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viernes, 22 de noviembre de 2024

¿Pesadillas entre sueños húmedos?

Los primeros impulsos sexuales de los varones suelen ser muy “apasionados”, pero el chico no está aún preparado, por lo que las prácticas solitarias devienen vía de descarga de tensiones físicas...

Mayte María Jiménez
en Exclusivo 07/12/2012
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La masturbación en jóvenes
Una emisión nocturna es una eyaculación involuntaria de semen que tiene lugar durante el sueño.

Investigaciones a nivel mundial revelan que aproximadamente uno de cada tres adolescentes, en especial los varones, practican durante los primeros años, tras iniciada la pubertad, la masturbación y otros juegos con zonas erógenas de su cuerpo.

En ocasiones, los padres reprenden a los jóvenes ante estas conductas, ignorando que las manipulaciones no solo son inocuas, sino que constituyen un factor de aprendizaje en la sexualidad de cada individuo.

Durante el comienzo de esta etapa los impulsos sexuales suelen ser muy vehementes y el chico no está preparado o no puede aún acceder a los juegos sexuales de pareja, por lo que estas prácticas solitarias devienen vía de descarga de tensiones físicas y psicológicas acumuladas, que le permiten una relajación indispensable.

Para algunos, la llegada de los primeros sueños húmedos es una especie de marca, un indicio de que ya pueden ser padres y, por tanto, hay que cuidarse durante las relaciones sexuales.

Sin embargo, al llegar este momento muchos desconocen lo que sucede en su organismo, pues sus padres no les hablaron mucho de tales temas, como tampoco les explicaron qué sucede con las muchachas en igual período.

Los más adultos lo describen como un día normal en el que despertaron con la cama mojada, tras una noche en la que los sueños les hicieron vivir sensaciones muy placenteras que nunca antes habían sentido.

Aunque tienden a ser más reservados a veces para tratar estos temas, los varones relatan sus inicios sexuales, ya sean los llamados sueños húmedos, la masturbación o el coito, como experiencias que les sorprendieron al no conocer mucho sobre su sexualidad.

Durante este período la mayor fuente de conocimiento para ellos son los debates que realizan entre amigos, donde los más experimentados confiesan sus historias y los “novatos” se limitan a escuchar para el futuro.

Algo curioso entre los varones es el alto valor que dan muchas veces a sus primeras relaciones sexuales. Para ellos este momento se convierte en una meta que marcará su aceptación y el reconocimiento ante todos de que “ya es un hombre”.

MITOS DE LA EYACULARQUIA         

Al entrar en la adolescencia, los niños sufren transformaciones bruscas en su cuerpo.  De pronto se hacen más altos, les cambia la voz, aparecen vellos en sus genitales y comienza una vida erótica activa que revela para ellos una conducta sexual y reproductiva.

Así transcurre este proceso denominado eyacularquia, donde el varón descubre en su cuerpo sensaciones sexuales placenteras y se producen los primeros sueños húmedos.

Comprendido por lo general entre los 10 y los 14 años de edad, este período se caracteriza por el desarrollo de nuevos comportamientos psicosexuales, que dan inicio a la adolescencia.

Pero no se puede confundir pubertad con adolescencia. La primera define todas aquellas transformaciones anatómico-fisiológicas que producen a su vez una maduración biológica y reproductiva, que marca el inicio de la segunda.

Durante esta etapa comienza también el “sentimiento de adultez”, o la necesidad de ser y comportarse como los mayores, de reproducir sus conductas y manifestaciones en general, y sexuales en particular, lo cual trae aparejado el desarrollo de intereses referidos a la pareja, la familia y la reproducción.

Los motores impulsores de estos fenómenos son el sistema endocrino y la hipófisis. En el adolescente se inicia una producción incesante de hormonas que actúan sobre las gónadas femeninas y masculinas.

Este dinamismo provoca una maduración anatómico-funcional que conlleva a la diferenciación secundaria expresada como menarquia en las féminas, y eyacularquia en los varones.

Aunque la edad promedio de iniciación entre los varones está alrededor de los 15 años, esto no significa una frustración para quienes, pasada esa edad, no han experimentado su primera relación.

Es por eso que hay que tener cierta precaución con los muchachos que comienzan muy tempranamente sus relaciones sexuales, pues corren el riesgo de tener conductas más promiscuas y, por tanto, de contraer enfermedades de transmisión sexual o embarazarse.

En estos casos es necesaria una correcta orientación preventiva pues los adolescentes tienden a ser inestables, porque están en un período de descubrimiento y conformación de su personalidad y cambian constantemente de pareja.

AUTOEROTISMO EN ELLOS

El autoerotismo es una etapa fundamental donde el ser humano aprende a conocer las capacidades erógenas de su cuerpo, ejercita y desarrolla la función del orgasmo y se prepara para el próximo paso: los vínculos de pareja.

Rápidamente comprenden que la casi totalidad de las zonas de su cuerpo, y en especial los genitales, responden a estímulos físicos o psicológicos y entran en una fase de “experimentación sexual”, caracterizada por el deseo intenso de disfrutar de la más amplia variedad de vivencias eróticas y espirituales.

La masturbación en la adolescencia es un fenómeno normal y beneficioso. Con ella el adolescente aprende a conocer su cuerpo a partir de sensaciones muy placenteras. Comienza una maduración psico-fisiológica que fomentará las bases para conformar su futura pareja.

Solo en la medida en que logren dar poco a poco aquellos pasos existenciales que les permitan adquirir los conocimientos, capacidades, y habilidades que lo preparen para una vida autónoma, podrán acceder plenamente a la adultez.

Claro está que este hecho no tiene fecha límite. Todos los seres humanos somos diferentes en cuanto a caracteres. Hay quienes son más tímidos y les cuesta más trabajo socializar y entablar las relaciones, pero ello no implica trastornos sexuales a largo plazo o ser menos hombres.

Estilos educativos autoritarios, proteccionismo, ignorancia o negación de las naturales ansias de libertad y autonomía, impiden una iniciación feliz en la vida sexual del adolescente.

El sentimiento y la necesidad de independencia y autodeterminación que caracteriza su desarrollo y lo motiva a buscar la satisfacción de sus necesidades entre sus semejantes son mecanismos indispensables para su maduración psicológica y social.


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Mayte María Jiménez

Periodista del Diario Juventud Rebelde y editora del Suplemento En Red, dedicado a Ciencia, Salud, Tecnología y Medio Ambiente. Aborda temáticas relacionadas con juventud, sociedad, salud, ciencia, economía y otros tópicos de la actualidad nacional de Cuba. Coautora del libro Periodismo incómodo: la cuadratura del círculo, de la Editora Abril


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