Aquel hombre no creía lo que escuchaba. ¿Respirar hondo, retener el placer y seguir? Eso era cosa de mujeres… Si es que el multiorgasmo existía de verdad.
Estábamos en una peña en la universidad habanera y el tema salió a colación a propósito de un libro que circulábamos en las redes de Senti2. Hombres y mujeres compartían su recelo, excepto MaryD, que contó su experiencia con un amante tántrico capaz de multiplicar el clímax en una dimensión espiritual muy superior. Tanto que llevaba diez años sin eyacular.
Ese día estaba también un lector casi octogenario (no recuerdo su nombre) cuya expresión de dicha fue muy elocuente mientras intentaba describir lo que se siente en un trance así, vivido infinidad de veces con su propia esposa. De corazón lamento su poca habilidad verbal para convencer al auditorio, pero agradezco el énfasis de su rostro, sus gestos, la ternura en sus ojos mientras miraba orgulloso a un punto de su pasado inaccesible para el resto del piquete.
El hombre de este cuento se mantuvo callado, pero algo cambio en él al escuchar a ese señor. En general no era de participar mucho en las peñas, solo escuchaba con reverente interés. Al finalizar, de camino a Coppelia, me preguntó discretamente qué tiempo llevaba entrenarse para aquello. Sin facilidades tecnológicas para leer El hombre multiorgásmico (de Mantak Chía), estaba interesado en aprender “en vivo” porque había comenzado una relación y la quería impresionar.
Con el mayor respeto me preguntó si no podría instruirlo personalmente… honor que decliné sin sentirme ofendida, porque ese tipo de clases escapan al propósito de mis actividades extra-periodísticas y porque en este asunto del sexo más allá del habitual desahogo, el resultado depende mucho del vínculo emocional, además del no-esfuerzo para desaprender patrones corporales e incorporar otros, lo cual confirma que los valores opuestos se complementan, tanto en lo más sutil como en lo más denso del intercambio erótico.
En este campo mi experiencia se nutrió más de la intuición que de conocimientos académicos, llegados mucho después. Varias parejas se animaron a seguirme la rima y me alegra afirmar que lograron sus orgasmos secos, primero con asombro, siguiendo paso a paso las técnicas, y luego con la natural fluidez de un surfista que remonta olas a su antojo y confía en la memoria de sus músculos para ganar la orilla en su momento.
Al principio algunos tomaron como fracaso fisiológico eso de percibir la cosquillita de advertencia, respirar, apretar, elevar al cerebro las sensaciones… y nada de humedades derramándose. Les pareció un placer menos aparatoso e intenso que la familiar descarga eléctrica seguida de eyaculación descontrolada.
Por fortuna confiaron en sí mismos y aprendieron a dejarse llevar por la naturaleza misteriosa del instante, porque al multiorgasmo se llega acumulando estímulos, no distrayendo la mente con jugadas de pelota o recitales de números, y el premio final compensa todo.
A medida que sentían el placer subir por su columna una y otra vez con la solemnidad de la leche que hierve, que su cerebro y todo el cuerpo se enardecía sin dejarlos semi-inconscientes ni perder el vigor, confiaron más en su respiración para cederle el mando y se enorgullecieron de su capacidad de prolongar el acto sin trampas externas ni necesidad de fragmentarlo… para beneplácito de esta entusiasta pareja de surfeo.
Volviendo a la pregunta del lector (que fue también la de un caballero en el grupo de guasapeo esta semana), el tiempo de entrenamiento para lograr algo así depende de las barreras mentales, más que del estado físico o la edad del practicante: mientras creas que no puedes, no puedes. No hay Tao, Tantra o amante entusiasta que atraviese ese velo.
Por cierto, el rol de la pareja en este asunto es básico, pero no para desatar el proceso, que es muy íntimo, sino para evitar echarlo a perder. Cuando estás muy cerca del punto de no retorno, el más mínimo roce en la próstata te revuelca en el fondo y la ola se pierde… esa y todas las demás.
Toca entonces a la otra persona leer tu rostro, escuchar tu pelvis, intuir tu ritmo, descifrar tu respiración… y armonizar la cadencia de sus movimientos. Eso también se aprende, así que si decides experimentar con tu pareja, avísale en qué estás, contágiale tu curiosidad y cultiven la paciencia: si la excelencia se alcanzara al primer intento, las olimpiadas no serían cada cuatro años, ¿no crees?
Nor1
22/9/20 12:45
He llegado hasta el orgasmo a nivel de toda la espina dorsal y multiorgasmo muy amplio con mi compañera, pero esta nueva técnica ni la imaginaba. Habrá que comenzar de nuevo! Ja!
Legna
22/9/20 9:56
Buemos dias, de mucho mas joven uve un noviecito que no eyaculaba si no lo hacia manualmente el mismo, porque ni lo lograba si alguien más lse lo hacía. Al principio me pareció genial, pero terminé dejandolo porque todas las noches sin respiro!! no era fácil, al final el trataba de conseguirlo y no podía, por lo que se frustraba y me echaba la culpa de todo. Claramente tenía un problema, hace un tiempo me lo encontre, casado y con una hija, casi estuve tentada a preguntarle como lo había conseguido. Ultimamente he leido mucho acerca del yoga y el tantra y sí, hay evidencias que se puede retardar la eyaculación y tener los orgasmos secos, las mujeres somos tan distintas!!! con orgasmos múltiples y regaderas, gran ventaja que nos dio natura. Un saludo a todos.
PD: No dejemos morir este sitio, es verdad que el wasapeo es divertido y con inmediatez pero la Milo tambien tiene acceso a él y no deja de escribir sus crónicas, ayudemos gente!!!
eugenio
17/9/20 16:35
Buenos días. Hace tiempo leo, pero no comento porque me parece que es para gente mucho menor. En este asunto me atrevo porque tengo experiencia. En mi juventud tuve una novia que practicaba yoga, como la anfitriona del blog, y me enseñó esas técnicas que ella describe de la respiración y otras, como los candados de la pelvis para que la energía se multiplicara. Entiendo la reserva de muchos hombres, casi todos diria yo, pero de verdad funciona. Podía estar horas con mi compañera y solo eyaculaba al final, era un viaje a las estrellas. se siente la diferencia de cuando lo hacíamos normal, que también nos gustaba, pero menos. Luego probé con otras mujeres y me pasó eso que dice la chica Amore, me miraban con preocupación. Una quiso llevarme al médico y todo. Después de eso lo reservé para parejas especiales, pero lo extraño. Ah, por cierto, a solas no se siente igual, no entiendo por qué, doctora.
Nikito
17/9/20 15:36
Como expresé en la discusión del wasapeo, me leí esta crómica completa de un susto en lugar del acostumbrado tirón con que siempre lo hago, por temor a ser “señalado” por la escribidora como acostumbra a decir el gran Ciro. Resulta que en el chat que tenemos yo fui partidario de continuar a lo pijirigua, en el entendido de que prefería explotar de una vez al amar y tocar las estrellas que disfrutar de a buchitos, mucho menos eso de parar, respirar y seguir, como si de aerobios se tratara. Por supuesto, no pudiera repetir aquí todo lo que me dijeron por pensar “diferente”, no porque se tratara de groserías, sino porque sería el cuento de nunca acabar y fíjense si es así que hoy, a varios días de la discusión, salió a relucir el tema otra vez a propósito de esta muy disfrutable crónica. Pero bueno, creo que no estoy solo pues veo a Amore que se adelantó a decir que aún hoy prefiere que el plato principal venga con el líquido incluido, a lo que agregaría yo, que otra cosa sería una estafa, jajajajajaja. Por eso, en este caso concreto, si me piden escoger, me quedo con la muy gráfica ilustración de Jorge, porque dice e ilustra más y mejor todo lo que yo pudiera escribir aquí.
Rodin
17/9/20 10:42
Buenas a todos, si que se ha debatido sobre este tema en nuestro grupo de Whatsapp. Si deseas sumarte debajo el enlace, pero no dejes de escribir en este espacio de debate en la web: https://chat.whatsapp.com/I7Mkk0Oh8QHJ6vu7Ipid20. Además, tenemos un Canal en Telegram con publicaciones de sexualidad y secciones relacionadas con la misma. Nos puedes buscar en esa app: Senti2 (sexosentidocuba). Los esperamos.
Amore
17/9/20 10:34
En mi caso tuve un novio cuando era más joven que a veces no le gustaba eyacular y eso me preocupaba, en ese momento no lo veía como algo normal, no obstante sigo prefiriendo hacer el amor con el preciado líquido incluído... Saludos
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