La Convención Internacional Cuba-Salud 2015 —que reunió por estos días a 51 delegaciones, alrededor de 30 Ministros de Salud y más de 1500 delegados cubanos y extranjeros de 73 países en Cuba—ha concluido con la certeza de que son enormes los desafíos en aras de mejorar la salud de los pueblos, pero con el buen sabor de que mucho de lo que está por hacer está en nuestras manos.
Cuatro días en los que se compartieron experiencias, se subscribieron acuerdos para la colaboración con naciones africanas, se debatió sobre desafíos comunes como la salud materno infantil, el adulto mayor, la cobertura universal en salud, el empoderamiento intersectorial, el envejecimiento poblacional o el desarrollo tecnológico en el campo de la salud. En la Convención Cuba Salud 2015 hubo espacio para muchas de nuestras preocupaciones cotidianas, en la voz de importantes representantes de diversos países. Lo mejor es que, desde ya, quedó abierta la convocatoria a un nuevo encuentro en 2018.
“¿Cuántos médicos hay en el mundo? ¿Cuántos más necesitamos?, pero sobre todo ¿cuántos gobiernos han colocado en sus prioridades mejorar el estado de salud de sus pueblos?”, preguntó como parte de las palabras de cierre el doctor José Ángel Portal Miranda, viceministro primero de salud de Cuba.
“Son estas interrogantes obligadas cuando hablamos de lograr una cobertura sanitaria universal, en un mundo donde hay millones de personas que no pueden acceder a servicios médicos integrales para lograr una vida saludable, prevenir la enfermedad, recibir atención cuando están enfermos, incluso cuidados paliativos en la fase terminal de su enfermedad”, insistió Portal Miranda.
Los desafíos que tiene por delante el planeta estuvieron resumidos en el discurso de clausura de esta cita, que tuvo como centro el concepto de “salud para todos”. El titular cubano mencionó problemas como el crecimiento sin límites de las enfermedades crónicas no transmisibles, la emergencia y reemergencia de enfermedades transmisibles y el envejecimiento paulatino de la población; e hizo referencia además a la farmacorresistencia, con pérdida de eficacia de antibióticos de última generación, lo que conllevará a que algunas enfermedades infecciosas comunes sean de nuevo letales
Frente a tan complejo escenario, ¿qué pueden hacer los gobiernos? ¿Cómo enfrentarlos los problemas? ¿Es posible asumir la salud desde un enfoque de prevención cuando aún quedan en el mundo países sin cobertura universal de salud? Sin dudas estas fueron preguntas claves durante los días de este evento y temas sobre los que el viceministro cubano invitó a reflexionar.
De acuerdo con Portal, la situación actual “requiere el establecimiento de políticas bien definidas, que prioricen la prevención como la mejor opción y lograr que prevalezcan los intereses sanitarios sobre los económicos”.
La solidaridad también estuvo en el centro del discurso de clausura del evento, recordemos la participación de ministros de países con los que Cuba mantiene colaboración como Venezuela, Brasil, países del África, entre otros.
Francois Ubovi (I), Ministro de Salud del Congo y su homólogo de Cuba, Roberto Morales (D), durante la firma de un convenio de Cooperación Médica entre ambos países, en el marco de la Convención Internacional de Salud Cuba-Salud 2015. (Abel Padrón Padilla / AIN)
En ese sentido, Portal resaltó que “Cuba seguirá compartiendo sus modestas experiencias a través de la cooperación internacional y reitera el llamado a la importancia de establecer negociaciones para la contratación de recursos humanos a través de convenios institucionales, que permitan balancear la fuerza de trabajo y no dejar desprotegidos los servicios a la población”.
Igualmente, se insistió en la necesaria inversión en el desarrollo de tecnologías para hacer frente a las enfermedades olvidadas. “No existen herramientas más eficaces y útiles para alcanzar la cobertura universal de salud, que la investigación, la innovación y transferencias tecnológicas; lo cual requiere de la imprescindible formación de los recursos humanos calificados”, sustentó Portal.
Durante uno de los paneles desarrollados como parte de esta Convención, moderado por el Dr. Pastor Castell-Florit Serrate, el tema de análisis fue precisamente la Cobertura universal en salud y el empoderamiento intersectorial. Allí se insistió en que la salud pública es una ciencia que en la práctica se inserta en los sistemas sociales y para su desarrollo requiere de políticas, estrategias y tecnologías que sean capaces de sustentarlas.
“Es imprescindible para lograr cobertura universal que exista la intersectorialidad, teniendo en cuenta que el 75 por ciento de los problemas de salud que afectan a la humanidad están relacionados con modos y estilos de vida y cuestiones medioambientales, que no dependen exclusivamente de las acciones del sector de la salud. Por esa razón, para lograr una cobertura universal tenemos que abordar los problemas que inciden en los determinantes sociales de la salud”.
Los dejamos con esta valiosa reflexión, al tiempo que decimos adiós a Cuba Salud 2015. El desafío por delante está trazado: es posible si se quiere lograr un cambio en muchos de los problemas que afectan a nuestros países. Como se dijo más de una vez, la salud requiere de políticas que permitan lograr la prevalencia de lo sanitario por encima de lo económico.
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