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lunes, 25 de noviembre de 2024

Dis-parejas

Planeaba hacer bromas a costa de los disparejados del grupo… pero no me nace...

Mileyda Menéndez Dávila
en Exclusivo 07/05/2024
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Dis-parejas
Contarles cómo uso los calcetines dispares con total liviandad, sin temer la perplejidad de mi madre o las burlas mimosas de Jorge (Jorge Sánchez Armas/Cubahora) (Jorge Sánchez Armas / Cubahora)

Hay un día mundial o internacional para casi todo lo que se te ocurra. ¡Lo que sea! Piensa y búscalo en internet, y si no está, haz tu propuesta, que siempre alguien te seguirá la rima, porque la vida toma forma con pequeños detalles y a la gente le gusta resaltarlos, por vanidad o gratitud.

Adrian dice que él no. Nuestro fotógrafo le hace un poquito de alergia a eso de celebrar cosas irrelevantes. Yo me divierto con eso en el grupo, y lo provoco, porque la vida humana es ceremoniosa y lleva acentos y mayúsculas, incluso puntos suspensivos antes de cada comedia o desgracia.

Si pudiera elegir, en una semana como esta preferiría celebrar el 9 de mayo, Día de las Medias Sin Pareja, y no el 8, dedicado a las víctimas de la Segunda Guerra Mundial.

No es que quiera olvidar los 50 millones de muertos de aquellos aciagos años en que nacieron mis padres, o los otros tantos desplazados de Europa y África; ni sus huérfanos, viudos, traumatizados, mutilados… No.

Ni quiero ni puedo, por dos grandes razones. La primera es lo que esta ocurriendo ahora mismo en Gaza, donde cada día perdemos a cientos de personas por la soberbia, la estupidez, la ambición, el desenfreno de unos pocos, aunque haya muchos ¡muchos! pidiendo en todo el mundo que acabe esa amargura.

La segunda es porque estuve, 32 años atrás, en un par de campos de concentración nazis de la extinta Checoslovaquia, ya convertidos en museos, por supuesto, y al horror de la historia que encierran (de la que aún hay sobrevivientes, aunque la gente crea que eso pasó hace muuuuuucho tiempo) se sumó entonces el espanto de escuchar argumentos de quienes decidieron olvidar aquel desamparo, a menos de 50 años entonces, a riesgo de repetirlo en el próximo medio siglo.

Por eso entiendo, y valoro, que haya un día mundial para recordar la hecatombe, y que sea en la fecha del inicio del fin de aquella página pavorosa de la era moderna. (No antigua, ni medieval, ni prehistórica, insisto), y que ese día se venere además a la Cruz Roja y la Media Luna Roja, la otra cara hiperhumana de la moneda bélica.

Pero resulta que el 8 de mayo es también el cumpleaños de mi superhéroe, y será éste el primero de mi vida sin que lata la suya; sin abrazarlo cerca o lejos, feliz o gruñón, en la naturaleza o entre sus hierros, que heredé, como siempre le dije, aunque la vida le hubiera dado cuatro hijos machos.

¿Qué esto es Intimidades y toca hablar de medias sin pareja…? Lo sé. Planeaba hacer bromas a costa de los disparejados del grupo, y contarles cómo uso los calcetines dispares con total liviandad, sin temer la perplejidad de mi madre o las burlas mimosas de Jorge, ambos acostumbrados ya a mis aretes libres de combinación entre sí (y hasta con la ropa), porque, de todas formas, las orejas tampoco son iguales…

Pensé incluso hablarles de la agencia de celestinaje que planeamos abrir en el grupo de WhatsApp para los renegados del amor, las que se dicen “quedadas”, les incomprendides sociales, y cualquiera que se tome a mal la soledad demorada y no entienda que emparejarse es más que enamorarse.

Pero no puedo, amigos. No me nace. No logro comprender cómo es que todos en este planeta estamos hechos de las mismas moléculas y usamos la energía de maneras tan extremas.

¿Cómo alguien puede cenar con la familia y hacer el amor en una habitación climatizada, y al otro día montarse en un avión para soltar sus bombas sobre miles de seres que ni siquiera han disfrutado un bocado en días?

¿Cómo hay gente que cría mascotas de distintas especies y similar pelaje, sólo por disfrutar la sonrisa de asombro ante su fabulosa dis-pareja domesticada, y a pocas puertas de la suya alguien enseña a sus hijos a creerse mejores que otros por el color de la piel o la fe que los motiva?

Ahora, trasnochando frente a la pantalla, entiendo un poco mejor de qué va tanta diferencia: la familia, ¡esa es la razón! Ese es el origen de lo bueno y lo malo que nos constituye; nos ciega o ilumina con amor… Buen tema para una peña de tercer miércoles en el Muelle de Luz.

A ver, este mes cae… ¡cae 15 de mayo! Justo el Día Internacional de las Familias, y el Día de la Objeción de Conciencia. ¿Viste, Adrián, que todo tiene un cuándo y un por qué digno de celebración?  


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Mileyda Menéndez Dávila

Fiel defensora del sexo con sentido...


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