Hace más o menos tres años leí en la revista colombiana El Malpensante el texto Sal con una chica que no lee, escrito por un jovencito de nombre Charles Warnke. Desde aquel momento comencé a darle vueltas al tema de las mujeres lectoras y lo que piensan los hombres de ellas (nosotras). Ahora aprovecho este espacio para compartir mis dudas con ustedes.
Podrán pensar que ando detrás de la pelusa de la contrapelusa, pero fíjense si es serio el asunto que Warnke en su texto sugiere salir con una chica que no lee “porque una vida en el purgatorio es mejor que una en el infierno”. Es un planteamiento bastante fuerte, ¿verdad?
Más adelante, el autor agrega: “Tú, la chica que lee, me hace querer ser todo lo que no soy. Pero soy débil y te fallaré porque tú has soñado, como corresponde, con alguien mejor que yo (…). No te resignarás a vivir sin pasión, sin perfección, a llevar una vida que no sea digna de ser narrada”. ¿Será que no hay manera de complacer a las lectoras?
Imagínense cuántos hombres y mujeres han repasado este escrito –como yo–, para encontrar puntos en común con su historia personal, que aún encabeza la lista de Lo más leído de El Malpensante.
Pero el autor de Sal con una chica que no lee no descubrió el agua caliente, solo removió las cosas para desatar la polémica y tuvo, por supuesto, una respuesta femenina, publicada en la misma revista. Con el título Sal con una chica que lee salió la réplica de Rosemarie Urquico, no tan llevada y traída como su antecesora, pero tan seria como aquella.
Yo, que soy una reincidente en eso de involucrarme con lectores fervientes –quienes sienten la obligación de alfabetizarme en cuestiones de lecturas – decidí enviarle por email el escrito de Warnke a este chico de letras que argumenta no tener tiempo para “eso que yo leo”. La sorpresa llegó por la misma vía y me alegró no solo saber que había sacado un espacio de su agenda literaria para leerlo, sino que también me escribió una disertación.
“Está claro que las "chicas que leen" son despreciables, porque, entre otras razones, adoptan, sin merecerlo, el punto de vista de esos autores que leen y, sin poder esgrimir un argumento razonado con qué reducirte, adoptan cualquier argumento o chiquillada petulante digna, según ellas, de trascender en la cabeza del otro como destello de originalidad, singularidad”, he ahí parte de la respuesta de mi lector, opinión que a mí me preocupa y divierte al mismo tiempo.
Definitivamente las mujeres lectoras, aunque no son lo bastante freaks para trabajar en los circos, tampoco pasan desapercibidas. Tal vez la cuestión está en que una conversación sobre literatura o periodismo solo tiene sentido entre amistades o colegas, es decir, que en el juego de la conquista es más eficiente ir directo al grano y no disgregarse con las letras. Pueden leer las mujeres, sí, pero es más saludable ocultarlo para “triunfar en el amor”.
En los días navideños, mientras me dedicaba al ocio en Pinar del Río, ¡qué rico tener tiempo para pensar!, encontré algunas pistas en la literatura, miren esto:
—No tenés por qué irte —dijo la Maga— ¿Hasta cuándo vas a seguir imaginando falsedades?
—Imaginando falsedades —dijo Oliveira—. Hablás como en los diálogos de las mejores novelas rioplatenses. Ahora solamente te falta reírte con todas las vísceras de mi grotesquería sin pareja, y la rematás fenómeno.
¿La reconocen, verdad? La mismísima Rayuela. Esta novela – y aclaro que me fascina– nos muestra a un Horacio que, aunque ama a la Maga, tiene que erigirse juez ante la ignorancia de esta lectora. Releí para escribir este texto el hermosísimo capítulo 34 donde el argentino alterna una lectura de la Maga con sus pensamientos, y constaté que ni en las historias de amor las lectoras escapan de los juicios de sus intelectuales parejas.
Sobran los ejemplos –cubanos, además–, pero no quiero aburrirlos, basta teclear las palabras “mujeres que leen” en el buscador de Google para que se despliegue un grupo de páginas que incluyen columnas de medios oficiales y blogs –escritos por hombres y mujeres- sobre lo que significa ser mujer y lectora y cómo esta “condición” incide en la relación romántica.
Por supuesto, también abundan opiniones masculinas que encuentran tremendamente sensuales a estas “hadas de las páginas”, sí, pareciera que se trata de seres fantásticos. No faltan quienes se han dedicado a pintarlas y fotografiarlas. Por ahí andan las imágenes de la Marilyn Monroe enfrascada en la lectura, sobre las que algunos opinan que son solo pose, mientras otros defienden el genuino interés de la actriz por la literatura.
Sobre este rastro visual que ha quedado de las mujeres frente a los libros, les recomiendo el volumen Las mujeres, que leen, son peligrosas, en el que su autor Stefan Bollmann recorre la estela de las lectoras en el arte de Occidente, desde la Edad Media hasta hoy.
No digo más, simplemente me uno a la lista de quienes buscan respuestas a este misterio.
Georgesanz
23/3/15 1:34
Coincido con varias respuestas de las recibidas pero me atrevo a generalizar y decirte que nosotros vemos a las lectoras, en la forma mas tangible, como al gusto por la comida, que en dependencia del sabor que nos dejen las primeras impresiones y el charlar un poco, determinan si las toleramos o deseamos, o si preferimos, aunque sea un momumento pasarlas por alto. Esto sin ademas contar que en algunos casos son por pasar por agradables, ridículas en sus comentarios y terminan por ser intolerables. Y te digo que lo mismo pasa si el hombre lee o no, porque el que lo hace, a menos que se le conozca este detalle desde antes de una cita, no menciona el tema en la primera, y trata por todo lo posible de parecer cualquier cosa menos una polilla de biblioteca, aunque siempre hay sus excepciones. Exitos con tus investigaciones al respecto.
Mary
13/2/15 19:25
Hola, Lisandra. soy una chica que lee y me gustan los chicos que también lo hagan. Hace poco conocí a uno que se asombró de que yo leyera tanto y no hablo de un analfabeto, pero él no lee ni el periódico.
tf
10/2/15 11:05
por lo general no comento en artículos de este tipo, por cuanto las experiencias previas, nociones de "bueno" y "malo", y en general subjetividades, tienen un grado mayor que en otras temáticas.
Sin embargo, confieso que hoy 10.02.15 descubrí esta autora y sus publicaciones, y me ha cautivado, al fin y al cabo casi todos tenemos un corazoncito. Y reitero, casi todos. Realmente hay seres....
Personalmente, no creo el problema esté en las mujeres que leen, sino en la imaginería romántico-erótica de uno y otro sexo. Existe una psicóloga chilena llamada Pilar Sordo, que ha tratado este tema.
El hombre tiene un mayor componente visual en su sexualidad, eso no es un mito machista, es un hecho comprobado por numerosos ensayos estadísticos e investigaciones. Por ellos, elementos como la pornografía están dirigidos principalmente a hombres. El equivalente femenino de la pornografía, serían aquellas novelas "rosa" subidas de tono, de la colección Arlequín. Ambos tipos de entretenimiento o promoción de fantasías tienen efectos similares en las personas, sin embargo la pornografía es perseguida y las novelas rosa de este tipo tomadas como literatura banal.
Ambas "sorben el seso", en ambas se actúa por dinero (o acaso escriben por amor al arte?) o se prostituyen personas de una forma física o intelectual, y ya este punto resultará polémico para algun@s internautas que sigan esta página. Concordemos en que ambos elementos tienen aristas negativas, que ambos crean ansiedad y frustraciones, que ambos son negocios censurables.
Igualmente, el chateo no produce iguales efectos en ambas identidades sexuales, debido a la primacía de elementos no visuales. Y a qué viene esta referencia a pornografía, novelas rosa, chateos...?
A que el hombre tiene como referente un amor más físico, visual y centrado en la persona concreta que posee esa visualidad, mientras que la mujer tiene como referente un amor más centrado en la misma auto-concepción que se hace ella de ese amor, en elementos como la voz, cierta actitud o valores aparentes, el "ñino malo que en realidad es bueno", etc. O sea, ambos pueden ser superficiales o no, pero el hombre tiende en caso extremo a ser más fetichista, y la mujer a enamorarse del amor, y no de la persona real que corresponde o no a esa concepción de amor.
Partiendo de lo anterior, los géneros literarios más leídos por los hombres son: ciencia ficción, bélico, cuento corto, novela, biografía, historieta, predominando aquellos más "activos" o "visuales". Los géneros literarios más leídos por las mujeres son: novela, cuento corto, policíaco, espionaje, biografía, predominando algo más aquellos de efecto, suspense, dramatismo. por ende, las mujeres lectoras son buenas candidatas a esperar de un "buen hombre" cualidades más allá de sus potencialidades reales, mientras recibirán con los brazos abiertos a un "chico malo" que aparentemente muestre cierta rectificación y nobleza o cualidades humanas, aunque sea con la intención de conquistarla.
No tengo en mi poder ninguna estadística que confirme esto, aunque una encuesta de Russia Today sobre las preferencias en la Web de hombres y mujeres, mostró una tendencia en línea estos argumentos. Mientras que cuando la mujer no es lectora, los hombres tienden menos a considerarla como "novelera" "está en el aire" etc. Cuando escucho que una mujer dice de un hombre "...él es bueno..." sonrío interiormente: pobrecito. No importa cuanto se esfuerce, ni cuan bueno sea en realidad, para ella, es un segundo plato, no lo ve como la pareja de sus sueños, a los happy end de las fantasías de disney, y está cerca de la ruptura o infidelidad.
En realidad todos debemos leer, es muy bueno que la mujer lea, y más a medida que pasen los años, pues cuando seamos viejos, lo más importante será la conversación. Pero ojo, tanto para el hombre como la mujer: una cosa es ser lector, muy bueno, y otra querer mostrar a todos que se es lector, o escritor, o cualquier cosa pseudo-intelectual (pseudo al querer exhibirlo a toda costa) a fin de enganchar en una farándula o grupo porque se tienen carencias afectivas. He visto a personas jóvenes, que llevan su laptop, jarra con té o mate incluida, si tiene bufanda (en verano) y ropa hippie mejor, a un lugar atestado de ruidos y personas, pero de farándula teatral o universitaria, ya que allí se "concentra mejor". En realidad muchas veces está vendiendo una imagen... a quien la compre.
Entonces, no son exactamente las mujeres lectoras a lo que temen los hombres, al menos algunos hombres, sino a los efectos deletéreos y perjudiciales de algunas lecturas en las mujeres, y a aquellas que exhiben su lectura como primera carta de presentación. Tal vez el problema sea que muchos hombres no leen suficiente. Otros que subestiman la inteligencia de la mujer. Y mujeres lectoras que son insoportables.
Jaco
28/1/15 0:29
Hola @Lisandra creo que en esta ocasión tomo la anterior pregunta como mia (¿Qué crees tú sobre las chicas que leen?) y me atreveria a decir que para mi suponen todo un reto. Como reto me refiero a que una mujer que lee, por lo general sabe que es lo que desea y en ocasiones ser valorado como pareja por una "mujer que lee" implica cambiar ciertas cosas de nuestra vida para poder cumplir con sus expectativas. En resumen, en la mayoria de los casos intentar cortejar a una chica que lee nos lleva a ser mejores personas. Ahora solo me gustaria terminar con una pregunta para ti. ¿Qué crees tu de los hombres que leen? Me gustaria leer tu respuesta en alguno de tus proximos articulos.
Luisito
16/1/15 9:43
Adoro las mujeres que leen, son, por lo general, INTELIGENTES. No hay nada mas agradable que conversar con alguien sobre diversos temas y ese nivel solo se logra cuando alguien lee, los temas suelen ser variados.
Ursula
15/1/15 15:18
Mi experiencia en particular, de chica que lee, ha sido buena. Creo que hay mucho de pose en eso de "lees o no lees". No sé, a mí me gustan los hombres que lean, pero cualquier cosa. Un chico "todo Rayuela" no tiene futuro conmigo (ni yo con él) jajajajaja.
Iris Alfonso
9/1/15 12:03
Lisandra, cuando leí el nombre de tu artículo de inmediato pinché pues pertenezco a la cofradía de las mujeres lectoras, jaja, y tengo que confesar que, en mi opinión particular, algo de razón llevan los hombres en los que despertamos cierto recelo. Creo que la sensibilidad, más que la cultura que pueda aportar el leer y sobre todo el leer bien, nos hace elevar los estándares a la hora de decidirnos por una relación. Tenemos, por lo general, un ideal más sugerente de la persona con la cual enfrentaremos la vida cotidiana y eso nos deja a veces sin muchas opciones. También pienso que es algo que ocurre a los hombres lectores, con las diferencias que por supuesto imprimen los géneros. Por otra parte, se sabe que el conocimiento muchas veces resulta aterrador. Ahora me viene a la mente el poeta Manuel Días Martínez cuando decía: la enseñanza que dieron fue sin dudas buena/ pero no fue sabia/ me querían ciego/ porque así concebían el amor.
¡ah! Mi hija mayor también lleva el nombre de Lisandra, le decimos Li.
Buen artículo.
Lisandra
9/1/15 15:14
Hola Iris. Coincido contigo en que probablemente les ocurra lo mismo a los hombres lectores a la hora de tener pareja. Pero no lo sé a ciencia cierta. Tal vez lo pienso con más calma, pregunto un poco por ahí, leo y me animo a escribir algo. Saludos
yendri
8/1/15 12:44
He leido el texto sobre el cual basas tu entrada, incluso la respuesta que recibió, coincido q no estuvo a la par pero no deja de ser interesante tambien, y he leido dos veces tu articulo y no encuentro tu postura, tu posicion, tu criterio, considerando que pareces ser de la especie ¨lectoras, preocupadas, enigmaticas, buscadoradetesoros¨... me gustaria saber si efectivamente ests de acuerdo con la hipotesis del que escribe o si discrepas de alguna manera. Saludos y salud para tu columna.
Lisandra
8/1/15 17:58
Hola Yendri. En primer lugar muchas gracias por leerme. Me satisface mucho saber que mi texto te motivó a leer los artículos de El Malpensante. Mira, mi postura ante este tema es sobre todo de desconcierto. Sé que pasa algo raro con los hombres hacia las mujeres que leen (o las encuentran sexys o falsas o en pose o simplemente critican sus gustos literarios, es más hasta creen que es mejor que ni lean). Lo he vivido en mis relaciones, lo he observado en mis amigos y lo he leído también. En fin, lo que me llama la atención es esa inquietud que despiertan las lectoras en los hombres. Pero no encuentro una respuesta. Por eso lo que más me interesa es saber cuál es tu posición. ¿Qué crees tú sobre las chicas que leen? Muchas gracias
Términos y condiciones
Este sitio se reserva el derecho de la publicación de los comentarios. No se harán visibles aquellos que sean denigrantes, ofensivos, difamatorios, que estén fuera de contexto o atenten contra la dignidad de una persona o grupo social. Recomendamos brevedad en sus planteamientos.