El próximo 4 de noviembre a la una de la madrugada se realizará el cambio de horario en Cuba, con lo cual se dice adiós al verano y se recibe al no tan diferente invierno. Los relojes se tendrán que atrasar una hora y se coincidirá entonces con la de los países en el Hemisferio Norte.
Sin embargo, la razón del cambio no se relaciona solo con la diferencia entre estas dos estaciones. Desde su primera aplicación en 1916 para el horario de verano, estaba planificado para que la sociedad pudiera disfrutar de más tiempo de luz solar, además de ayudar al ahorro en el consumo eléctrico. En Cuba esta política empezó a partir de 1928. El horario de invierno fue una iniciativa llevada a cabo desde 1974, donde se incluye actualmente medio centenar de países del mundo.
Con la aplicación del horario normal para Cuba, va a existir un incremento del pico eléctrico, por lo que la Oficina Nacional para el Control al Uso Racional de la Energía solicita que en los hogares y centros laborales se tomen medidas para contrarrestar esta situación.
En el país, según datos de la ONEI, el consumo eléctrico anual en los hogares ha ido aumentando desde 1990 con 3306 GW por hora en total, hasta la última cifra recogida en 2017 con 8960 GW por hora. Este incremento ha sido gradual y debiera motivarnos a lograr que cada día el ahorro forme parte de nuestras prioridades.
reyda
2/11/18 13:17
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