Embrujada

Embrujada es una serie cómica norteamericana que tuvo gran fama y se proyectó originalmente por ABC, una de las grandes cadenas norteamericanas de la época. Fueron ocho temporadas y se concibieron entre 1964 y 1972. Fue la serie más larga sobre personajes con poderes que jamás se haya lanzado en pantalla.

En Hispanoamérica la serie se conoció como Embrujada o Me casé con una bruja. Contaba la historia de una bruja llamada Samantha (Elisabeth Mongomery), que se casó con un hombre mortal (Dick York) a quien su madre (Agnes Moorehead), bruja también, no aprobaba, le dio la vuelta al mundo.

En el año 2005 la directora Nora Ephron decide hacerle un homenaje y crea Bewitched (2005), una película protagonizada por Nicole Kidman, quien interpreta a una bruja que sueña con renunciar a serlo. Quiere ser una mujer normal… a pesar de los contras de vivir en un mundo donde debe hacerse colas largas en los supermercados y recoger los regueros dentro de nuestra casa.

El padre de esta bruja es interpretado por un encantador Michael Caine, quien termina ligando nada más y nada menos que a Shirley McLaine. Esta actriz tiene un papel secundario, pero su ingenio y experiencia actoral es tal que eclipsa a lo mejor y único que ofrece Nicole Kidman en esta cinta: su belleza.

A cada rato, los personajes de la serie que fuera tan famosa intervienen en la cinta y hacen guiños que reafirman el homenaje. Todo el tiempo Bewitched parece recalcar que no tiene intenciones de originalidad. Pletórica de intertextualidades que aluden a la serie que es su origen, la cinta ofrece en todo momento sus respetos y consideración a la Samantha de mediados del siglo pasado.

McLaine está entre los mejores aciertos de esta cinta. Por cierto, que son pocos. Aunque el filme tiene el tino de no ser una fotocopia de la serie de los sesenta y setenta, la flojera de su guión resulta, por momentos, abrumadora.

Lo peor es el error de la pareja de Nicole Kidman. Ella y Will Ferrell no tienen la menor química. De ahí que las mejores escenas de la cinta sean en las que ellos no se encuentran juntos.

Bewitched es, en definitiva, una de esas cintas que entretienen brevemente, pero nada más. No hay en esta entrega una película de fuerza y peso, que sea algo más que un homenaje. Algunas escenas graciosas lo intentan… infructuosamente.