Reanimación de la producción azucarera (II)

Por: José Rivera Rosales

La agricultura cañera en Cuba puede producir caña para la industria y, junto a esta, producir la mayor parte de los alimentos que se necesitan para una buena parte de los ganados, sobre todo el vacuno.

Ah, y hay que reinvertir en modernizar la industria, pero también la agricultura cañera, sobre todo la cosecha, que ya tiene un alto grado de mecanización, pero necesita perfeccionarse para cosechar también el cogollo para alimento animal, mientras que la paja quede arropando al suelo.

Pensar en otra zafra como la ´´Zafra del 70´´ y otras de aquel entorno es simplemente tonto.

Se ha declarado que hay áreas cañeras contaminadas de marabú y con esto hay que ser bien cuidadosos: en Cuba no hay derecho ya a reclamar ni una sola hectárea de tierra más, para ninguno de los usos, mediante el empleo del buldócer: con la situación que presentan ya la mayoría de nuestros suelos, solo procedimientos de agro silvicultura debieran emplearse para el reclamo de las tierras contaminadas por marabú y las llamadas “malezas”: nuestros suelos no soportan ni un “buldócer” más desbrozando en ellos.

Por otra parte, hay que manejar adecuadamente la limpieza de los establos: los que tenemos hoy y los que habrá que fomentar para el manejo de la masa animal, de modo tal que se recoja todo el estiércol, restos de forraje fresco o ensilado, para devolverlo como enmienda a los suelos, a los que también habrá que enriquecerlos con biofertilizantes de producción nacional con la contribución de recientes inversiones.

El país formó un ejército de especialistas en Suelos y Fertilizantes, en Pastos y Forrajes y en Nutrición Animal. ¡A ellos debe permitírseles la batuta!

Por otra parte, hay que pensar de qué manera determinadas áreas forestales pueden soportar cierta carga animal: cerdos, por ejemplo, en los encinares y cabras y ovejas en otros tipos de bosques y plantaciones forestales: Cienfuegos y Viñales tienen alguna experiencia en estos menesteres y debiera aprovecharse.

Y la economía circular debe ser la concepción que conduzca cada acción en este sector, no solo por el beneficio al ambiente, que ya es bastante, sino también porque será la manera de aprovechar cada opción económica que brinda la caña, que son muchísimas, y así tendremos electricidad, alcoholes, alimento animal y muchos productos más. Con ese espíritu se acaba de lanzar la Alianza de la Caña en el pabellón de Cuba en la COP28 en Emiratos Árabes Unidos. Aunque esta frase también es válida para otros sectores, que han emergido en las últimas décadas, sigue siendo aplicable a este: sin azúcar no hay país. Ahora más bien debiera decirse, sin caña no hay país, y tener caña es el reto mayor de la recuperación de la industria azucarera en Cuba. Con caña tendremos país.