Pandemia. Tiempos complejos. Incertidumbre, preocupación, dolor, muerte, estrés… Los problemas que antes parecían insalvables hoy son pequeños retos ante la posibilidad del contagio, del encierro, de la familia enferma, de los amigos hospitalizados.
La llegada de la COVID-19 sacudió unas prioridades y fortaleció otras. Para la radio cubana igual de convulsos transcurrieron los últimos años, pero las experiencias vividas demostraron el verdadero significado de un medio capaz de satisfacer la creciente necesidad de entretenimiento y compañía de audiencias tan angustiadas como los propios radialistas.
No obstante los dilemas del día a día, de adicionar a las rutinas productivas la desinfección constante de las manos y el puesto de trabajo, la radio permaneció siempre junto a sus oyentes, con la mayor de las sonrisas.
“Hacer radio en tiempos pandémicos ha sido muy difícil. Nadie imaginó en el planeta que un virus pusiera en entredicho la vida en todos los continentes.
”Fue difícil por la posibilidad del contagio y porque tuvimos que reajustar las rutinas productivas a esas condiciones: trabajo a distancia, redes sociales. No estábamos preparados para enfrentar tales complejidades”, aseguró Orlando Blanco García, director de programas en Radio Llanura de Colón.
Cada experiencia sumó una nueva fortaleza, desde la individualidad los radialistas se crecieron. (Tomadas de los perfiles en Facebook de los trabajadores de Radio 26)
Los programas adquirieron nuevos valores. Primó el deseo de mejorar, de estar siempre disponible con alegría y optimismo para contagiar a quienes necesitaran un poco de esperanza.
La radio entonces sumó responsabilidades a su encargo social: buscó ya no solo contar la vida de la gente, sobre todo aprendió a escuchar la vida de los demás.
“Desde que nos dedicamos a esta profesión estamos conscientes del sacrificio que entraña el periodismo. Cuando en el país se anunciaron las medidas que se adoptarían ante la aparición de los primeros casos de COVID en Cuba nos movilizamos en función de contactar con el personal de salud, científicos de la talla del doctor Lorenzo Jorge Pérez Ávila y especialistas para que le informaran a la población.
”El trabajo de la radio fue vital durante los meses de pico pandémico en Matanzas y lo sigue siendo. Dimos el extra para que el pueblo se cuidaran y para intentar estar a la altura del personal de salud”, expresó Yaisa Fraguela, jefa del Grupo Informativo en la emisora Radio Ciudad Bandera, en Cárdenas.
Como nunca antes la radio acercó a las audiencias, las aproximó a los realizadores; las distancias geográficas desaparecieron porque todos sufrimos los mismos embates, enfrentamos las circunstancias por duras que fueran con responsabilidad y dedicación, en función siempre de los oyentes.
Asimismo, el medio demostró una vez más la utilidad de los recursos sonoros para recrear ambientes, transmitir estados de ánimo, para comunicar.
“La radio es un espacio para que los oyentes encuentren también la ayuda que necesitan. La psicología desde la radio ha jugado un papel fundamental para apoyar a la gente, para devolverle la confianza, la esperanza”, apuntó Nolberto Cedeño, director de programas, realizador de sonidos y locutor de Radio 26, en Matanzas.
“Durante este tiempo asumí compromisos informativos muy diferentes a los que usualmente desempeño. Lo disfruté muchísimo. Nunca imaginé que algunos trabajos pudieran clasificar para las emisiones de Todos por Cuba o el Noticiero Nacional de Radio.
”Fueron vivencias inolvidables que me sedujeron, más allá del deporte, apreciar el trabajo del personal en el hospital psiquiátrico Antonio Guiteras Holmes de Matanzas, los cuidados que tienen con ese tipo de pacientes, experiencias muy bonitas con los niños en las escuelas. Agradezco la confianza depositada en mí”, comentó Dayron Medina, narrador comentarista deportivo en Radio 26.
Por testimonios como estos en la emisora provincial de Matanzas el silencio nunca fue una opción válida. A pesar de los contratiempos, los hacedores del medio apostaron por mantenerse y superarse ante las dificultades.
“Durante estos dos últimos años tuvimos la incertidumbre real de tener que cerrar nuestras emisoras por algunos eventos epidemiológicos, pero predominó la unidad, del compromiso de nuestros radialistas y de una dirección colegiada que solicitó a la máxima dirección de la provincia y de la radio cubana el voto de confianza para mantener el sistema con nuestra estrategia de trabajo.
”Esta situación demostró las fortalezas de la radio y cómo supo sobreponerse a una pandemia que colocó al país en una situación de crisis”, argumentó Odalys Miranda Suárez, directora provincial de la Radio en Matanzas.
Revistas de seis horas sostuvieron la programación del sistema provincial de la radio en Matanzas ante la necesidad de proteger a los trabajadores y por la escasez de personal. Se hicieron presentes el desgaste físico y mental, las autoexigencias, pero el compromiso habló más alto.
“Hubo personas que por vulnerabilidades tuvieron que quedarse en la casa y otros tuvimos que asumir una mayor carga de trabajo. En mi caso simultaneé la labor como periodista y como director de programas.
”Eran tiras de seis horas en vivo. Fue una medida muy necesaria pero requería del esfuerzo del personal. Después que terminaba debía salir a realizar reporterismo en condiciones muy complejas, sin transporte, con dificultades para encontrar la información porque había muchos centros laborales cerrados.
”Pienso que la radio, a pesar de todas las dificultades, asumió con mucha dignidad este periodo”, confesó Sergio López Herrera, periodista y director de programas en Radio 26.
“La radio matancera acompañó a las audiencias con programación especial la mayor parte del tiempo. Durante los meses de julio y agosto más de 20 trabajadores del medio se enfermaron, pero la planta radial no detuvo sus transmisiones.
”Contamos con la inapreciable ayuda de colegas de otras emisoras como los locutores Madelín Pérez y Yaudel Rodríguez seguimos trabajando para mantener informado al pueblo”, ilustró Berislaine Argüelles Ibaceta, subdirectora provincial de la radio en Matanzas.
Sin embargo, la radio no finaliza cuando termina el programa. Los trabajadores de la planta radial matancera acompañaron otros procesos igual de importantes, dentro y fuera de la emisora.
“Desde el punto de vista personal fue complicado porque además de atender la casa y la familia, teníamos una dualidad de trabajo. Había días que amanecía en el Comité municipal del Partido, salía por todo el municipio con el altoparlante para socializar las medidas y consejos entre la población, luego venía para la emisora a hacer locución durante seis horas en vivo”, narró Jesús García, locutor y escritor de programas en Radio 26.
“Para el departamento Técnico, en especial la dirección informática, el año estuvo marcado por la innovación, desarrollo y mantenimiento a sistemas informáticos con el objetivo de mejorar los procesos productivos. Entre ellos destaca el trabajo en el sistema de producciones musicales para la implementación de la Resolución 68 de este año sobre la Ley de Derecho de Autor, la implementación de los nuevos sistemas informáticos para la transmisiones en cabina; se sentaron las bases para organizar la fonoteca desde el punto de vista tecnológico”, puntualizó Omar Guerra, ingeniero de Ciencias Informáticas y desarrollador de software
“Afrontamos el trabajo de la Sala 500, la edición del Departamento Informativo y aseguramos trabajos dos veces al día para la cadena nacional de radio. Realizamos el trabajo lo mejor posible.
”Por momentos me sentí presionado por la tremenda carga de trabajo. Creo que el resultado fue positivo; informamos a la población que fue lo más importante”, aseguró Willy Govea Gil, realizador de sonidos en Radio 26.
Este tiempo en pandemia impuso repensar las rutinas productivas e, incluso, los estudios de grabación. Ante el peligro que aguardaba afuera, las realidades cotidianas se adaptaron a los nuevos tiempos, las habitaciones del hogar se modificaron para, desde allí, seguir informando, creando, soñando.
“El teletrabajo fue fundamental en medio del contexto epidemiológico que enfrentó el país, especialmente la provincia Matanzas durante el cuarto rebrote que nos llevó al aislamiento.
”Desde el 2020 aplicamos el teletrabajo aplicando todos los recursos multimediales para llevarles la información a las personas, para hacerlos sentir que estábamos ahí contando historias, narrando hechos, sensibilizando.
”Fue vital el uso de las tecnologías y las redes sociales para la realización de nuestros trabajos. Creo que ha sido una etapa de crecimiento y la radio matancera ha crecido para llevar la verdad y cumplir nuestro deber con el pueblo”, acotó Yunielys Moliner Isasi, periodista en Radio 26.
Las prácticas profesionales, ya complejas por la responsabilidad que conlleva informar con veracidad e inmediatez, entretener con propuestas atractivas y que consoliden valores, crear opiniones y formar gustos estéticos, incrementaron su exigencia no solo por la necesidad de actualizar a la población todo el tiempo sino por el imperativo de mantener la calidad.
Para ello fue vital el crecimiento personal y profesional de cada uno de los trabajadores que enfrentaron circunstancias inesperadas.
“En lo profesional creo que esta etapa ha sido de crecimiento en todos los ámbitos, que exigió el extra en todo momento. Un periodo de muchos retos. La radio en Matanzas mantuvo siempre la proa en el horizonte”, concluyó la directora provincial de la radio en Matanzas, Odalys Miranda Suárez.
La radio es un medio poderoso, a pesar de los 102 años que median desde su surgimiento, en 1920; a pesar de la llegada de la televisión, cuatro años después, la aparición de las nuevas tecnologías y, con ellas, de nuevas maneras de mantenerse actualizado.
Siempre alguien prefiere la intimidad de un medio capaz de llegar a cualquier rincón, siempre alguien confía en su inmediatez y veracidad. Ese es el presupuesto que impulsa a los trabajadores de un medio centenario y efectivo en su misión de informar, entretener, educar y orientar.
En los tiempos más difíciles la radio juega un papel primordial; así lo ha demostrado en Cuba durante los fenómenos meteorológicos y ahora, durante la pandemia.
Como en anteriores circunstancias, la gente de la radio en Matanzas (y en toda Cuba) se superaron y con ellos creció el medio. Los radialistas comenzaron a construir la radio del mañana, una radio que sin dudas superará a la de hoy, una radio que, a sus 100 años, se parecerá más estos tiempos. Ese es el reto mayor. En nuestras manos está alcanzar el estado de luz que todos soñamos.
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