Esta semana he llegado a la oficina y al abrir Facebook he descubierto a casi todos mis amigos participando en un reto viral. El #10YearsChallenge consiste en publicar una foto de hace diez años y una de la actualidad, lo que popularmente conocemos como “antes y después”. Las reacciones y comentarios son diversas. Sonrío con las fotos de los que conozco y los recuerdo así, tal cual. Con las personas que no conozco solo me limito a pensar en ¡cómo ha cambiado! o ¡wow, que bien se conserva!
Pero, hemos recibido un nuevo reto en la oficina. Como ya estamos en enero y los semestres en las facultades terminan, los estudiantes se incorporan a los centros laborales a realizar prácticas pre profesionales. Al menos así sucede en los que aún están sujetos al Plan de Estudio D en la carrera de periodismo.
Como usted debe suponer, estamos felices. No solo porque representa una ayuda inmensa para nuestro pequeño equipo de trabajo, sino por la inyección de ideas que traen estos muchachos. Se siente bien, y muy raro a la vez. Les explico.
Se siente bien, porque recuerdas cada detalle de cómo viviste esos años en la universidad, la acogida que te hicieron en los medios, los tutores que luego se convirtieron en amigos y la responsabilidad de las primeras coberturas informativas. Se siente raro, pues acabas de darte cuenta que han pasado cinco años de tu vida desde aquella primera vez.
Se preguntará usted ¿dónde reside el reto? Pues para los recién graduados que llegamos al Centro de Información para la Prensa, en asesorar, orientar y revisar el trabajo de los estudiantes. Y por supuesto, retroalimentarnos de ellos, revivir con sus historias las nuestras y con un poco de nostalgia decirles ¡yo me acuerdo cuando hice mis prácticas, qué tiempos aquellos!
En silencio, sin tiempo para fotos públicas en las redes sociales, estamos cumpliendo nosotros el 5 years challenge, un reto único, responsable y especial.
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