La gente decía que Patricia Highsmith era una misántropa. Porque nunca tuvo una relación que durara mucho tiempo. Porque prefería la compañía de sus gatos que de las personas.
Creo que la gente debería morderse la lengua antes de hablar de alguien que ha creado Belleza con mayúsculas.
Cuando uno ha aportado al mundo algo que el mundo no puede desprenderse sin desfallecer, entonces se ha ganado un pedazo de gloria. Que no es fama. Y ese pedazo de gloria es impoluto. Y vuelve impoluto todo lo que toca.
Así que no acepto críticas a Patricia Highsmith. Mas cuando hay libros de ella que rayan la perfección. Como es el caso de Carol.
La primera vez que logró la publicación de Carol, Patricia Highsmith usó un seudónimo. Carol es una historia de amor entre dos mujeres en los años cincuenta en nueva york. Época en que el horror a la homosexualidad funcionaba como los años noventa en Cuba.
La arquitectura de la película homónima conserva el rastro de la novela: ese relato de suspense, esa exactitud abrumadora. Cada secuencia, sencillamente, vibra.
Como en el texto original, la idea es describir el lento proceso que va desde el descubrimiento a la aceptación, desde la sorpresa al tacto de la piel. La piel dulce. Y todo ello, con la sensación de un animal acosado; en permanente estado de peligro.
Carol (Todd Haynes, 2015) es una película que se ve por dentro. Y así hasta romperse en dos.
Therese (Rooney Mara), joven empleada por accidente de unos grandes almacenes, se encuentra con Carol (Cate Blanchett), una sofisticada mujer que vive el castigo de un marido no tan elegante. Lo que sigue no es más que la detallada descripción de una herida.
El universo que describe Haynes nada tiene que ver con las imágenes pastel de una película de época. Tanto el trabajo de dirección de arte como, más importante, el de fotografía firmado por Edward Lanchman, están al servicio de la reconstrucción realista de un mundo mítico y a la vez sucio. La idea es capturar la temperatura precisa de la modernidad que irrumpe.
El resultado es una película inmensa en su perfección; deslumbrante hasta el agotamiento. El trabajo de Blanchett es extraordinario; preciso.
meril
12/6/19 15:18
Me encantó esa película; también la de "Habitación en Roma" y "El último suspiro". El o la que pueda, que las vea, así sabrán cómo es que sufren estas personas, lo mismo que está sucediendo en Cuba con muchas de ellas.
gretter
4/6/19 11:15
Carol: una historia de amor con un final de los que ya no existen
Los dramas de los últimos tiempos tienen una arista gris y una inclinación a finales espantosos que me defraudan, sobre todo en los filmes donde las historias no son comunes. Recuerdo las películas Habitación en Roma o La vida de Adele, cintas magníficas pero con un desenlace al menos para mí demasiado oscuro.
El director Todd Haynes por suerte viene a contarnos un cuento diferente con Carol, basada en la novela de Patricia Highsmith.
Ambientada en el Nueva York de los años 50 narra el amor que surge entre una joven dependienta de una tienda y una mujer elegante y adinerada, relación que cambiará sus vidas para siempre.
Ganadora en el Festival de Cannes, nominada a los Premios Gotham, Globos de Oro y Satellite Awards, Carol es una cinta que conmueve hasta la saciedad y ni un segundo de sus dos horas de metraje rompe su encanto.
Haynes quién dirigiera Lejos del cielo (2002) y Veneno (Poison) (1991) recrea magistralmente este relato con el artilugio de quién sabe atrapar solo con una cámara y un libreto.
Carol es grandiosa en su ambientación, banda sonora y en cada fotograma que el espectador va recorriendo como cómplice de esta historia prohibida.
Insuperables las interpretaciones de sus actrices principales Cate Blanchett y Rooney Mara, cuál de las dos más espléndida, da igual quién se lleve el Oscar, ambas logran tanta química y credibilidad en sus personajes que solo queda deleitarnos.
El filme es muy personal y tiene estilo propio, elegante, no se parece a nada que hayamos visto antes.
Todavía se pueden hacer películas perfectas y Todd Haynes ha logrado con Carol una obra de arte
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Disobedience : amores prohibidos
El honor es lo más importante
Sebastián Lelio ya no necesita demostrar que es un artista con una visión particular de concebir el cine y sus historias
Continuando con su saga con la mujer como eje central , ahora completa la trilogía con la adaptación de la novela de Naomi Alderman , Disobedience
Una mujer que se crió en una familia ortodoxa judía regresa a su hogar con motivo de la muerte de su padre, un rabino. La controversia no tardará en aparecer cuando ella comienza a mostrar interés por una vieja amiga del colegio.
La película tuvo una presentación especial en el Festival de Toronto y tanto la crítica como el público se deshizo en halagos
En esta ocasión Lelio explora una comunidad potencialmente homófoba con la particularidad de que sus protagonistas son lesbianas
El director corre riesgos y a diferencia de Gloria y de Una mujer fantástica decide rodar un material completamente contenido y que no profundiza totalmente en la historia
A pesar de ello Disobedience es un filme sobresaliente y desde luego importante
Esta historia de amor prohibida en un contexto como el judío se ve representada por una puesta en escena de colores fríos y de escasas locaciones
Ronnie y Esti se enfrentarán a sentimientos del pasado , a los prejuicios sociales y experimentarán el deseo carnal
La polémica escena de la saliva está muy bien lograda, incluso fue considerada por muchos la mejor escena erótica del año
Una vez más Mathew Herbert compone la banda sonora , espléndida
Rachel Weisz, quién figura como productora de la cinta, es judía y este probablemente sea uno de sus grandes papeles en pantalla
Rachel McAdams impresiona por su caracterización y la complicidad de ambas actrices es lo que termina convirtiendo a la película en un trabajo redondo
Alessandro Nivola, encarna un secundario de lujo
Una vez más Sebastián Lelio se aleja del cine comercial para ser consecuente con su discurso
El título no le puede venir mejor a una película en la cual para amar hay que desobedecer
The Miseducation of Cameron Post : no se trata de una enfermedad
Desiree Akhavan recordada por su personaje en Appropriate Behavior y por estar al frente en estos momentos de la serie The Bisexual se encarga de la adaptación de la novela de Emily M. Danforth The Miseducation of Cameron Post
El libro de centra en una joven que es obligada a asistir a un centro de terapia para convertir a los homosexuales.
Quizás sea una moda en Hollywood en este 2018 retratar en pantalla el proceso de identidad sexual de los adolescentes , ya vimos Loving Simon , un drama muy rosa sobre un tema tan importante como salir del closet o el recién estreno de Boy Erased también sobre las terapias de conversión
The Miseducation of Cameron Post fue la Mejor película del Festival de Sundance y ganó Seminci: Espiga de Plata en el Festival de Valladolid
Desiree Akhavan de origen iraní identificada como bisexual encontró en el libro de Danforth una vía para retratar quizás lo que ella en algún momento experimentó en carne propia
Películas como The Miseducation of Cameron Post son tan necesarias como inspiradoras , en estos momentos donde solo se habla de muerte , persecución y repudio para el colectivo LGTBI, una historia que les de visibilidad se agradece
Considero que la visión de una mujer en la dirección ha sido determinante en la producción , sobre todo para abordar el tema principal
Nuevamente la religión y la sociedad condenando , tachando de enfermo o anormal algo que simplemente está en tu naturaleza, no hay nada que cambiar o curar
Todas estas cuestiones quedan bien expuestas en el filme , donde también se presentan falsas teorías vinculadas a la familia como un factor determinante en la orientación sexual
Lo que más le aplaudo a la cinta es no caer en los clichés, alejarse de los tópicos dramas homosexuales adolescentes y tratar el tema con seriedad y no de forma superficial ni trivial
Algunos pasajes son dolorosos y los flashbacks en ningún momento alteran el orden de la narración, al contrario aportan a lo que se está contando
Chloë Grace Moretz es junto a Elle Faning de esas actrices que vienen pisando fuerte y no importa su juventud
Comenzó su carrera en el 2005 con películas de serie B como La morada del miedo, Room 6 y Zombies
Seguidamente la vimos en el 2010 con el remake americano de la famosa cinta sueca Déjame entrar y después fue una heroína en la saga Kick-Ass y una poderosa telequinesis en Carrie
Aún sin protagonizar de lleno un personaje serio se le notaba madera de gran actriz y es definitivamente Cameron quién la hará ver como la artista dramática que realmente es
Más allá de su cambio físico , sus gestos , incluso el tono de su voz , su interpretación va de la mano con el resultado final de la cinta
Hay que ver The Miseducation of Cameron Post , un estudio sobre la identidad , sobre encontrarnos a nosotros mismos , respetarnos y amarnos pese a nuestras diferencias
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