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martes, 3 de diciembre de 2024

Al profe Heriberto

Hay hombres que una aprende a admirar desde la impronta, desde el ejemplo, desde ese peldaño que todos aspiramos un día llegar...

Giselle Vichot Castillo
en Exclusivo 26/06/2019
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Heriberto Rosabal
El profe Heriberto fue por varios años editor de textos para Cubahora. (CubaPeriodista)

A Heriberto lo conocí tarde. No me decidí por aquella optativa de Periodismo Económico en su momento y cuando llegue a Cubahora solo quedaba el anhelo entre los integrantes del equipo de volver a contar con su acertada mirada constructiva y crítica frente a cualquier texto periodístico, frente a cualquier género.

Entre tantas cosas que hoy cuentan en su haber, el profe Heriberto fue por varios años editor de textos para la primera revista digital de Cuba, una tarea que tuvo que relegar a un segundo plano, no porque quisiera, sino porque en el gremio a Heriberto siempre le sobraron altas responsabilidades.

Pero fue la UPEC quien me puso a Heriberto a tiro (como suelen decir por ahí) y entonces sí coincidimos muchas veces en los mismos espacios y yo aprovechaba siempre para hablarle de Cubahora, de la necesidad de volver con más fuerzas sobre los temas Económico, una propuesta que nunca declinó directamente. Siempre apelaba al cariño que sentía por la publicación, pero el tiempo para él era uno solo.

Y algunos se preguntarán qué sabrá ella de Heriberto. De su larga trayectoria. De sus montones de cosas hechas. Y por hacer. De su vida. De quién fue. A lo que respondo: de Heriberto solo sé lo que he visto y oído de otros que sí lo conocieron.

De aquellos que llegaron temprano a su vida. Como Pepe (ese otro grande del que tampoco sé nada) que ha estado en los últimos días a través de las redes brindando partes médicos sobre el estado de salud del amigo incondicional. Como aquellos que desde el corazón reaccionaron a cada uno de esos post. Como el hijo quien no abandonó ni un instante a su padre. Como la UPEC, que incuestionablemente le rendirá honores. Como Bohemia y su sesión EnCuba...

Quizás también me haya enterado tarde de su muerte. Lo supe a la misma vez que miles de cubanos frente al estelar la noche del martes 25 de junio.

¿Por qué me oprime el pecho la noticia del deceso de este hombre que apenas conocí? Con el que apenas crucé unas pocas palabras. Hay hombres que una aprende a admirar desde la impronta, desde el ejemplo, desde ese peldaño que todos aspiramos un día llegar.

Que descanse su cuerpo, pero que su obra viva.


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Giselle Vichot Castillo

La mamá de Amelia y editora de la Revista Cubahora


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