Hace algunas semanas comenzó a circular en la web un documento que, presentándose de la siguiente manera, acaparó la atención de los lectores: “Resumen de la Relatoría acerca de la Reunión Conjunta del Consejo Científico de la Universidad de La Habana (CCUH) con la Sección de Ciencias Naturales y Exactas de la Academia de Ciencias de Cuba (ACC) y otros invitados, celebrada en la Universidad de La Habana el 26 de febrero de 2015”.
Medios como Juventud Rebelde, Granma y Juventud Técnica se hicieron eco y reflexionaron sobre el contenido expuesto en el mismo; mientras, los comentarios de los lectores tampoco se hicieron esperar: “Sería muy conveniente que en otras universidades y centros de educación superior cubanos se conociera y debatiera esta información”, dijo un usuario desde la página de Juventud Técnica.
El documento no esclarece ante la luz pública un secreto internacional ni ofrece la cura contra una peligrosa pandemia, simplemente recoge los criterios de un grupo de académicos cubanos sobre el proceso de informatización de la sociedad, en el que se encuentra inmerso el país.
Para conocer los detalles del encuentro, Cubahora dialogó con Eduardo Ortega Delgado, profesor de la Facultad de Biología de la Universidad de La Habana, quien, haciéndose portavoz de sus colegas, aclaró varias cuestiones expuestas en la relatoría…
—¿Por qué y cómo surge la idea de realizar esta reunión conjunta entre académicos para tratar el tema del Taller de Informatización?
—El acceso a la información y, por supuesto, a Internet ha sido una preocupación constante del Consejo. El acceso a Internet en la UH ha mejorado en los últimos tiempos, pero todavía está muy por debajo de las necesidades de los profesores e investigadores de la institución. Internet tiene un nivel de penetración bajísimo en Cuba; estamos muy atrasados, no solo en comparación con países desarrollados, sino comparado con países hermanos de Nuestra América.
“El dieciocho de febrero conocimos que se proyectaba un Taller de Informatización de la Sociedad. A partir de ese momento comenzamos a seguir todo lo relacionado con el evento. Lo primero que acaparó mi atención fue que la UH no estaba entre las veintiuna sedes donde se proyectarían las videoconferencias. Propuse entonces, a los compañeros de la Red UH y de la Facultad de Matemáticas y Computación, que la UH fuera sede; mediante ellos supe que la información sobre el Taller les llegó con muy poco tiempo antes y que no habían podido contribuir a la preparación de lo que allí se debatiría. Lo mismo les sucedió a profesores experimentados de la Facultad de Comunicación.
”Personalmente, intenté participar en el Foro del Taller desde el primer día del mismo, pero era muy lento y difícil de acceder; demoraba mucho desde que se enviaba un comentario a que aparecía publicado. La tarde anterior al inicio no pude entrar en el sitio que se había preparado para hacer el Foro de discusión. Todas estas contrariedades hicieron que surgiera en el CCUH la necesidad de debatir lo que había ocurrido y lo que no había ocurrido o no se había tratado en el Taller y exponer nuestras consideraciones. Además, sentimos que estamos cumpliendo con el reclamo del compañero Díaz-Canel en su discurso: 'El Taller nos deja también expectativas, insatisfacciones, y por esas razones, de hecho, se impone su continuidad y sistemática alimentación con nuevas ideas y propuestas'”.
—¿Por qué considera que la manera en la que se está llevando a cabo el proceso de informatización, específicamente lo relacionado con el acceso a Internet no está siendo, y cito el documento, “público y transparente”?
—En Cuba hay una gran necesidad de acceso a Internet porque hasta el momento es ínfimo y excesivamente caro en los puntos que se han preparado para dar servicio a la población. Se ha comentado en los medios sobre la existencia de cables de fibra óptica, tanto norteamericanos, a los que no podemos acceder por el bloqueo, como el venezolano, el cual se publicitó mucho, incluso, el presidente de la Empresa de Telecomunicaciones Gran Caribe dijo entonces, y le leo la nota, que 'Con este cable… se impulsa la integración social, cultural y económica de los países de la región'. Después de eso hubo un silencio institucional total, acompañado por los rumores de que no tenía la calidad requerida, que lo habían afectado los tiburones, etc. No es hasta febrero de este año, con el Taller, que se da la siguiente gran noticia sobre el acceso a Internet en Cuba.
“En el discurso de clausura del mismo, el Primer Vicepresidente dijo, y leo nuevamente, que '…durante tres jornadas, un grupo de expertos debatieron un total de 71 ponencias…', y que '…la Informatización e Internet deberán acompañar la oportunidad de todos los cubanos de participar de forma activa en la construcción del país socialista, próspero y sostenible', agregando que 'hemos reconocido como problemas existentes la ausencia de política, la implementación lenta y carente de integralidad, la fragmentación, la sectorialización, el marco regulatorio fragmentado, sectorializado y desintegrado…'. Sin embargo, expertos de la UH y de la ACC, compañeros con gran conocimiento y experiencia, no participaron.
”El compañero Díaz-Canel nos dice que 'solo la integración de la inteligencia colectiva, como el resultado de la formación del capital humano creado en estos más de 55 años de Revolución, permitirá alcanzar los resultados esperados'. El CCUH es parte de esa inteligencia colectiva y hay muchas otras inteligencias colectivas en el país, pero falta información y debate público como ha hecho la Revolución en otros temas. Considero que debe haber un cronograma de conocimiento público e informar sobre cuáles son los logros y cuáles las dificultades para que el pueblo conozca y dé seguimiento al proceso”.
—¿Considera que Cuba cuenta con el avance tecnológico necesario como para sustituir el empleo de otras tecnologías extranjeras en el proceso de informatización?
—Cuba tiene cientos de expertos formados durante la etapa revolucionaria en las universidades cubanas, no solo en informática sino en muchas otras ciencias como las naturales y exactas, las humanidades, las sociales. Uno de los mayores costos en la implementación de ciertas actividades es el salario. Ese no es una limitante en Cuba. Tecnologías nos faltan, pero compañeros y compañeras con profundos conocimientos hay muchos. Esa puede ser una fuerza productiva que agregue valor a las actividades y a los productos de la informatización y otras, pero debe cuidarse ese personal.
—¿Por qué considera que “Las plataformas de navegación” deben diseñarse sobre la premisa del pleno acceso y sin restricción alguna”?
—Nuestro presidente Raúl Castro mencionó en una ocasión la Fábula de Esopo sobre la lengua. Recomiendo a quien no la haya leído que lo haga; tiene gran enseñanza. Como él dijo, en Internet hay de todo lo bueno y hay de todo lo malo. Pero, creo que si un pueblo en el mundo está preparado hoy para poder utilizar correctamente los contenidos de Internet es el pueblo cubano. Estamos preparados para distinguir, como en la Fábula de Esopo, lo que es bueno y lo que es malo.
—¿Cuál considera que debe ser el papel de las escuelas y centros de formación en el proceso de informatización?, ¿cómo lograr que constituyan un escenario imprescindible de este proceso?
—Desde la primaria los niños deben tener la posibilidad de acceso a Internet y al uso de las computadoras y así hasta la Universidad. Si esos estudiantes pueden continuar en sus hogares el proceso de formación aprovechando lo bueno de Internet, las posibilidades son infinitas. Eso pondría a disposición de nuestra sociedad miles y miles de inteligencias que bien orientadas pueden dar excelentes resultados. Las universidades cubanas son un crisol de formación. ¿Cuántos programas para enseñar historia, para enseñar matemáticas, para inculcar valores en nuestra juventud se pudieran hacer? Creo que los Joven Club, aunque son una gran idea, no son suficiente. Las computadoras e Internet deben llegar a las familias, para socializar la información y aprovechar las ventajas de la informatización, sin deshumanizarnos.
“Hoy, la cantidad de personas con acceso a Internet en Cuba no excede los dos millones novecientos mil usuarios. Aunque la temática puede ser novedosa para muchos y, a pesar de que no todos los cubanos conocen que es Google, la Tendedera o Facebook, los debates en torno al proceso de informatización se hacen necesarios y deben contar con la participación de quien será su principal beneficiado: el pueblo”.
mari
30/4/15 8:13
Buenos días CUBAHORA, disculpenme no habia visto este trabajo, todo lo que tiene que ver con este tema me resulta muy interesante, creo que no solo a mi si no a todo el pueblo de Cuba, que no tiene practicamente acceso a la red de redes Internet, es cierto que nuestro pueblo tiene el potencial necesario para diferenciar entre lo positivo y lo negativo de Internet más que discutido ya en todas las tribunas pero seguimos sin el acceso que necesitamos, sabemos que tiene que ser poco a poco, pero es necesario que ese poco no sea para el proximos años o seguiremos en lo mismo y los más viejitos nos quedaremos con las ganas.
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