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jueves, 21 de noviembre de 2024

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un blog de Mayte María Jiménez

Una musa para cupido

La poesía puede ser un camino para “exorcizar” demonios y pasiones; no importa la edad o el sexo, hombres y mujeres se vuelven adictos a esta liberación de adrenalina, deseo, imaginación o quimera…

Mayte María Jiménez
en Exclusivo 14/02/2014
11 comentarios
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Un día como hoy, no podemos perder la oportunidad de regalar un poema de amor.

Dicen que el amor es la poesía de los sentidos. Será por eso que ambos conceptos están unidos desde tiempos inmemoriales, siendo los versos el mejor formato para dar rienda suelta a los sentimientos, para negar, entregarse, sufrir o sentir placer absoluto en la rima o la concatenación de ideas sobre el papel.

Desde todas las geografías, las palabras se han conjugado para crear historias nacidas de la prosa, como reflejo de algo que llaman “musa”, pero que no es más que la inspiración, pura y sincera, de un ser humano en la plenitud de sus sentimientos.

Este 14 de febrero quisiera que todos nos regaláramos justamente eso: poesía. Quiénes no han garabateado o hilvanado pensamientos y emociones, que a veces parecen sin sentido, pero que una vez redimidas de la mente, nos dejan liberados… nos hacen sentir vivos.

Y es que los poemas encuentran en cada capítulo de nuestra existencia un camino para “exorcizar” demonios  y pasiones; no importa la edad o el sexo, hombres y mujeres se vuelven adictos a esta liberación de adrenalina, deseo, imaginación o quimera.

Reseñan apuntes literarios que el primer poema de amor de la historia fue escrito en lengua sumeria y narró el encuentro de la diosa Inanna, y el pastor Dumuzi. En aquellos primitivos versos se cuenta que la diosa amó esa noche como si fuera mortal, y Dumuzi fue inmortal mientras duró el encuentro.

Así se han ido diversificando y perfeccionando, prosa, contenido y forma, para dar lugar a una poesía romántica, atrevida, revolucionaria, que nos revela un lado oscuro del corazón donde permanecían guardados rencores, obsesiones y anhelos.

Buscando en la gran red de redes encontramos, en más de una página, una especie selección de aquellos poemas de amor que al parecer han sido más famosos o nombrados en la historia de la literatura, desde el siglo XX hasta nuestros días.

A quiénes no se les removió el corazón —sobre todo en los años de adolescencia— con el escritor chileno Pablo Neruda, ese que pudo “escribir los versos más tristes” una noche, y que otorgó al silencio un atractivo único: “Me gusta cuando callas porque estás como ausente, y me oyes desde lejos, y mi voz no te toca”.

Aunque a algunos les parece demasiado romántico, Neruda encabeza las listas con esos dos poemas antológicos, seguido por el español Gustavo Adolfo Bécquer, cuando se preguntó: “¿Qué es poesía? Dices mientras clavas en mi pupila tu pupila azul; ¿qué es poesía...? ¿Y tú me lo preguntas? ¡Poesía... eres tú!

De este poeta también han sido conocidos los versos “volverán las oscuras golondrinas en tu balcón sus nidos a colgar, y otra vez con el ala a sus cristales, jugando llamarán; pero aquellas que el vuelo refrenaban tu hermosura y mi dicha al contemplar; aquellas que aprendieron nuestros nombres, esas... ¡no volverán!”.

A ver si recuerdan este del poeta nicaragüense Rubén Darío: “…los suspiros se escapan de su boca de fresa, que ha perdido la risa, que ha perdido el color. La princesa está pálida en su silla de oro, está mudo el teclado de su clave sonoro, y en un vaso, olvidada, se desmaya una flor”.

Y por supuesto, no pueden faltar los versos del escritor argentino Jorge Luis Borges, en su “remordimiento”» cuando narró: “He cometido el peor de los pecados que un hombre puede cometer. No he sido feliz”.

O el amor constante de Francisco de Quevedo, en su lírica “cerrar podrá mis ojos la postrera sombra que me llevare el blanco día, y podrá desatar esta alma mía, hora a su afán ansioso lisonjera; mas no, de esa otra parte, en la ribera, dejará la memoria, en donde ardía: nadar sabe mi llama el agua fría, y perder el respeto a ley severa”.

Las poetisas también han dado forma a su imaginación y deseo. La argentina Alfonsina Storni no tuvo miedo de sentirse y pretenderse amada. Así dio luz a  los antológicos versos: “preténdeme blanca, preténdeme nívea, preténdeme casta”.

Tampoco la cubana Dulce María Loynaz albergó temor alguno para descubrirse en su poesía. De indecisos, de miedos, de deseos y de canciones para un amor olvidado. Aquí va un verso que aún me provoca la nostalgia: “…para el amor más olvidado cantaré…cantaré una canción sin llamar, sin llorar, sin saber... el nombre que no se recuerda, pudo tener dulzura”.

De nuestra tierra también nos llegó José Ángel Buesa, un poeta que buscó el amor en  silencio... como algo inaccesible, en el renunciamiento y en la despedida. ¿Cuántos adioses no se han dado pensando en aquel poema?: “Pero te digo adiós, para toda la vida, aunque toda la vida siga pensando en ti”.

Y es que más allá  —para algunos— del excesivo romanticismo de estos poetas, las palabras reflejadas desde sentimientos contradictorios siempre han sido pensadas, escritas, o nombradas en todas las épocas.

Amores idílicos, como aquel cisne salvaje de Luis Rogelio Nogueras, esos que aprendemos a tener de lejos, y no romper algún hechizo de verano: tragar un  amor imposible, amarlo libre... amar el modo en que ignora que existes.

La poesía “enamorada” ha sido incluso llevada a la música. Su encanto seduce a trovadores y artistas, pues la inspiración no escatima mentes duras, o retorcidas.

No alcanzarían las páginas para mostrar cuánto de amor y verso hay en cada obra de la literatura, o cuánto de poesía hay en la vida y las relaciones humanas. Al final, creo y confío en que todos llevamos un poeta dentro, algunos han logrado despertarle y sacudirle la inercia, y otros lo reservan para una emoción fuerte.

No importa dónde se guarde, o cómo se le dé forma. Hoy puede ser un buen día para remover los pragmatismos y liberar el espíritu, tomar una hoja de papel (tablet, PC, celulares), lápiz… y conectar mente y corazón para dejar que nazca la poesía.


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Mayte María Jiménez

Periodista del Diario Juventud Rebelde y editora del Suplemento En Red, dedicado a Ciencia, Salud, Tecnología y Medio Ambiente. Aborda temáticas relacionadas con juventud, sociedad, salud, ciencia, economía y otros tópicos de la actualidad nacional de Cuba. Coautora del libro Periodismo incómodo: la cuadratura del círculo, de la Editora Abril

Se han publicado 11 comentarios


El doctor
 19/12/18 22:02

El amor es un campo de amor y de batalla, cada día entreguemos todo por el bien de los demás que es el nuestro y recibiremos la inmortalidad, para que nacimos sino para servir al otro. Recomiendo desapego porque al final nada llevamos, sugiero llorar cuando duela, de la risa o para cambiar el fluido del lagrimal, no hay bien ni mal, solo felicidad, cuando toco al otro, cuando comparto, cuando soy. La libertad está en ti, al decir del maestro es "el derecho de cada hombre/mujer a ser honrrado" y sabemos que ser cultos es el único modo de ser libres.

catalogo avon
 7/12/20 17:59

Totalmente de acuerdo contigo.

38
yo hablo de to
 7/12/18 18:25

Hola me llamo Eloy,soy de Villa Clara.

ALINA
 28/4/17 14:14

El amor es la fuente que alimenta la vida, no solo el amor a la pareja, el amor a la VIDA, a los seres queridos a los que estan y los que no estan, siempre siguen en nuestros corazones, como es el de la Madre, el Padre, siempre estan y seguiran en nuestros corazones, en cada paso que demos en la vida.

Osmany Morejón García
 31/12/16 22:17

Soy amante del amor y creo en él, y aunque hoy en día el dinero quiere dominar al amor sigo incistiendo en que el amor es el mejor alimento para la vida.

¿Quien no ha sufrido por amor?, Yo por ejemplo, tengo 44 años y dedique mis últimos 18 a formalizar una herosa familia junto a mi amada pareja a la cual le puse todo mi empeño y dedicación y esta me traisionó.

Porque no seguir creyendo en el amor, tengo en mi alma todo el amor del mundo para entregar al ser que desee compartir mi rinconsito privado conmigo y la verdad que se me ha hecho dificil encontrar una pareja que quiera entregar amor como yó y que no sea por lo que tengo o pueda dar, creo que primero hay que pensar en el amor y despues en las cosas materiales porque sino la relaciones fracasan y se acaba lo material.....

Esto no es una propaganda de mis sentimientos profundos hacia el amor, mi amor está bien definido dentro de mí, el amor a mi familia, el amor a mis amigos, el amor a mi trabajo, el amor a los que me rodean diariamente, en fin para mi tambien es importantísimo el amor a mi pareja que cuando la tenga jamás se quejará de no tenerlo.

La mujer que crea en el amor y desee compartir puede escribirme a. colaboracion@bh.gobart.co.cu 

El_Javi
 5/12/15 8:18

Si.... el amor es como una paloma... viene, pasa por nuestras vidas, te desfeca y despues se va...

yo renuncio

Esmaykel
 17/11/15 14:22

Hola a todos, estoy comenzando a escribir un blog personal y necesito un poco de visibilidad, saludos.

http://esmaykel.wordpress.com

Alesnay
 30/9/15 21:57

Todo eso esta muy bien pero el amor nos hace sufrir demasiado como para dejar de creer en el. Al menos eso es lo que me ha pasado a mi, ya las personas piensan que son los dueños/as de los pensomientos y sentimientos de los demas. Sobre todo las mujeres!!!

Lorena
 29/4/15 16:15

estar enamorado es muy sensual y ineresante

Arley
 1/6/15 14:41

Eso es verdad, pero además nos da fuerza para luchar por la vida y sacrificarnos por el ser amado.

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Roge
 16/3/16 12:39

Lorena quien eres escribeme aqui: dir.pinarpan@alinet.cu

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