho al hecho sí deja un trecho :D.

Milo
 2/4/20 20:10

Modestia después de los 50? Eso no pega, amigo mío, además estaba "citando la fuente ". Por cierto , estreno tecnología hoy . No me lleven recio con la ortografía que mis pulgares analógicos están hechos para otro tipo de placeres

48
chairman
 6/4/20 9:58

Bueno, me hiciste recordar las sabias palabras de ese gran intelectual capitalino y cubano llamado Lázaro Vargas quien, ante una pregunta sobre quién era el mejor tercera base de Cuba, dijo que era él mismo; porque, y cito: "... la modestia es hipocresía, porque si tú eres bueno ¡¿Cómo vas a decir que eres malo?!". En este caso si a usted la consideran, y usted misma se considera interesante ¡¿Por qué no lo va a declarar?!

43
Legna
 2/4/20 13:36

jajajaja Que manera de reirme con los ultimos párrafos, es que la mente me transporta un poco a mi situación actual...caballero que ya uno pica en los llamados tembas, yo que me he resistido  a estar en la plaza de profersora y siempre estuve en el otro bando hoy la vida me puso a prueba en el papel de ¨cougar¨ sin proponermelo siquiera!! Y para los intichismosos, sí, me refiero a la piecesita. Pero nada, superado ya el asunto, comprobado las habilidades de caza intactas sigo en mi bando predilecto,ya que no puedo ni quiero prescindir de la pieza mayor!! Esa sí me trae de cabeza.jajaja Saludos y Cuidense de todos los coronabichos.

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