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sábado, 23 de noviembre de 2024

¿Intuitivos o lógicos?

Muchas o la mayoría de las decisiones son intuiciones resultado de la propia subjetividad humana…

Mayte María Jiménez
en Exclusivo 14/03/2014
2 comentarios
intuición pareja
Cuando conocemos a alguien siempre entra en juego, primero que nada, la intuición.

A diario tomamos un sinnúmero de decisiones en la vida. Ante disímiles situaciones, el cerebro establece un conflicto de "intereses mentales", mediante los cuales se contraponen intuición y lógica. En una carrera por hacer prevalecer un punto de vista sobre otro, las contradicciones aparecen, desde lo que comemos hasta lo que creemos y somos como personas, incluso en la decisión de juzgar, amar u odiar por determinada circunstancia.

Pero, ¿por qué somos víctimas de esta guerra de "sentidos"? A la hora de establecer una pareja, por ejemplo, utilizar la intuición puede definirse como una voz interior que nos indica cuál camino tomar, a quién elegir, o qué buscar en la intimidad de la relación.

Se dice que esta actitud es algo que no se vincula con la razón, sino más bien con los sentimientos, por eso es difícil explicar por qué hacemos algo que nos dicta la intuición, y no nos guiamos por lo supuestamente racional.

Hasta hace pocos años la psicología social expresaba que las decisiones se regían exclusivamente por las leyes de la razón, pero recientemente se definió que muchas, o la mayoría, son intuiciones que, sorprendentemente, se toman desde la subjetividad.

Las ciencias cognitivas solían menospreciar así el papel de la intuición. Sin embargo, ahora se conoce que estos impulsos pueden ser mucho más eficaces que una elección racional. Estas suelen ser decisiones que aparecen en nuestra consciencia sin que sepamos de dónde vienen, pero que son tan fuertes que nos impulsan a actuar.

En la mayoría de las veces, esos impulsos nos conducen a la respuesta adecuada, aunque no haya una generalidad. En realidad se trata de «atajos» que tiene el cerebro, como resultado de estrategias que ha desarrollado durante miles de años de experiencias e informaciones acumuladas para ser más eficaz.

La literatura describe cómo la neurociencia plantea que la inteligencia funciona a menudo sin pensamiento consciente; de hecho, la corteza cerebral, donde reside la consciencia, está llena de procesos inconscientes, al igual que las partes más antiguas del cerebro.

En ello juega un papel importante la memoria, que  recurre a experiencias acumuladas y las coteja con la información que recogió el cerebro, para luego deliberar, influidos por nuestro estado emocional.
Así, se ha demostrado que cuando conocemos a alguien siempre entra en juego, primero que nada, la intuición. En el simple hecho de hacernos una impresión de alguien sin siquiera conocerlo está la prueba de que no todo es racional.

Obviamente, si luego no se pone en práctica el razonamiento lógico, puede llevarnos a cometer errores y a equivocarnos sobre alguien o algo. Está bien escuchar lo que "dice el corazón", pero también hay que saber usar la lógica. Ambas son formas complementarias del conocimiento y hay que aprender a utilizarlas juntas de forma equilibrada.

La inteligencia intuitiva es muy útil en momentos en que se maneja demasiada información para tomar una decisión. Por ejemplo, puede suceder que al conocer a una persona, no puedas decidir si volver a verla o no, por tanto, puedes dejarte guiar por tu lado más intuitivo.

Pero, no siempre esta es la mejor salida…dejarse llevar por esta corriente del corazón no es tan sencillo como parece. Si bien se activa fácilmente al inicio de una relación, cuando vas conociendo al otro y recolectas información es difícil dejarla de lado para decidir en función de una intuición.

Según algunos expertos, la intuición es una especie de fuente energética que interactúa con el campo de las otras personas, por eso es que nuestras emociones influyen en los demás y en nuestra relación con ellos.
Esta teoría señala que cuando el propio campo electromagnético entra en armonía con el de alguien más se produce lo que se conoce como «química», en esas situaciones ambos campos se amplían y consiguen una armonía.

Se dice que el campo electromagnético del corazón es, según los resultados de variados estudios, cinco mil veces más potente que el del cerebro y ocupa una distancia de aproximadamente dos metros alrededor de nuestro cuerpo.

DE LA LÓGICA AL APRENDIZAJE

Un estudio del científico psicológico de la Universidad de Toulouse, en Francia, Wim De Neys, señalaba recientemente en la revista Perspectivas on Psychological Science, que la forma de tomar decisiones de los humanos podría seguir la lógica como una forma de pensar intuitiva.

Según expone durante décadas la ciencia ha sugerido que, cuando las personas toman decisiones, tienden a ignorar la lógica y decidir de forma visceral, pues siempre median demasiados factores, razonamientos o emociones.

En la investigación los psicólogos argumentaban la posibilidad de que la gente no use tanto la lógica cuando toma decisiones sobre el mundo, sino que siguen más sus sentimientos viscerales, aunque tienen la sensación de que lo que están haciendo a veces es incorrecto.

En este sentido, se plantea que algo no es correcto en relación con la decisión que están tomando, proviene de un intuitivo sentido de la lógica. Otros científicos, sin embargo, han descubierto que los niños comienzan a pensar de manera lógica muy temprano, solo que después "increíblemente", se va perdiendo.

Cierto o no, el punto en el que coinciden diversos estudios es que por lo general tendemos a ser más intuitivos que lógicos en las cotidianidades de la vida. Primero porque algunos argumentos «decidores» ya van siendo parte intrínseca de nuestro pensamiento, y segundo, porque ante muchas disyuntivas nos dejamos llevar más por lo que sentimos que por lo que pensamos.

Claro está que eso es más fácil cuando hablamos de cuestiones más pragmáticas de la vida y no de relaciones humanas. Si median los sentimientos es muy difícil, como sostienen los psicólogos, que la persona sea capaz de ver el asunto desde una mirada más objetiva, y por tanto se deja llevar por la primera "corazonada", o lo que es igual…esa voz interior.


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Mayte María Jiménez

Periodista del Diario Juventud Rebelde y editora del Suplemento En Red, dedicado a Ciencia, Salud, Tecnología y Medio Ambiente. Aborda temáticas relacionadas con juventud, sociedad, salud, ciencia, economía y otros tópicos de la actualidad nacional de Cuba. Coautora del libro Periodismo incómodo: la cuadratura del círculo, de la Editora Abril

Se han publicado 2 comentarios


Francisco Antonio
 26/12/14 21:43

Pienso que Lisandra, es un poco periodista y un pocco psicóloga al mismo tiempo, es una apasionada de estos temas. Referente al artículo explico que nuestros analizadores, los medios que nos ponen en contacto con el mundo que nos rodea, ojos, oídos, piel, boca, etc, llevan los estímulos, (por vía aferente)  que recibimos directamente al sistema límbico, " cerebro más antiguo" centro de nuestras emociones, en especial las amigdalas, ahí son procesados para luego ascender a nuestro "cerebro lógico" y emitir una respuesta (por vía eferente) a nuestro organos efectores, actuantes... ¿que quiero decir con esto? que primero por aspectos meramente biológicos, fisiológicos, primero nos emocionamos, sentimos y luego pensamos, decidimos, hacemos. Esto ocurre de manera tan rápida que no nos percatamos, acordemonos de esa frase tan usada que dice: "Él/Ella hizo eso sin pensarlo" eso cuando algo sale mal, pero si sale bien, entonces se dice diferente. En esencia, como esto es un proceso biológico, fisiológico, lo que debemos tratar de hacer es aprender a reconocer nuestras emociones, nuestros sentimientos, procesarlos, eleborarlos y luego actuar, decidir...en una palabra, lo que llamamos MADUREZ, con un apellido EMOCIONAL.....pero siempre primero nos emocionamos, en el caso del artículo, intuimos (mezcla de emoción sentimiento y pensamiento) y luego actuamos, dentro de la normalidad, claro. Igualmente se dice (se ha estudiado) que cuando conocemos a una persona y nos acercamos, nuestro campo magnético (bioenergia) comienza a interactuar con el de esa persona, se interrogan, "dialogan" antes que lo hagamos concientemente, de ahí surge eso que decimos con frecuencia. Fulano me cae bien/mal pero no se porque, así de gratis. Nos ha pasado a todos.

cassie
 24/3/14 11:18

es dificil porque es cierto que si los sentimientos son los que te guian no se pierde

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