Aunque existe una creencia generalizada de que el hombre puede esperar hasta los años más avanzados de la adultez para engendrar sin problema alguno, estudios recientes han demostrado que, al igual que la mujer, los varones comienzan a tener afectaciones en la fertilidad cuando se acercan a la vejez.
Y es que la calidad de los espermatozoides puede disminuir considerablemente con el paso de las décadas de vida, lo que significa que ellos también deben estar alertas a su reloj biológico y el conteo regresivo.
Se estima que los mayores volúmenes de esperma se producen entre los 30 y 35 años de edad, con unos 3,51 ml; mientras que a partir de los 55 disminuye puede disminuir a menos de 2,21 ml.
Al analizar la movilidad de los espermatozoides las investigaciones han descrito que el movimiento rectilíneo con mayor resistencia se aprecia en los varones menores de 25 años, y que los peores resultados se observan tras la quinta década de vida.
Por si fuera poco, la motilidad general de los espermatozoides puede sufrir con la edad una reducción de más de la mitad: mientras que los hombres entre 30 y 35 años muestran un valor medio de 103 millones con movimiento, en los de más de 55 años se observa un valor medio de tan sólo 46,68 millones de espermatozoides.
Una pesquisa realizada en el año 2007, en Israel, a más de 6 000 hombres permitió establecer una correlación entre la edad del hombre y los parámetros volumen y motilidad de los espermatozoides, un elemento que hasta estos últimos años se mantenía en silencio.
Con estos resultados se establecía que en ellos la mejor edad para tener hijos era, sin dudas, hasta la primera mitad de la tercera década de vida, y que a partir de entonces las posibilidades se reducían peligrosamente.
CALIDAD GENÉTICA DE LA ESPERMA
Con el paso de los años y el arribo de nuevas investigaciones se ha establecido que con la edad avanzada del hombre no solo se afecta la calidad y cantidad del semen, sino que se degenera su concepción genética.
Una pesquisa publicada en la revista Nature mostró que los hombres que tienen hijos a los 40 años pueden transmitir a su descendencia el doble de mutaciones genéticas, a diferencias de los padres de 20 años.
El reporte sobre el estudio, publicado en la BBC mundo, señaló que uno de los elementos de mayor incidencia es el riesgo de esquizofrenia, autismo y otras enfermedades genéticas.
En él uno de los expertos principales de la investigación advirtió que, al igual que las féminas congelan sus óvulos, los hombres deberían considerar esa posibilidad para las próximas décadas.
De acuerdo a los resultados, se describe que el número de mutaciones genéticas de un niño puede estar directamente relacionado a la edad en la que el padre lo concibió.
El doctor Kari Stefansson, autor de la investigación, explicó como los indicios muestran que la edad de los hombres, y no la de las mujeres, pueden tener un efecto mayor en la salud mental del niño.
Se dijo que los padres más viejos y sus mutaciones genéticas pueden estar relacionados con condiciones neurológicas, pues el cerebro depende de más genes para su desarrollo y regulación.
Los expertos sostienen que la razón por la que los varones transmiten el mayor grado de mutación es que las mujeres nacen con todos sus óvulos, mientras que ellos producen esperma nuevo durante toda su vida adulta, y con el tiempo pueden suceder no pocos errores genéticos.
La pesquisa indica que entre los principales desórdenes mentales asociados a la edad de los padres está la esquizofrenia y el autismo.
La conclusión se relaciona también con el hecho de que la edad promedio de los papás ha venido aumentando desde 1970, período en el que se ha incrementado también el número de mutaciones o alteraciones de ADN.
No obstante, el doctor Stefansson significó que, desde una mirada a largo plazo, la decisión de algunos hombres de engendrar con mayor edad puede estar acelerando la evolución de nuestra especie.
"La alta tasa de mutaciones es peligrosa para la próxima generación, pero está generando una diversidad de la cual la naturaleza puede seleccionar para luego refinar este producto que llamamos hombre", afirmó.
Sin embargo, los resultados aún no pueden ser conclusivos, para ello se requerirían muchas investigaciones que muestren un impacto más exacto que pueden tener los años del padre sobre la salud del niño.
A ello se suma la advertencia de evitar trastornos que se agudizan con los años, como los daños provocados por el tabaquismo, la ingestión frecuente de bebidas alcohólicas u otras sustancias peligrosas.
Y aunque los hallazgos no deben alarmar a los padres mayores, si es pie forzado para invitar a una reflexión a todos los hombres que gustan, al igual que las mujeres, de posponer demasiado la concepción de una familia.
A partir de estos resultados sería bueno otorgarle igual importancia al factor edad para ambos sexos, no solo desde la responsabilidad individual sino de las técnicas científicas creadas para ayudar a hombres y mujeres, para que todos tengamos iguales oportunidades a la hora de planificar una familia pasados los 30 años de edad.
Términos y condiciones
Este sitio se reserva el derecho de la publicación de los comentarios. No se harán visibles aquellos que sean denigrantes, ofensivos, difamatorios, que estén fuera de contexto o atenten contra la dignidad de una persona o grupo social. Recomendamos brevedad en sus planteamientos.