La fase de clasificación para la Copa del Mundo no es un medidor fiable para saber cómo llegan los equipos al torneo de élite. Argentina en el 2002 resaltaba como súperfavoritos, y quedaron apeados en la primera ronda; en cambio, Brasil salió campeona con un modesto desempeño en la clasificación de la CONMEBOL. Italia tampoco figuraba entre los mejores en 2006, ni la banda de Maradona en el ’86, o la Francia de Zidane en el 98.
Por eso, no debemos fiarnos mucho por el buen o mal desempeño de los equipos en esta fase. Argentina anda de maravillas, como siempre, y lleva 20 años sin llegar a semifinales del mundial. Los alemanes siempre están muy bien, llegan a las postrimerías del torneo y siempre se quedan con la miel en los labios. Son dos torneos muy diferentes donde la diferencia entre la calidad de los rivales es monstruosa.
No obstante, algunas cosas quedan claras tras los partidos de eliminatorias. La albiceleste no puede jugar en La Paz, la falta de oxígeno los deja sin ideas. Messi vomitando, Di María aprovechando un golpe para respirar y Mascherano declarando que “es imposible jugar de igual a igual en la altura” nos dan una perspectiva. Pero esta vez arrancaron un punto, hace cuatro años se llevaron una goleada de escándalo.
España ha demostrado que ni los campeones están exentos de sustos. Empataron con Finlandia en un partido donde padecieron el mal del Barça, los fineses solo dispararon una vez a puerta y gol. Triste resultado. Por suerte para ellos, se impusieron a Francia en terreno galo y salieron de la segunda posición de su grupo. De paso ciertos jugadores dieron la razón al ex-seleccionador Raymond Domenech, quien dijo luego de la victoria ante Georgia “Benzema confirma su inutilidad y Ribery su inconsistencia”. El delantero del Madrid lleva más de mil minutos sin marcar con la casaca francesa.
Otro que anda complicado es Inglaterra, siempre con una serie de nombres que atemorizan pero en el terreno de juego no convencen. Su último tropiezo ante Montenegro les mantiene a dos puntos de la cima de su grupo. “Dejamos de jugar después del entretiempo por 20 o 30 minutos, y fuera de casa no se puede hacer eso”, explicó Gerrard tras finalizar el partido. Están obligados a obtener pleno de puntos en los tres partidos restantes si no quiere terminar en la repesca.
Países Bajos sigue goleando a diestra y siniestra. Solo en el primer partido ante Turquía no marcaron tres o más goles. Son equipos débiles sus rivales, pero la mecánica naranja en los últimos tiempos siempre llega con traje y etiqueta y no logra alzar un título. La última herida sufrida en la final del Mundial puede demorar bastante en sanar. Solo los alemanes pueden levantarse sin problemas de la lona luego de perder finales al más alto nivel.
Y los germanos son otros que van paseando las distancias, como siempre. A excepción del lunar contra Suecia (donde les empataron un 4-0), los teutones siempre son de los rivales a vencer en cualquier torneo. Pero últimamente se les acaba la gasolina en los momentos cruciales. Sí, en el 2002 les faltaba Ballack, al siguiente mundial llegaron extenuados a semis tras la tanda de penales en cuartos, y en 2010… pues nada, Puyol como un helicóptero los sacó, como ya es costumbre, en las postrimerías del torneo. El problema de esta generación es la falta de corazón (o bomba) en momentos cruciales. No es posible que en los últimos diez años hayan participado en las semifinales de todos los torneos (a excepción de la Euro 2004) y no tengan ningún título en las vitrinas; existe un fallo de mentalidad en esa selección.
Brasil es otra que no convence. Empate con Italia y Rusia, y antes, una derrota ante Inglaterra. Es cierto, son partidos que no definen y Brasil es mucho Brasil en una Copa del Mundo, más cuando está la espina del Maracanazo. No ganar el título en casa sería el mayor fracaso posible, algo así como las derrotas de U.S.A. en el Clásico Mundial de Béisbol. Por regla general, los jugadores brasileiros forjan sus nombres en torneos como este, no solo las estrellas resaltan, siempre hay jugadores no tan conocidos que despuntan en momentos claves, como Ronaldinho: venía haciéndolo bien en el PSG, pero los niveles son bien diferentes.
En fin, los fanáticos no tienen motivos para alarmarse si sus selecciones no están en el mejor momento, como los seguidores de Cristiano. Portugal está con la soga al cuello y necesita de su estrella para salir adelante. Ronaldo deberá brillar como los balones de oro que Messi le ha arrebatado para demostrar su valía y guiar a su selección a Brasil, sino… el luso no tendrá motivos para disgustarse con las decisiones de la FIFA, capitanes y entrenadores de combinados nacionales.
Javier Montenegro
31/3/13 18:15
donde mismo dice escribidor, dice 4 de julio de 1998. Si sos tan amante de la albiceleste como yo, sabrás que ese día Dennis Bergkamp marcó uno de los golazos más geniales de la historia de las copas del mundo. se lo marcó a Argentina cuando no quedaba tiempo para reaccionar, creo que el minuto 89. El sarcasmo es porque a mí me duele mucho siempre llegar en buena forma a los mundiales y no alcanzar siquiera las semifinales, por eso el sarcasmo, por la pasión.
ROSANA
31/3/13 11:47
Hola Javier, te escribo desde ARGENTINA, me gustaría saber por qué sos tan sarcástico en este comentario..."Argentina anda de maravillas, como siempre, y lleva 20 años sin llegar a semifinales del mundial..." evidentemente no sos un escritor, sos un "escribidor"
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