“Mayo empieza lento…”, dice una voz bajo mi balcón, y casi corro a contradecir. Unos minutos antes, mientras debatíamos en el grupo de Senti2 sobre la conveniencia de ampliar los servicios de Reproducción Asistida en nuestro país, andaba mi mente listando todo lo bueno que traía este quinto mes del 21, y no me gustó que alguien objetara mis expectativas.
Por curiosidad me asomé, y el quejoso era un hombre que pasa a cada rato pregonando panes en el vecindario. Lento para él debe ser poca “búsqueda”, asumí al ver el carrito casi lleno, y lo compadecí, pues cada quien sabe lo que más le duele.
Mi mayo va a millón. La agenda tiene trece citas marcadas: todo un lujo en estos tiempos. Dos de ellas incluyen viajes al Centro de Inmunología Molecular, para recibir la segunda dosis de Soberana 02 y para montar una exposición con Jorge, en la que estarán, por supuesto, las gráficas más exitosas de este blog, porque la ciencia no está reñida con la picardía, como nos dijo Sonia, la joven comunicadora.
Otra gestión que me entusiasma es tramitar el tercer matrimonio de mis padres. Ese será el regalo por el cumpleaños 80 del Invencible, que será este sábado. Mi madre dice que es formalismo, para proteger el legado familiar, pero para él significa mucho más, aunque oculte su entusiasmo.
Cuando le conté a una amiga la novedad, me preguntó si no estaba un poco “picúo” todo eso. Le respondí que prefiero correr trámites ahora, con ambos en vida, que esperar a lo inevitable y ahogar el duelo en gestiones, como hace tanta gente, con resultados a veces desagradables.
“Allá tú, es tu familia. Ustedes siempre han sido raros”, dijo concluyente, y también la compasión paró mi lengua… Pensé en los años que lleva esperando su turno para unirse a un hombre casado que de vez en cuando le deja caer una tierrita que alimenta sus esperanzas de bienestar. Su hermano se casó por internet con una nieta de españoles y allá está, dice que por amor, y su sobrino plantó cara al mundo al reconocer su bisexualidad con fines profesionales, aceptada por los abuelos gracias, en parte, a la intervención de esta “rara” servidora.
A la larga, formalizar matrimonio en estos tiempos, como antes y siempre, es cuestión de patrimonio, más que expresión de fidelidad o amor, y como todo constructo social, también evoluciona, incluyendo opciones que por nada del mundo hubieran sido aceptables siglos atrás.
Con suerte, mis viejos no serán los únicos en plasmar en un papel un vínculo que trasciende la apetencia sexual. Mayo trajo la certeza de que el nuevo código de las familias entró en el riel de las decisiones parlamentarias, y aunque será polémico el proceso, el nuevo documento saldará tantas deudas, que no tengo ni pizca de dudas sobre su aprobación popular.
Lo agradecerán, sí, quienes llevan años construyendo un espacio seguro con una persona de su mismo sexo, y saben que hay familiares esperando el momento para arrebatarles todo, a veces más por rabia que por ambición, aunque la rabia es la ambición del alma.
También será un bálsamo para esas abuelas cuidadoras en ausencia prolongada de la madre, cuyos derechos ante un padre casi inexistente, pero molesto, quedan hoy en el limbo, como lo aplaudirán hombres que no quieren perder el roce afectivo y efectivo con su prole, pero no saben defender su paternidad si antes no legalizaron la unión con la madre.
“¡Veciiiiina, guarda pan pa’ maaaaayo!”, grita el quejoso, y mientras se aleja abro de nuevo el chat y releo las sinceras reservas que tienen varios integrantes del grupo con el asunto de la diversidad familiar y el reconocimiento legal de su existencia, que no es un permiso para ser, sino una garantía para hacer en igualdad de condiciones y sin causa excluyente, como manda el artículo 42 de la nueva Constitución.
Es curioso… en Senti2 no hay problemas con el derecho al goce sexual: es bien visto que cada quien se haga el tambor con la parte del cuerpo que más quiera. Los patinazos vienen con el asunto de tener hijos y propiedades, un rezago al que no veo en estos tiempos el más mínimo sentido.
Así es la sociedad imperfecta que todavía amasamos, donde unos individuos cuestionan el derecho de otros a decidir sus vidas a largo plazo, incluso aunque no tengan todo resuelto al cien por ciento en sus propias familias.
Pero me alegra. No quiero un paraíso para mis hijos, tan variados como el arcoíris. Del Edén nos marchamos hace eones, y aunque la vuelta ha resultado ardua, es más interesante edificar con las piedras del camino que lamentarse de ellas.
cleopatra
6/5/21 15:23
Buenas tardes Milo me alegro por tus padres, las anecdotas que cuentas sobre ellos son tan divertidas que me divierte mucho no son una parejua "rara" sino original. Sobre el matrimonio hay mucho tela de donde cortar pero yo en lo particular si me casara es por amor, es lo que une a la pareja, no lo material que posea como algunos piensan. Además cada cada quien es libre de casarse con quien quiera y desee por amor sin importar raza, credo etc. Soy de las personas que cree que un papel no ata nada si no hay amor de por medio. Pienso como Estelvina cada uno gosa con lo que le gusta y cada cosa tiene distinto sabor. Saludos a los del grupo de WhatsApp Sentidos.
cleopatra
7/5/21 8:36
Buenos dias disculpen no revisé bien lo que escribi pido disculpas a tod@s, quise decir pareja original.
chairman
6/5/21 14:37
Desde el punto de vista social no el caso de oponerse, no veo inconvenientes para eso, si, de todas formas, las uniones de parejas del mismo género ya existen y la imposibilidad del contrato legal no lo ha impedido. Pero la principal resistencia a aprobar esos matrimonios está en la religión y la cuestión del "pecado" y en verdad, desde ese punto de vista, tampoco le veo una utilidad muy grande a oponerse a la cuestión debido a que el documento legal no determinará en que se cometa o no el pecado de homosexualidad, ese "pecado" ha existido desde que surgió la humanidad con parejas que siempre han vivido juntas públicamente o a escondidas. Así que al asunto del matrimonio entre personas del mismo género solo le veo relevancia legal para el tema de los derechos y posesiones. Es posible que algunas personas se molesten con este razonamiento mío puesto que llevan tanto tiempo esperando ese momento que ya para ellos tiene una connotación romántico - afectiva - reivindicatoria, pero igual sotengo que la única relevancia que le concedo es la legal en tanto lo romántico y afectivo puede existir independientemente de que se firme o no contrato legal.
Julio Enrique (Kike)
6/5/21 10:28
Buen día Mileyda.
Tengo mis puntos de vista con respecto a los temas de hoy, y lamento no tener datos en estos días para participar de los debates siempre enriquecedores en el grupo WhatsApp Sentidos...aunque si algo positivo tiene desposeer datos es que mi Lisy y yo disfrutamos un poco más de tiempo juntos lejos de la pantalla del móvil.
Me alegro mucho del matrimonio de tus padres, he escuchado las anécdotas que nos haces y siempre he tenido la impresión de que es una historia de amor "rara" pero real y que vale la pena ese tercer matrimonio.
En lo que no concuerdo es en la tesis de que: "A la larga, formalizar matrimonio en estos tiempos, como antes y siempre, es cuestión de patrimonio, más que expresión de fidelidad o amor". En lo personal me casé por amor, porque encontré a la persona en la que confluían las características físicas y espirituales que siempre desee tener en una compañera, pero en esa decisión nunca influyó nada de patrimonial. Tal afirmación me hace pensar que se ve el matrimonio como un interés predominantemente material, y no lo creo así, aunque quizás haya casos de ese tipo, porque de todo hay en este mundo.
Sobre los derechos, pues yo levanto las dos manos para que cada quien se una con quien desee, y lo hago pensando en el amor verdadero, porque la hipocresía, el maltrato y tantas otras cosas más dañinas son parte de la vida del ser humano mediocre, sea cual sea su preferencia sexual.
Saludos a todos.
chairman
6/5/21 14:42
Kike, tú te casaste por amor y te felicito, pero igual podías haberte unido y vivir el amor con esa persona sin haberte tenido que casar, el papel no era un requisito para que se amaran, por tanto, yo sí le concedo a Mileyda la razón en cuanto a la frase con la que discrepaste, teniendo en cuenta, además, que ella no fue absoluta en su afirmación, sino que es un hecho que se manifiesta como tendencia y no como una ley de estricto cumplimiento.
RGC
6/5/21 9:47
estamos tan acostumbrados a opinar y criticar la vida del prójimo que nos olvidamos de la nuestra, si las personas se quieren casar están en su derecho, si quieren formar responsablemente la crianza de hijos, están en su derecho, tenemos que volver a la tolerancia aborigen, esa la perdimos hace cientos de años, por qué no nos dedicamos a ser mejores y más productivos, aportarnos más y aportar al resto, tengo un amigo, que desde niño sin que él lo supiera era homosexual, nosotros tampoco lo sabíamos, vive en otro país casado con un polaco, son felices y se aman y apoyan como cualquier pareja que se une por amor, entonces por qué no podemos vivir más sin entrometernos en la privacidad y respetando la privacidad del resto, para los que quiero sean de la familia genética o la ampliada quiero la felicidad
tengo una vecina que tiene tanta soledad en su alma, tanta mediocridad que se ha dedicado a averiguar sobre el paado de los vecinos en la cuadra y publicarlo o contarlo a viva voz, eso es lo más feo y sucio que he visto, no es por falta de educación es que lamentablemente en un saco de papas siempre hay una podrida, la solución es sacarla del saco y ponerla en la basura para comida de las moscas
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