Una milagrosa pausa en la estridente música del vecino me dejó oír la voz de mi madre, quien desde el patio gritaba algo de lo que debo ocuparme esta ajetreada semana. Para salir del paso le respondí “Hay que ver...”, y ella arrancó a cantar una de esas tonadas que aprendí en mi infancia, pero no sé su origen:
Hay que ver, hay que ver, hay que ver / la ropa que hace un siglo usaba la mujer. / Creo yo, creo yo, creo yo / que de una de esas faldas salen lo menos dos (…) Yo no sé cómo entonces las mozas andaban con gracia: / La mujer que se hiciera dos trajes / su casa arruinaba…
Me divirtió la pertinencia de su canto como fondo al debate vibrante en el wasapeo de Senti2, un grupo sin horario de cierre, tan diverso y jacarandoso como una terminal de trenes, pero con una ética a prueba de descolocados.
El tema del vestuario provocativo lo inició el lunes Anita cuando contó que se había ido para el trabajo ligera de mordazas en el piso de arriba. Un asunto fue llevando a otro, y cerca de 300 comentarios después aún no quedaba claro si está bien que las mujeres “decentes” prescindan de la ropa interior cuando les da la gana, o usen faldas cortas, transparencias, licras, bikinis, calenticos… o qué rol juegan los hombres alrededor de ellas.
Creo que jamás un tema se había extendido tanto en el grupo, y fue bueno porque salieron muchas respuestas estereotipadas, prueba clarísima de cómo el machismo nos educa para autoflagelarnos con los estándares de ¿belleza?, y de paso nos divide, al mantener nuestras mentes revolcadas en el escarnio hacia quienes se atreven a (des)cubrir su propia piel, en todas las acepciones de ese verbo y su antónimo.
El cierre (por ahora) lo dio Abraham a las 22:51 del miércoles con un comentario que me encantó: “Tú te vistes como te sientas feliz (…) Qué pena da que una mujer piense así”, en respuesta a una muchacha que criticó a las que usan licras sin atender la censura del espejo.
Al leerlo suspiré aliviada, recordando ese concepto que cada vez más se abre paso en la sociedad posmoderna: la sororidad, ese respeto empático entre mujeres que debería ser natural, pero lo ahogan nuestras matrices culturales desde la cuna, cuando nos ponen a competir por títulos como el de la princesa más linda, la niña más recatada o la mejor formada, refiriéndose a proporciones del cuerpo, no a la adquisición de conocimientos útiles para la vida.
El premio a las ganadoras es casi peor que el desprecio a las otras, las caguamas, cuadradas, tapones, canillúas, desculadas, escobas, lisas, varicosas, pecosas o celulosas, las que no tienen permiso para mostrar o insinuar su pellejo porque desestructuran la tranquilidad del disfrute del mirón patriarcal.
El premio a la miss Perfecta es la exigencia de seguir siendo cosificada toda la vida si no quiere perder su principado, así le cueste sacrificios, dolores, ansiedades… El premio es la angustia de estar siempre impecable, lista para ser devorada por los ojos masculinos, que la irrespetan como no-igual, y para ser devaluada por otras mujeres que compulsivamente compiten y comparan, juzgándola inconscientemente con la vara que también las oprime.
Es lo que aprenden los varones cuando van por la calle y sus adultos les exigen mirar, piropear, tocar incluso, porque se están entrenando para dueños.
Es lo que aprenden las niñas y las chicas trans, que de todas formas serán criticadas al crecer: las primeras si eligen no ajustarse a esos mandatos, y las segundas, por intentar desesperadamente cumplirlos para que el mundo “tolere” a la mujer que vive en su interior.
Aunque no esté en el currículo oficial de las escuelas, todos cursamos la asignatura de la dominación del cuerpo femenino, y aprobamos con sobresaliente cuando naturalizamos frases como “no queda bien” “defecto de fábrica”, “eso no es pa´ mí”, “te estás regalando”, “se marca todo”…
¿Y qué es lo que se marca, a ver? ¿Qué tenemos caderas, algo para sentarnos y extremidades? ¿Qué somos hembras con más o menos volumen y firmeza en cada zona? ¿Qué no somos sirenas ni centauras ni esfinges…?
La “marca” femenina es más profunda y dolorosa, y lleva trabajo desprenderse de ella para actuar desde el respeto a la diversidad fenotípica y al derecho a lucir lo que cada cual elija según sus circunstancias sociales.
Se puede eliminar, pero hay que lavar el alma todos los días en el amor al prójimo, con se lavan las princesas el fatigado maquillaje para intentar ser, al final de cada día, una mujer y nada más.
Leandro
10/12/20 15:23
buenas tardes........lo que sucede con las críticas que también pueden masculinas, esta dado porque muchos hombres se han vuelto cretinos, imbéciles, etc,.......en sus mentes está la palabra MODA....no hay más nada.....lo que a muchos le interesa es que, aunque escriban la palabra "VURRO" con "V".....no importa, siempre y cuando vistan a la moda y enseñen algo....la palabra valores para estos no existe.....ufff y hay mucho más para comentar....
alfil
21/10/20 12:02
Felicidades a Mileyda en el cumpleaños 55 de JR.
Espero que pronto pueda recuperar sus peñas y talleres, a ver si tengo la suerte de sumarme a alguno.
Nor1
19/10/20 13:42
Muchas condiciones influyen, todo no es blanco y negro; edad, momento, lugar, apariencia, autoestima, tolerancia, calidad, poder adquisitivo, moral, regulaciones sociales, educación, bienestar personal... Creo que no se me queda nada. Ja!
Georgesanz
16/10/20 9:02
Muy de acuerdo con todo lo planteado, sería interesante un debate sobre como se lidia con estos temas en pareja, cuando se tienen diferencias con respecto a la solvencia económica, es un tema complejo y parece redundar en lo mismo que se plantea acá, pero es algo muy latente y definitorio a la hora decidir y resulta en muchos casos vistos, como un motivo de no pocos dolores de cabeza, creo que sería un buen tema para el whatsapeo... Que tengan un excelente día.
Legna
15/10/20 20:49
Hermoso plasmaste como solo tú sabes hacerlo lo que quise decir al proponer el tema. Ah yo seguiré por aquí firmando como Legna...aunque ya muchos saben que Anita-Legna somos una. A gladys...soy pasada de peso...enana, y ya estoy en lis segundos tá...me pongo lo que yo quiera, no tengo que complacer a nadie mas que a mí. Intentelo. Saludos a todos¡¡.
gladys
16/10/20 21:34
Legna yo estoy en los terceros tá y soy alta imaginate... con un esposo celoso además..
puntualita91
19/10/20 11:08
Gladys, si su esposo es celoso no importa lo que usted haga, siempre lo va a ver mal. Tengo una cuirosidad y perdone si le parece muy entrometido, no està obligda a responder, of course: ¿Por qué está con un hombre que sabe celoso y seguro le hace pasar muy malos momentos con eso? Yo no aguanbtaría mucho.
gladys
19/10/20 17:51
Puntualita91 porque todos tienen defecto, y todos celan unos más y otros menos, pero al final te celan,en todo lo demás es casi perfecto y como dice el dicho Cambiar de marido es cambiar de problema...Yo comente que me ahorraria problemas no solo por él sino por otras viejas más feas que se estan fijando si me pongo un tal o más cual indumentaria y he tenido que rebatirle en varias ocaciones, pero yo sigo haciendo lo que quiero pero con medida...
Julio Enrique
15/10/20 12:01
Baile al compás que usted se sienta cómodo sin importar que género se está escuchando, a fin de cuentas todo parte de que usted mismo se divierta aunque el resto del mundo considere que está ido de revoluciones. Por eso nadie puede sacarlo de la fiesta ni tiene derecho a ponerle un traspié.
Hay que continuar educándose, educándonos, en el respeto al derecho ajeno, que es la paz. Hay que gestionar la libertad desde la mente, despojarnos de prejuicios y modelos predeterminados. Todo el mundo cuenta, y donde la melancolía atacó a un roto, vino un descocido y lo sacó a bailar.
alfil
19/10/20 11:06
Usted es un hombre hermoso en sus palabras, muy certeras y muy bien escritas, por cierto. No sé cuál es su profesión pero debería estar escribiendo con la Milo en Juventud Rebelde, que según veo ella publica colaboraciones. Yo me he sentido fuera de revoluciones muchas veces a lo largo de mi larga vida, y ya no me importa cómo gire el mundo. Tengo mis patrones anticuados, según descubro leyendo aquí otros criterios cada semana, pero ya puedo descubrirlos y no me aferro a ellos, como hacía antes. En serio debería escribir mucho más usted, es un gusto leerlo.
Florentino Ariza
15/10/20 11:27
Buenos días a todos. Encendido tema que tiene muchas aristas por donde observarlo. Tendríamos que ser educados con más libertad del cuerpo pero eso no ha sido así. Ahora pregunto: Si una profesora, digamos que de alumnos adolescentes va a impartir una clase con una falda corta que con cualquier inclinación corre el rriesgo de mostrar sus ropa interior (de traerla) a sus alumnos o una licra donde deja bien expuesto el triángulo maravilloso de las "bermudas" cómo reaccionará ese estudiante que por la edad actúa por puro instinto, a esa edad en la somos todo morbo, ante la clase. Se podrá concentrar bien o más bien se dará a la tarea de archivar imágenes para posteriormente "darle alguna utilidad" . Qué piensan ustedes del particular?. Gracias por el tamazo Mileyda y saludos a todos.
gladys
15/10/20 12:58
Florentino en esos casos es diferente, igual que un Hospital hay que ir correctamente,
Yari
15/10/20 10:54
Yo viví tanto complejo a la hora de vestirme, que encontraba que todo me quedaba mal, y andaba por la calle cabizbaja. Lo que hacen los estereotipos! Ahora sí me visto según me sienta cómoda, uso licras y todo. Lo aprendí con algunos libros de autoestima y disposición propia. Me gusta usar ropa corta, en fin, todo con lo que me sienta bien.
Maura villalobos tapia
15/10/20 10:44
Milo como siempre exelente comentario y bellas palabras para describir lo q piensan algunos. Yo me visto como quiero por q me hace feliz la ropa corta y el que mire y no le guste no me incumbe total para gustos colores, curvas doblemente hermosas o flacas. No se acaban de dar cuenta q lo q vale verdaderamente es la intelecto, valores y sentimientos de nosotras las mujeres
Laly
15/10/20 10:31
El Ninja se parece a mi esposo....
gladys
15/10/20 10:26
Que bueno sería si nos pudieramos vestir como más nos guste sin ser criticadas por los demás, ni celadas por el esposo... Yo seria más feliz y me hubiese ahorrado muchos problemas por eso porque me encanta la ropa ligera y comoda y por la edad y unas libras de más ya no me lo permiten...
puntualita91
15/10/20 12:09
No son las libras las que no te lo permiten: vuelve a leer y entiende que es la sociedad la que nos hace la vida más odiosa por ser mujeres. Conmigo que no cuenten pa que les lleve la rima, mi jevito sabe que en mi ropa y mi tripa mando yo y no paso ni calor ni hambre por complacer apariencias. !Tutaslocaaaaa!
Fefita
15/10/20 12:13
Muy de acuerdo con la crònica de esta semana, y creo que se quedò corta en adjetivos. A mì tambien me han dicho que no me ponga tal ropa de colores fuertes porque mi piel "brilla", o que no salga en chancletas pegadas al piso porque en las blancas es moda pero en las negras es cochinada, por no hablar de los que piensan que si se me ven las rodillas es que estoy a la venta. Oajlá estos temas se dabatieran en las escuelas y las cuadras, para acabar con la discriminaciòn de todo tipo
gladys
16/10/20 21:48
Puntualita91 las mismas mujeres son las que más te critican,...
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