A Leandys Díaz (Lea) y su esposo, François Abel, líderes de Santuario Gourmet, los conocí en una feria de emprendimientos que tuvo por escenario la Finca Marta, en Caimito, provincia de Artemisa.
Es el suyo un pequeño negocio familiar que, al igual que muchos otros, nació en los momentos más duros de la pandemia de la COVID-19. El matrimonio de una cubana y un francés, residente en la Isla hace una década, tenía como principal fuente de sustento la renta de habitaciones pero, al no entrar turistas internacionales a Cuba, tuvieron que buscar otras maneras de reinventarse, cuenta Lea.
La historiadora del Arte dice que ha investigado mucho la cocina tradicional cubana y que a François le gusta cocinar, lo trae en la sangre. “Conoce muchas recetas familiares de las regiones de La Borgoña y La Provance. Al no estar acostumbrado a nuestra sazón empezó a preparar platillos, primero para él, después para los amigos, hasta que se nos ocurrió crear este emprendimiento”.
Lo que empezó como un mero entretenimiento, en medio del aislamiento social, es hoy un negocio privado que tiene como base para sus elaboraciones las frutas y vegetales frescos, orgánicos, de estación, presentes en los campos, y sobre todo en el proyecto agroecológico del campesino Fernando Funes. De esa manera, son solidarios con otros pequeños productores que respetan los ciclos de la naturaleza y protegen el medio ambiente.
“Hacemos, en su mayoría, preparaciones inspiradas en la cocina francesa como: patés, terrinas, rilletes, siropes y jaleas a partir de productos cubanos. Todas las frutas que encontramos las convertimos en confituras para desayunos, una tradición gala”, advierte.
“Entre la línea de productos de Santuario Gourmet se encuentra la confitura a base de naranja y chutney (mezcla de especias, con notas picantes y fruta bomba o tamarindo), las cremas de calabaza, el caviar de berenjena asada, con aceite de oliva, que se le puede untar a una rodaja de pan tostado, las vinagretas de tamarindo, de Flor de Jamaica o maracuyá, una forma diferente de aliñar las ensaladas”, explica.
Una tradición francesa es preparar confituras, a partir de frutas frescas, ideales para comer con pan en los desayunos. (Tomada del perfil de Facebook de Santuario Gourmet)
Tienen su versión del Kimchi, un plato tradicional coreano, patrimonio cultural de la humanidad, donde se mezclan la col, zanahoria y jengibre. “¿Por qué comer la col siempre de la misma manera, solo en ensalada cruda?, se pregunta Lea y señala que existen diversos modos de elaborarla. Uno de ellos es el Chucrut, de origen alemán, que consiste en fermentarla, naturalmente, y es muy saludable porque contiene elementos probióticos.
Con el tomate sucede lo mismo. En Cuba solo se consume en ensaladas. Ellos proponen usarlo en sopas frías en el Gazpacho Andaluz, que es muy popular en España. También preparan salsas de tomate, con albahaca y chile picante.
SUEÑOS POR MATERIALIZAR
Santuario Gourmet es un negocio que apenas ha echado a andar hace unos pocos meses atrás. Lea y François trabajan en su casa, de manera artesanal, por lo que pueden preparar solo pequeñas cantidades de sus productos.
Ya cuentan con un grupo de clientes en WhatsApp, con los que se comunican una vez a la semana o cada 15 días cuando tienen una miniproducción. Realizan las ventas, fundamentalmente, a través de sus página de Facebook e Instagram (@santuariogourmethabana).
Lea y François son los líderes del joven emprendimiento Santuario Gourmet. (Maya Quiroga/Cubahora)
“Nos encantaría crecer, por supuesto, porque el emprendimiento lo está pidiendo, pero es un poco complicado. Para que todo se conserve de la mejor manera posible, trabajamos con envases de cristal. No queremos usar el plástico. Todos los pomos que tenemos son reciclados y es muy difícil hacer una producción mucho mayor.
“Somos solamente nosotros dos. Necesitamos otras condiciones para nuestro emprendimiento: una miniindustria, un local, importar pomos, porque en Cuba no se venden envases de vidrio. Eso es un poco más complicado”.
El matrimonio sueña con inaugurar un restaurante de cocina tradicional cubana en la calle Santuario, del capitalino municipio de Regla, pero esa es otra historia que todavía no han comenzado a escribir.
Fermentar la col, de manera natural, es muy beneficioso para la salud porque contiene elementos probióticos. (Tomada del perfil de Facebook de Santuario Gourmet)
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