Capitán fantástico (+Trailer)

Captain fantastic (2016) tiene algunos gaps muy obvios. El más grande: el hecho de que la madre de los niños lleva varios días muerta y no se descompone. Pero en sentido general es una película de las que uno debe ver una y otra vez.

La estructura narrativa aboga por el estilo comercial, pero sus hilos son invisibles. Parte de las propuestas del Festival de Sundance, la cinta aborda problemáticas contemporáneas y además propone soluciones.

Unos padres, cansados del consumismo y de la estupidez que presencian en el mundo –Einstein decía que solo el universo y la estupidez humana eran infinitas-, deciden llevar a sus hijos a un bosque lejano y criarlos ahí. Alejados de todo contacto con la civilización, le enseñan matemáticas, filosofía, literatura, historia… métodos de supervivencia y sobre todo: a pensar por sí mismos.

Esta alternativa a la sociedad de consumo es presentada idílica y hermosa, como la utópica sociedad de Platón materializada. Pero no se queda ahí. Se presentan además los problemas que pudiera presentar ser tan auténtico y cazar tu propia comida cuando el resto de la sociedad se la pasa metido en su teléfono celular.

"Si asumes que no hay esperanza, entonces garantizas que no habrá esperanza. Si asumes que hay un instinto hacia la libertad, entonces aún hay posibilidades de cambiar las cosas", dice una frase de Noam Chomsky, quizá el teórico de izquierda más importante de Estados Unidos. La cinta es tan transgresora en su discurso que coloca a Chomsky como epicentro de su relato, hasta un día le dedican.

Aunque la envoltura de este segundo largometraje de Matt Ross es de comedia, y definitivamente estamos en presencia de una cinta muy entretenida, el contenido antropológico y filosófico de la cinta, la alternativa que representa al modo convencional de vida, representa un afilado discurso teórico que todos los padres, o aquellos que pretendan serlo, deberían ver.

Viggo Mortensen como personaje protagónico es una apuesta segura. Probablemente recordado por el público cubano como Aragorn, en El señor de los anillos, su entereza ética aporta mucha legitimidad al padre de esta familia.

Imaginas poder crear un paraíso para tus hijos, poder criarlos alejados de la corrupción diaria y el veneno que desprenden los convencionalismos sociales? ¿Imaginas cuán genial sería poder crear seres humanos auténticos?

El ejemplo por antonomasia de esto es cuando una de las hijas le pregunta al padre:

- Papi, que es violación.

Y el padre contesta:

- Cuando una persona, usualmente un hombre, tiene sexo no consensuado con otra persona, usualmente una mujer.

La niña tiene cuatro años y continúa:

- ¿Qué es sexo?

- Cuando un hombre coloca su pene dentro de la vagina de la mujer.

- ¿En la vagina? ¡Por ahí sale mi orina!

- No exactamente –dice el padre-, la orina no sale por ahí sino por la uretra. Pero entiendo tu punto.

- ¿Por qué harían eso?

- Se supone que les de placer.

Una conversación que tiene lugar mientras el padre conduce una casa-autobús y está toda la familia camino a enfrentarse por primera vez en muchos años a la sociedad; están todos camino al funeral de la madre, recién fallecida.

Matt Ross va incluso más allá de quejarse de la sociedad actual: también se queja de su alternativa. Cuando Mortensen llega a la sociedad, no encaja en esta. La fábula muta y se convierte en moraleja: cualquier extremo, aunque las intenciones sean las mejores, deviene error. La virtud siempre está en el medio.

Especialmente refrescante y radical, con personajes con los que al menos yo ansiaría tener como amigos, la cinta impregna de movimientos a nuestros conceptos sobre la mejor forma de vivir esta, nuestra única vida.