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domingo, 24 de noviembre de 2024

Mi obra maestra (+Trailer)

Una película defensora de que la idea del arte es abrazar la experiencia que la obra le propone a los sentidos. Para hacerlo, no se necesita ser especialista…

Diany Castaños González
en Exclusivo 18/12/2018
2 comentarios
Mi obra maestra
Guillermo Francella y Luis Brandoni están en la cúspide de su carrera (Foto: leedor.com).

“Cuando estén frente a una pintura no se pregunten qué significa. El arte no es solo una representación de la realidad. El arte puede crear su propia realidad. No piensen que no entienden. No hay nada que entender. La idea es abrazar la experiencia que la obra le propone a los sentidos. Para hacerlo, no necesitan ser especialistas ni profesores”.

Este es el comienzo de Mi obra maestra (2018), una película argentina hecha desde la sensibilidad de un trío que ya ha dado obras como el artista, el hombre de al lado y el ciudadano ilustre. Estoy hablando de Gaston Duprat como director, Mariano Cohn como productor y su hermano Andrés como guionista.

Y qué sensibilidad. Una que te dejara atónito, con el corazón elevado. No sabrás si la cinta va de arte, de la amistad o de lo podrido que está el mundo. O quizás de cómo en el arte, si tienes verdadera amistad, podrás enfrentar mucho mejor el mundo, a pesar de lo podrido que esté.

Guillermo Francella y Luis Brandoni están en la cúspide de su carrera. Nada más por verlos es un regalo el filme. En realidad, Mi obra maestra es un regalo por muchas razones. Pero no me apetece nombrarlas. Esta cinta, como toda verdadera obra de arte, no requiere ser entendida.

El arte no es solo una representación de la realidad. El arte puede crear su propia realidad. No pienses que no entiendes. No hay nada que entender. La idea es abrazar la experiencia que la obra le propone a los sentidos. Para hacerlo, no necesitas ser ni especialista ni profesor.

Pero sí me dan deseos de presentar una escena. Y para hacerlo debo explicar al menos retazos de los personajes:

Luis Brandoni es un pintor que experimentó mucho éxito en los años ochenta pero cuya obra está ahora en decadencia. Guillermo Francella es su galerista y amigo de hace cuarenta años. Y Raúl Arévalo es un muchacho idealista que le pide a Brandoni que le enseñe a ser artista.

Brandoni le cobra dos mil quinientos euros por la lección: le pide que vacíe una habitación. Cuando Raúl Arévalo termina, le dice: “Y ahora ponlo todo igual, de la misma manera en que estaba”. Él lo hace y le queda perfecto, exacto.

- Cuál es la próxima lección. Espero que sea ahora algo más relacionado con el arte, pregunta Arévalo.

- No seguimos con las lecciones –responde Brandoni, el gran pintor- te salvaste; no vas a ser artista. Vos desde el comienzo demostraste que sos un tipo riguroso, competente y sobre todo, humilde. Y esos no son atributos de un artista. Para ser un artista necesitas ser ambicioso y egoísta. El que hace arte es porque no sabe hacer otra cosa. Es como una especie de discapacitado. Vos en cambio podés aspirar a hacer algo que le sirva a los demás”.

Mi obra maestra está cargada de una dinámica que resulta irresistible. Combina dramas con toques de comedia, humor negro con una reflexión ácida, no exenta de ironías, sobre la sociedad actual. Mensaje profundo y múltiple, pero enfocado. Una visión crítica que se instala en nuestros corazones –si son sensibles- como un eco que retumba.


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Diany Castaños González

A aquella muchacha le gustaba acostarse soñando imposibles, hasta que despertó una mañana segura que, durante la noche, había dormido apoyando su cabeza sobre el ombligo de Adán.

Se han publicado 2 comentarios


Almir U. Mestre León
 18/12/18 17:19

Me gustó mucho la reseña, me dan ganas de verla.

gretter
 18/12/18 7:35

Mi obra maestra: uno es lo que hace

 

Recientemente estrenada hace unos días en el Festival de Venecia representando a Argentina se exhibió Mi obra maestra la nueva película de Gastón Duprat

Arturo  es un galerista encantador e inescrupuloso. Renzo es un pintor hosco y en decadencia. Si bien los une una vieja amistad, no coinciden en (casi) nada. El galerista intenta por todos los medios reflotar la carrera artística de su amigo, pero las cosas van de mal en peor. Hasta que una idea loca y extrema aparece como una posible solución.

El filme es diferente a todo lo que había rodado Duprat hasta el momento , nada que ver con El hombre de al lado o con  El ciudadano ilustre

Mi obra maestra es más ligera pero siempre con ese sabor agridulce , con esa pluma afilada para la crítica y esas ganas de siempre defender el arte y la libertad de creación

La trama apunta más al melodrama, los diálogos son agudos y la cinta se disfruta por centrarse en temas muy conocidos pero desde la percepción del realizador

Es esa peculiar manera de concebir el cine que hace que Duprat sobresalga por encima de otros directores tanto de su país como fuera de el

Guillermo Francella, desde El Clan se ha ganado mi respeto pues ya no lo veo como el bufón de viejos sketch televisivos

Luis Brandoni está inmenso es tan fácil odiarlo como amarlo o sentir pena por él, una magistral interpretación

La importancia de la amistad , el arte como obra liberadora son algunas de las tesis que sostienen Mi obra maestra un filme que sin dudas invita a la reflexión

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