Curación de contenidos, un viejo concepto en el escenario digital

La curación de contenido entendida como “la capacidad por parte de un sistema o del ser humano de encontrar, organizar, filtrar y dotar de valor, relevancia, significatividad, un tema específico procedente de diversas fuentes (medios digitales, herramientas de comunicación, redes sociales…)”, además de ser una actividad relacionada con el marketing, también es vista como una forma de aliviar la “infoxicación” informativa que sufrimos en nuestros días.

Aunque el término pudiera adjudicarse al escenario tecnológico actual, lo cierto es que esta actividad no es nueva, ya que antes del aumento de la popularidad de Internet y las redes sociales, los periodistas, documentalistas e incluso los profesores venían desempeñando esta labor.

La bibliografía sobre el tema señala entre los principales beneficios de la curación de contenidos:

• Optimización del posicionamiento en motores de búsqueda (SEO): la curación de contenidos permite generar contenido para un sitio web o blog lo que mejora el posicionamiento natural en los buscadores.
• Mejora la reputación: la curación de contenidos favorece el fortalecimiento de la marca (branding) y permite conseguir relevancia en la audiencia.
• Aumenta la productividad: la curación de contenidos permite ahorrar tiempo y esfuerzo, logrando trabajar de una forma ágil en la información que es relevante para la audiencia de la empresa.
• Facilita el relacionamiento: curar contenidos facilita el relacionamiento entre autores de los artículos originales y las marcas que lo viralizan y permite establecer alianzas que fortalezcan la estrategia de comunicación y marketing de la empresa.

La curaduría de contenido tiene sentido en diversos escenarios. Para, Lluís Codina, investigador de la Universisat Pompeo Fabra Barcelona, se trata de un nuevo tipo de periodismo​mientras otros autores lo consideran una forma de periodismo de servicios. En el segundo, es sin duda una herramienta de incalculable valor ante las oportunidades, pero también los desafíos del periodismo actual.

CUBAHORA: PARTE DEL SISTEMA DE MEDIOS CUBANOS

Cubahora, Primera Revista Digital de Cuba, reconoce en la práctica de socialización y curaduría de contenido una forma de visibilizar aquello que puede ser más interesante o destacado en nuestros medios, como sistema de medios de comunicación.

En ocasiones la curación de contenido en Cubahora está dada con el objetivo de resaltar materiales de una excelente calidad, elaborados por colegas del nuestro gremio, sin llegar a hacerlo de medios extranjeros y dar créditos a fuentes y autores lejanos.

En este sentido, Cubahora desde su Perfil Editorial ha declarado la práctica de la curaduría de contenidos como un elemento esencial de la revista, siempre y cuando:

1) Se respete el crédito del autor,

2) Se coloque la fuente con enlace a donde se tomó el trabajo

3) Se agreguen elementos de valor a agregado.

Por ejemplo, desde Zoom, definido como un blog de fotografía, para alterar distancias focales y estar más cerca de nuestros usuarios, Cubahora construye historias a partir de las fotos exclusivas, ya sea nuestras, como de otros medios nacionales e internacionales.

Y en esta línea están el conocido despiece, un espacio que tiene como razón de ser el aporte de valor agregado de carácter documental a cada texto. Se compone de datos y enlaces internos y externos. Pueden ser datos biográficos, monografías o datos básicos de países o regiones, cifras (demográficas, económicas como precios en el mercado mundial, votaciones, entre otros), definiciones, cronologías…

Constituye también una práctica extendida en Cubahora la creación de material infográfico como una forma de añadir información adicional, tanto a materiales exclusivos como aquellos que han sido tomados de otros medios.

Visto así, Cubahora reconoce que si algunos de estos aspectos falla con respecto a la curaduría de contenido es responsabilidad de la Revista corregir y darle respuesta si así lo amerita a la fuente o el autor.

Entender además, que desde Cubahora esta práctica es entendida no como la creación de nuevo contenido, sino como una forma de visibilizar los contenidos de otros para que sirvan como fuente de innovación y conocimiento. Un ejercicio que con total transparencia busca que nuestros públicos salgan complacidos y beneficiados.