“El agua será el carbón del futuro”, aseguró Cyrus Harding, personaje de la novela de Julio Verne, La isla misteriosa, cuando le preguntaron qué sucedería si desapareciera el carbón. Para Verne estaba muy claro: compuestos del agua, como el hidrógeno y el oxígeno, podrían ser capaces de provocar una fuente inagotable de luz y calor, que superaría al carbón. Casi ciento cuarenta años después, las palabras del escritor francés siguen teniendo vigencia: el hidrógeno es una de las alternativas a largo plazo para la solución de los problemas energéticos globales.
Si bien el hidrógeno es el elemento más abundante en el universo y está presente en el agua, que abarca más del 70 por ciento del planeta Tierra; idear formas viables para producirlo y almacenarlo constituye hoy un reto de los especialistas, debido a los altos costos. Los datos demuestran, por ejemplo, que tan solo para guardar 4 kilogramos de hidrógeno, se requeriría un envase equivalente a un globo de más de 5 metros de diámetro.
Para conocer sobre las perspectivas de la llamada por Verne, “hulla del futuro”, Cubahora conversó con la doctora Elena Vigil, jefa de la Cátedra de Energía Solar de la Universidad de La Habana, quien desde hace años dirige un grupo de investigaciones sobre el hidrógeno.
—Más allá de los altos costos en la producción, almacenamiento y distribución del hidrógeno, ¿por qué es importante pensar en el desarrollo de esta alternativa? ¿Qué ventajas podría tener, frente a otras fuentes de energía como los combustibles fósiles?
—Todavía el hidrógeno no es una opción que se fundamente económicamente; sin embargo, cada año aumenta la necesidad de explorar otras fuentes de energía. Actualmente, la producción de petróleo está en un estancamiento: cada vez se encuentra menos y, extraer aquel que aparece debajo de las arenas y los mares, resulta muy costoso.
Ahora bien, aunque el petróleo fuese infinito, valdría la pena desarrollar la obtención de hidrógeno. Por varias razones, en primer lugar, por los daños que está causando el petróleo al medio ambiente con las altas concentraciones de dióxido de carbono en la atmósfera. Esto no ocurriría con el hidrógeno, porque es un combustible limpio: cuando se quema, lo único que produce, además de energía, es vapor de agua. O sea, estaríamos en presencia de un ciclo cerrado: con el agua se podría generar hidrógeno y con el hidrógeno se obtendría agua. Así, podríamos librarnos de las emisiones de dióxido de carbono, el principal gas de efecto invernadero.
—¿Cuáles son los principales gastos económicos que interfieren en el desarrollo global de la producción y utilización del hidrógeno con un fin combustible?
—Un primer problema es que habría que producir el hidrógeno. La forma más común que desde el siglo XIX se emplea para separar el hidrógeno del agua es mediante la utilización de la corriente eléctrica. A esto se le llama electrólisis. Este proceso produce hidrógeno puro, pero requiere de la electricidad, lo cual eleva los precios. Si añadimos que se debe partir de una energía renovable, aumenta el problema, pues estas en la actualidad son aún más costosas y requieren de recursos y voluntades para desarrollarlas. Pero el hidrógeno más importante en la actualidad no es el que se produce con electrólisis, sino a partir de metano que es una reacción química, ya que se descompone el metano y se obtiene el hidrógeno. Es el más barato que existe. No obstante, hoy se investigan muchísimas formas que podrían emplearse en un futuro para producir hidrógeno.
El tema del almacenamiento supone también otro reto, porque al tratarse de un gas, la capacidad que ocupa es mucho mayor que la que podría abarcar un líquido; las investigaciones caminan también en pos de encontrar formas de reducir el volumen del hidrógeno, al comprimirlo o enfriarlo.
Sin embargo, puede que dentro de unos años todo este procedimiento se abarate mucho. El precio del petróleo irá aumentando cada día y las energías renovables poco a poco disminuirán sus costos.
Sobre todo en los países desarrollados, ya es palpable, en casos muy concretos, la utilización del hidrógeno a partir de una pila de combustible. Importantes firmas de autos como Ford, General Motors/Opel, Honda, Hyundai, Nissan, Peugeot-Citroën, Toyota, Volswagen han desarrollado al menos un tipo de carro a pila. Para llegar a dar otros pasos, será necesario que haya mayor voluntad y apoyo; lo cual muchas veces falta, debido a los enormes intereses económicos que están por detrás.
—¿Cómo podríamos vislumbrar un futuro para Cuba en cuanto a la utilización de energías renovables?
—La infraestructura energética del futuro tendrá que ser distribuida y diversa. Las fuentes renovables de energía solo pueden utilizarse de forma distribuida. En el futuro habrá que usarlas todas: la fotovoltaica, la hidráulica, la eólica, la biomasa. Esto será más económico que el petróleo, sobre todo para nosotros. En el país se le está prestando una gran atención al tema de las energías renovables, pues las características naturales de Cuba son un alto potencial para su desarrollo.
Para impulsar la producción de hidrógeno, se impone desarrollar las fuentes renovables de energía. Y puede ser posible, pensemos solamente que el volumen de sol que la Tierra recibe en apenas un año, es mayor que todo el petróleo que ha existido desde que se halló.
Energías renovables en Cuba (Autora: Elena Vigil)
Términos y condiciones
Este sitio se reserva el derecho de la publicación de los comentarios. No se harán visibles aquellos que sean denigrantes, ofensivos, difamatorios, que estén fuera de contexto o atenten contra la dignidad de una persona o grupo social. Recomendamos brevedad en sus planteamientos.