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sábado, 23 de noviembre de 2024

Descubrir la zona mágica

Como parte del aprendizaje de la vida es normal transitar por diversas "zonas", sin embargo, en ocasiones nos volvemos conformistas o reticentes al cambio...

Cubahora
en Exclusivo 07/03/2014
1 comentarios
zona de confort
Es necesario arriesgarse, dejar a un lado la zona de confort y adentrarse en la zona mágica.

A veces para romper la inercia y salir adelante es necesario arriesgarse, dejar a un lado la zona de confort y adentrarse en la zona mágica… La afirmación la escuché recientemente cuando intercambiaba con amigos profesionales del campo de la psicología, y me llamó la atención pues esta teoría era muy ilustrativa de la vieja tendencia del ser humano de resistirse al cambio, y el perenne temor a arriesgarse en la conquista de un sueño.

A menudo nos encontramos en situaciones rutinarias o en apariencia "confortables", que nos hacen sentir una especie de estado de seguridad, sin embargo, a la vez sentimos un vacío o estancamiento, que motiva a pensar en aquello que se desea como proyecto.

Y es que ese justamente es el análisis que nos propone la transición de una zona de confort, a la de aprendizaje y finalmente a la mágica. Es muy frecuente encontrarnos en la primera, esa que representa todo el mundo conocido, el que la persona es capaz de controlar, al que estamos habituados y en el que nos sentimos más o menos a gusto.

Si bien es positivo y hasta necesario ir creando esa zona de confort en el transcurso de la vida, en ocasiones ello se puede convertir en un problema si esta comienza a actuar como una jaula que impide el desarrollo, y el aprendizaje ante lo desconocido.

De acuerdo a la teoría, cuando esto ocurre, la comodidad y el miedo a lo «extraño», van regulando nuestra mente y actitud en las fronteras de la zona de confort, y nos condicionan a no salir de ella.
Pero todo en la zona de confort no es bueno, pues junto a lo rutinario o, en apariencia seguro, aparecen situaciones y conflictos que entorpecen la felicidad, e incluso nos alejan de la persona que verdaderamente queremos ser.

Ante la falsa condición de que "más vale malo conocido que bueno por conocer", muchas personas se refugian en estas rutinas de vida y aparecen el conformismo, y el desánimo.

Aunque fuera de esa zona de confort se encuentran también experiencias negativas, lo inesperado, las oportunidades, las aventuras o las nuevas vivencias son siempre una fuente inagotable de aprendizaje.
Cambiar de estudios, transitar por diversas etapas del conocimiento, la pareja, la familia, la ciudad, el país, todo aquello que nos rodea, y que se transforma a diario nos antepone en la línea de cambio frente a la zona de confort.

Para los especialistas, la zona de aprendizaje representa esas escapadas a nuevos espacios de la vida, con estímulos que nos permiten aprender y ampliar nuestras visiones. Como consecuencia de estas experiencias no cotidianas, la zona de confort se amplia y enriquece.

Pero, cuál es entonces la zona mágica. Una vez traspasadas las barreras de lo conocido, allá donde se encuentran el riesgo, y el empeño de lo que se quiere lograr, está la llamada zona mágica, aunque en ella tampoco se escapa de un desengaño.

A diario hay personas que creen que si salen a la zona mágica no podrán volver atrás, que su zona de confort desaparece. Sin embargo, todo se trata de una acumulación de conocimiento, experiencia y, sobre todo, creatividad.

Esta es la clave para conseguir lo anhelado. Según exponían los expertos, en esa transición se anteponen la tensión emocional y la tensión creativa, como dos fuerzas opuestas.

La primera tiende hacia la zona de confort y la segunda te hace avanzar hacia el exterior, pero poder avanzar habrá que conseguir que la motivación supere los miedos.

En este empeño, en ocasiones, querremos volver a la zona de confort, especialmente si algo sale mal. Sin embargo, contrario a lo que parezca, el camino de vuelta no es tan largo como el de ida.

En ello es importante tener paciencia con la preparación, confianza en tu objetivo, preparar bien tu estrategia, ser perseverante y positivo.

Digamos que la conclusión es que ese camino constante de aprendizaje, de aciertos y desaciertos, entenderemos como gestionar correctamente los miedos, creer en nosotros mismos, transformar los prejuicios, y encontrar el camino para seguir siendo o llegar a convertirnos en la persona que nos hace ser auténticos, felices… humanos.


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Se han publicado 1 comentarios


Maykel Llanes
 4/4/14 12:30

Yo vi un video instructivo, que estaba recreado y explicaba todo esto mediante dibujos y textos, esta de lo mas interesante el tema. Es cierto nos quedamos sin experimentar y conocer nuevas cosas por miedo a que valla a ser malo, y perdamos el equilibrio de lo conocido, pero en ese indagar pueden aparecer cosas que nos hacen crecer.

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