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viernes, 22 de noviembre de 2024

Román Gutiérrez: El Embajador Psíquico del Underground habanero

Román es como un deambulante, un escritor que va al margen de todo. Sus obras parecen llegadas del más allá, de otro plano, de los astros...

Carlos Alberto Alcaide García
en Exclusivo 07/03/2022
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Instagram de Román Gutiérrez
Román Gutiérrez (Tomada de su perfil de Instagram)

La literatura es en todos los sentidos una decodificación de la vida, la vida urbana, campesina, la vida después de la muerte, la vida extraterrestre, la vida en el interior de nuestras mentes, en los sueños, en los estados de inconsciencia y bajo los efectos de sustancias psicotrópicas. La literatura en La Habana se comporta de igual modo, es un todo terreno diseñado para esquivar los baches y las aceras residenciales. Quizás haya literatura en las sábanas de los balcones, sábanas que, por supuesto no son blancas, apenas hay espacio para anotar más palabras, son sábanas escritas, atiborradas de todo tipo de historias, poemas, versos sueltos y aforismos.

En esas sábanas fácilmente se puede leer algo de José Martí, de Julián del Casal, de Miguel de Carrión, de Lezama, de Guillén, de Virgilio, de Carpentier… en esas sábanas está la literatura nacional. Luego hay fachadas con literatura extranjera, el archiconocido Hemingway, Borges, Cortázar, Saramago, Proust, Thomas Man, puede que hasta James Joyce esté por ahí. Después está la literatura afilada, literatura peligrosa, incómoda. Una literatura que se mueve de mano en mano, va en los cascos de los caballos, en el tendido eléctrico, en las vigas que sostienen los balcones. Esa literatura es la de Heberto Padilla, Edmundo Desnoes, Cabrera Infante, Reinaldo Arenas… En la sombra de todos esos hay una literatura oculta, una literatura difícil de encontrar, difícil de leer. En la sombra de la Habana hay una literatura escurridiza, una literatura que no tiene compromiso con nadie, una literatura de contrabando. Estoy hablando de la Literatura Underground habanera.

El mundo literario underground es tan intricado y difícil de explicar que necesitaríamos todo un libro de ensayos para cubrirla, aun así, no sería suficiente. Es una literatura plural, que alberga escritores con todo tipo de características y afiliaciones políticas, morales y sectarias. Una literatura diversa, en ocasiones transgresora, inconforme y bella. Por debajo de todo eso, siendo un lobo solitario del Underground está uno de los escritores vivos que más admiro: Román Gutiérrez Aragoneses.

Pintura inspirada en Román Gutierrez (Autor: Carlos Gronlier)

Román es un embajador ermitaño del Underground literario habanero, un embajador de su propia nación, de su imperio.

Román Gutiérrez Aragoneses (La Habana, Cuba, 1981) es Graduado del 11no Curso de Técnicas Narrativas del Centro Onelio Jorge Cardoso de La Habana, Cuba. En 2003 ganó el Premio de Literatura “Dador”, otorgado por el Instituto Cubano del Libro, por la novela “Aventuras de Palo y Malo en la Vía Láctea”, escrita en colaboración con Michel Lavoy. La novela fue publicada Editorial Letras Cubanas, Colección “La Novela”, en 2008, y presentada en la XVIII Feria Internacional del Libro de La Habana.

Su novela “Trenes van y trenes” vienen fue incluida en el proyecto La Maleza, del artista cubano Lester Álvarez. En marzo de 2018 la novela fue impresa, convirtiéndose en el primer libro publicado por La Maleza. Luego publicaría en esta misma editorial la novela “Los embajadores psíquicos”.

Román ha estado escribiendo, a través de los años, una voluminosa colección de poemas bajo el título “Los imperios de un vago”, inédita en su mayoría. Una breve selección de estos poemas fue publicado en la Revista de la Vagancia en Cuba.

Hay autores que han incluido a Román dentro de la Literatura Independiente cubana. Yo no creo que exista tal literatura. Tal vez haya quien se autodenomine así, pero no creo que sea real. La literatura es independiente o no es, da igual el medio editorial por el que se mueva. Entonces puedo afirmar que Román no pertenece a la Literatura Independiente. Por eso lo ubico dentro de un marco mucho más libre a cuestiones políticas, el Underground.

Román es como un deambulante, un escritor que va al margen de todo. Sus obras parecen llegadas del más allá, de otro plano, de los astros. Quién sabe si no es por ese motivo que no puede ser detectada por las categorías y las etiquetas literarias. Su obra es una extensión de su propia vida.

La mayoría de los escritores se basan en anécdotas, en cosas que le dijeron o han leído para escribir sus textos. Román puede que se base en todo esto también, pero lo decodifica desde la astrología. (No es un secreto para nadie que Román Gutiérrez es, posiblemente, el astrólogo cubano más certero de estos tiempos) Su literatura juega con estos temas y emprende investigaciones que atrapan al lector, a los personajes y al cosmos en una búsqueda, una búsqueda que puede ser externa o interna, una búsqueda de la otredad, de la verdad, de la nada, del sentido de los humanos en este plano, de la cultura pop universal de la identidad del cubano o simplemente de nosotros mismos como lectores. Román logra, de algún modo misterioso, que el lector se sienta inmiscuido en la narración y abandone la lectura por breves instantes para cerciorarse si está leyendo en la sala de su casa o está en un viaje interdimensional.

El público encontrará en la obra de Román una hipnótica conversación. Él ha dicho en numerosas ocasiones que escribe porque le da la gana, pero en realidad es más dado a la conversación.

Si usted tiene la oportunidad de conversar con Román estará presenciando un verdadero acto literario, un proceso creativo en su estado primigenio. Este autor logra literaturizar la conversación sin hacer grandes discursos solemnes, simplemente va dialogando y en el acto suelta pedazos de literatura viva.

Actualmente Román Gutiérrez radica fuera de Cuba y la literatura Underground habanera está resentida de algún modo. Es probable que la contracultura de este país sea incipiente, pero está ahí. Román también está en ese inconsciente colectivo y sigue escribiendo. Es cuestión de tiempo volver a palpar ese ambiente literario.  


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Carlos Alberto Alcaide García

Le gusta el cine y la literatura, más la segunda que el primero. Es profesor de literatura en el Pre' y alumno del actual centro de formación literaria Onelio Jorge Cardoso.


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