//

domingo, 24 de noviembre de 2024

Ruta de olores

Como todo lo vivo, una ciudad puede ser conquistada con sexo...

Mileyda Menéndez Dávila
en Exclusivo 06/08/2020
11 comentarios
Intimidades-6-agosto-2020
El primer sábado de septiembre vuelvo a la calle Mercaderes. Ella no tiene igual en toda La Habana (Jorge Sánchez Armas / Cubahora)

Hay muchos modos de sentir una ciudad. Para quienes la visitan, y para quienes la viven a diario, ella ofrece visajes y latidos desiguales.

Puede mostrarse seductora, repulsiva, maternal, tierna, interesada, hostil. Tal vez la sientas alejada, nublosa, decadente… pero nunca, nunca serás indiferente a su omnipresencia, aun cuando la recorras con el alma distraída.

Indagar en su Historia es uno de esos caminos que llevan sin prisa a su corazón. El amor a tus raíces es otro atajo poderoso, aunque a veces oculte defectos y urgencias, y si se vuelve cómodo, degrade en pereza destructiva.

El asombro, la imaginación, las necesidades mundanas, la avaricia, la creatividad, el ocio… Hay muchas motivaciones para explorar el mapa sensorial de una ciudad y enamorarse de sus calles; unas antes que otras.

Según lo que te mueva a vivirlas, ellas trazan para ti una senda, rutinaria o aleatoria, que deja ver lo que tu mente esté apta para incorporar en sus mundanas tribulaciones. Mejor aún, lo que tus sentidos puedan procesar en ese particular viaje interior que ellas enmarcan, expectantes.

Lo que tú necesitas, la ciudad lo sabe. Lo intuye por el eco de tus pasos. Por el ritmo de tus emociones. Por el ruido que cargas en tus pensamientos mientras recorres sus arterias por primera, por última, por milésima vez.

Como todo lo vivo, una ciudad puede ser conquistada con sexo. Le encantan, ¡le apasionan! las historias de amor, tengan o no un buen final.

Pero sabe también de turbulencias. De prejuicio y desenfreno. De dominación y miedos. De violencias tácitas. De cuerpos rebelados. De gustos revelados. De pasiones ayer sórdidas, tal vez mañana invisibles.

Ella, exhibicionista, necesita mirones que hagan culto a su arrogante contoneo. Que en tierno desagravio, cubran rastros ingratos, alimenten sus fetiches y la embriaguen de halagos.

Como amante en plenitud, necesita ser olida, escuchada, contemplada, acariciada por seres que la imaginen bella y la inviten a jugar roles nuevos en cada encuentro erótico.

Ella tiene «sus» zonas, sus puntos, sus misterios. Su modo de pedir, casta o lasciva, trivial o profunda… Y cuando alguien se insinúa en el lugar exacto, con las palabras y gestos que precisa, ella abre sus poros y regala olores envolventes, quejidos únicos, sabores intensos, colores que solo un alma excitada puede notar en su magnificencia.

Amante generosa, ella admite el poliamor, abraza diferencias, modula vibraciones sórdidas, gime pasiones efímeras, te arropa y atraviesa con natural descaro, y cuando siente tu cuerpo apto y tu intelecto alerta, te devela secretos universales en una orgásmica explosión de imágenes que la estremece más allá de sus muros.

Hace casi una década, aprendí a hacerle el amor a mi ciudad. Comencé tímida, inexperta. Como una adolescente, iba pendiente del placer de quienes me acompañaban. Pero fue tan intensa la aventura, sentí tanta abundancia en sus misterios, que volví al año siguiente, y al otro, y al otro… Cada vez con más frecuencia, con más cómplices, con más nudos desatados en esa piel de adoquines.

Lo que comenzó siendo una ruta para que olieran el rescate de La Habana quienes no tenían visión para admirarla, es hoy nuestro más sublime modo de explorar la sensualidad humana en todo su esplendor y decadencia, en todas sus épocas y mitos. En todas sus miserias y floridas expresiones.

Alguien nos dijo que cierto ser iluminado sabía de nuestra ruta y tal vez estuviera dispuesto a bendecirla formalmente. Me encantó la idea, pero como muchas almas pequeñas, creí que el centinela leal de mi ciudad sería eterno, y no me apresuré a redactar peticiones formales.

El primer sábado de septiembre vuelvo a la calle Mercaderes. Ella no tiene igual en toda La Habana, y hasta donde he explorado, en ninguna otra ciudad del país. Si quieren, me acompañan. Una amante de luto también necesita consuelo.   


Compartir

Mileyda Menéndez Dávila

Fiel defensora del sexo con sentido...

Se han publicado 11 comentarios


Belkis
 2/12/20 17:59

Sería encantador asistir un día a la ruta de los olores. O también la posibilidad de q se traslade un día hasta Santiago.

curiosa
 12/8/20 14:56

Sailin, no te había agradecido lo que me escribiste en la crónica anterior. Tienes mucha razón, él nunca me dio lo mejor de él mismo, y a mi tía tampoco. Mi mente sabe que no es la persona que busco, y mi corazón se hace el duro pero lo sabe también. Por suerte sí me protejo casi siempre, pero en aquel momento era más inexperta. Lo de no saber quien es el padre no me expliqué bien, yo sí sabría que es de él, pero a mi tía no podría decirselo cuando me preguntara y ella siempre dice que va a ser la madrina de mis hijos. Es complicado, por eso es todo secreto. Gracias de nuevo porque me pusiste a pensar. Calculo que eres profesional de la Psicología o algo así.

alfi
 12/8/20 8:44

Gracias por este cuadro de la capital. Cuando era más joven un requisito para los pretendientes era que me llevaran a un lugar de la ciudad que les gustara y me hicieran su historia. Por ahí yo sabía qué tipo de hombre sería y si valía la pena tenerlo cerca. Uno me dijo "yo no soy Eusebio Leal" y lo planché en el instante. Quisiera yo haber sido novia de ese hombre tan elocuente y pasional. Gracias por rendirle homenaje en Cubahora en varios artículos muy bonitos.

Maura
 10/8/20 11:06

No soy habanera, pero me encanta la habana casi siempre desde niña la he visitado al menos 2 veces al año y me sigue enamorando sus calles sus olores y todo lo que se respira en nuestra habana. milo como siempre lindas palabras para describir una ciudad de 500 años

milo
 10/8/20 19:00

gracias, maura, cuando vengas a la habana te llevaré a esa ruta, verás que especial

53
Rodin
 9/8/20 11:55

Familia: les sugiero ablos que tengan app Telegram que se sumen a nuestro Canal: Senti2 (@sexosentidocuba), ahi podran leer publicaciones relacionadas con la sexualidad, no solo de Mileyda, sino en general. Sumense...Puntualita: por lo que veo con este jevito nunca podras participar en alguna de nuestras actividades...jajaja. Buena ruta esta de los olores, puedes sumarte en la de septiembre si las condiciones nos dejan. Por lo pronto la del sabado que viene queda pospuesta hasta nuevo aviso. Buen escrito este de La Habana y Leal...me gusto mucho.

sachiel
 12/8/20 13:08

Y por que hay tanta foto quitada de ahi, Rodin?

48
puntualita91
 7/8/20 13:20

¡Y siguen planeando cosas los sábados!  Estoy hace rato por ir a esa ruta con el grupo y no puedo. Una vez los vi porque coincidentemente paseaba por Mercaderes buscando unas zapatillas para el jevito !que ni loco quiso acercarse! Estaban frente al Mesón De La Flota, Entonces estaba abierto, ahora en construcción no se sabe pa cuando, será en el próximo 500, Qué pena que Leal no vio toda su Habana arreglada, ¿verdad?

Piscis
 7/8/20 7:28

Me encantó esta publicación llena de sentimiento. La Habana se encuentra de luto.

habanero
 6/8/20 13:38

Yo voy, habanera. También necesito consuelo para esa pérdida que es de muchos en esta ciudad. Camino casi a diario Mercaderes, pero me han dicho que con ustedes es como un viaje de misterios, con olores y sabores incluidos. Agradezco a la amiga que me recomendó este sitio. No lo conocía antes.

Julio Enrique
 6/8/20 13:14

Milo: Me encanta tu LEALtad.

Deja tu comentario

Condición de protección de datos