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lunes, 18 de noviembre de 2024

Esta es Cuba, la verdadera Cuba (+Fotos)

Meritoria es la actuación de nuestros profesionales de la salud en los centros de aislamiento. La acertada estrategia de Cuba contra la COVID-19 demuestra la valía del sistema de salud cubano...

Jessica Mesa Duarte en Exclusivo 16/07/2020
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La acertada estrategia de Cuba contra la COVID-19 demuestra la valía del sistema de salud cubano y permitió contrarrestar los efectos de una pandemia que azota con fuerza a gran parte del mundo, con más de 13 millones de casos confirmados y cerca de 573 mil fallecidos hasta el momento, según datos divulgados por el Ministerio de Salud Pública de Cuba (MINSAP).  

Al cierre de este 14 de junio en la nación antillana se reportaban 2438 pacientes diagnosticados con la enfermedad, 2277 recuperados y 87 muertos.

En el caso particular de la provincia de Matanzas, las mayores incidencias se concentraron en los municipios de Cárdenas, Limonar, Jovellanos y la cabecera provincial. Únicamente en el municipio Ciénaga de Zapata no se reportaron contagiados con el nuevo coronavirus.

Tres vías fueron fundamentales para lograr la detección temprana de los casos sospechosos. Las pesquisas realizadas, casa por casa, y chequeadas con rigor, la labor de los médicos y enfermeras de la familia en los consultorios y el trabajo en las salas de Infecciones Respiratorias Agudas (IRA).

Pero, para alcanzar estos resultados fue determinante la imbricación efectiva de muchos sectores sociales, donde destaca en primer lugar la entrega de los profesionales de la salud quienes no titubearon ante las complicaciones de permanecer en la zona roja y pusieron a disposición de todos sus conocimientos y cuidados en función del bienestar colectivo. Ellos son los verdaderos protagonistas de estos tiempos.

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Realizar las encuestas para determinar y aislar a los contactos de los casos sospechosos y positivos a la COVID-19 ha sido una de las tareas medulares en Cuba para evitar el contagio del SARS-CoV-2 entre la población.

La epidemióloga Licety Molina se encargó de esta importante responsabilidad en el Hospital Militar Mario Muñoz, de Matanzas. “Fui como encuestadora. Mi trabajo consistía en preguntarle a los casos sospechosos cuáles eran sus contactos, a qué se dedicaban, dónde trabajaban, viviendas que visitaban.

”Estuve catorce días en el hospital militar y después catorce en aislamiento junto a las enfermeras en Villa Canímar. Allí nos medían la temperatura todos los días y nos chequeaban clínicamente. El PCR dio negativo a todos”.

Laura Lima García ya había trabajado como médico en la sala de Infecciones Respiratorias Agudas en el policlínico Juan Gualberto Gómez, de Los Arabos. La joven recién graduada quedó marcada profundamente por la experiencia que vivió durante los catorce días que prestó servicios en la Universidad de Matanzas.

“Es una experiencia que recordaré toda la vida. Me servirá para cuando esté en cualquier lugar sentirme preparada para enfrentar una pandemia o una enfermedad compleja como esta que se ha convertido en un problema mundialmente.

”Es poco el tiempo que pasas en un centro de aislamiento, pero basta para que te encariñes con todos con quienes compartes. Los pacientes llegan asustados pero intentamos calmarlos explicándoles, brindándoles mucha información. Me impresionó que muchos cuando se iban nos aplaudían. Eso me llenó de orgullo y satisfacción”.

Con algunos años más de experiencia, la enfermera Lázara María León Torres también vivió momentos impactantes durante su estadía en el centro de aislamiento de la Universidad de Matanzas.

“Recuerdo especialmente a una muchacha cuyo padre murió en el hospital de Cárdenas producto de la COVID-19. Ella desde el primer momento intentó alertarnos de que no nos acercáramos por el peligro de contagiarnos porque entre ella y su esposo cuidaron al anciano.

”Nosotros le explicamos que no corríamos riesgos porque contábamos con todos los medios y cumplíamos cabalmente las medidas de protección. Cuando llegaron los resultados del PCR ella era positivo”.

La labor de estas tres mujeres, como la de tantos especialistas que aún hoy se mantienen en los centros de aislamiento, fue de gran ayuda en el enfrentamiento a la COVID-19 en la provincia.

Cada una desde su propia experiencia valora este como el desafío mayor que han tenido que enfrentar. Todas coincidieron en su disposición para asumir cualquier misión encaminada a garantizar un óptimo estado de salud para todos.

“Claro que lo haría, en primer lugar porque amo mi carrera, eso fue lo que estudié y me gusta mucho. Siempre daría un paso al frente por difíciles que fueran las circunstancias.

”Puedo decirte que extrañé mucho a mi familia. Fueron veintiocho días sin ir a mi casa. Lloré a veces porque es una prueba dura. Tienes que tratar a los pacientes como si fueran positivos hasta que se demuestre lo contrario. Mi familia tenía miedo de que pudiera contagiarme. Pero, con toda sinceridad, si tuviera que volver a hacerlo, no lo pensaría”, aseguró Lima García.

“Nuestro deber en ese momento fue trabajar en la línea roja. Teníamos miedo pero estábamos allí. Cumplimos con todas las medidas, usábamos el traje, las botas y todo lo necesario para protegernos.

”Fue impresionante y bueno. A veces pasábamos trabajo, pero nuestra labor valió la pena porque de allí salieron muchos casos positivos que después se trataron oportunamente”, sostuvo la epidemióloga.

“Siempre contamos con todos los medios de protección: doble nasobuco, la máscara, los guantes. Sentimos temor, pero nunca abandonamos a los pacientes.

”Estoy convencida de que si vuelvo a nacer escogería de nuevo ser enfermera. Yo amo mi profesión y me gustaría prestar mis servicios en otros países del mundo, pero siempre digo que primero está Cuba”, concluyó Lázara María.

Es en la actitud de estas mujeres, quienes representan a su vez a tantos profesionales de la salud, donde se constata la verdadera grandeza de nuestras batas blancas.

Se trata de cubanos que olvidaron su seguridad individual y la comodidad de su hogar para servir a otros. Ese es el precepto que defiende la medicina de este archipiélago del Caribe. Esa es Cuba, la verdadera Cuba.


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Jessica Mesa Duarte

Periodista y escritora de guiones radiales.


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