sábado, 20 de abril de 2024

Silvio y los pasos de la libertad

Toda distinción será insuficiente para reconocer la obra del artista…

Mauricio Escuela Orozco en Exclusivo 05/06/2023
10 comentarios
Silvio Rodríguez-Concierto-España
Silvio es un mundo que lo engloba todo y que no permite que la mediocridad se adueñe del presente. Siempre es un hombre que expresa lo que siente.

Silvio Rodríguez es más que un cantautor. Se trata de la voz de una generación que aún nos habla desde la huella en la historia de los sucesos más trascendentes del siglo pasado. Hay canciones del poeta que dicen acerca del amor, otras sobre la muerte y muchas sobre el alma profunda del cubano común. El artista ha hecho un mundo en el cual cabe la duda, también donde la certeza es la guía para proseguir el camino hacia un horizonte de creación y de fe en la nación que se construye. Pocas veces se halla una conciencia tan preclara de lo que hay en materia de realización de los grandes proyectos. En Silvio se da la epifanía del que poetiza la realidad y la devuelve hecha una verdad otra, un universo en el cual más que arte se nos regala la certeza de la felicidad. Hemos enamorado a nuestras parejas con canciones suyas, también supimos del miedo y de la ternura, estuvimos al borde del abismo existencial y buscamos en el compositor ese enorme legado de paz.

Cuando se escriba la historia de las emociones en la música cubana, hay que buscar en estas piezas la base de la realización y de las insatisfacciones, de la verdad luminosa y de las oquedades de nuestro ser cubano. Silvio es un mundo que lo engloba todo y que no permite que la mediocridad se adueñe del presente. Siempre es un hombre que expresa lo que siente, que no se detiene en nimiedades, sino que vive en la grandeza sencilla de la obra. Por ello ha merecido tantos reconocimientos, precisamente porque, como conciencia crítica que es, nos ha mostrado el camino, ha hecho de guía y de ángel tutelar. En los debates más fuertes, el artista ha ido contracorriente y dio sus opiniones. Ha sido arrojado, crítico, inconforme, fiel a sí mismo y posee una obra que ha marcado con un peso enorme la cultura cubana. Hace pocos meses, cuando murió Pablo Milanés, muchos recordaban que estos dos trovadores son una especie de binomio esencial en nuestra música. Se piensa en los nombres de ambos, se los invoca como dioses y se les tiene presentes cuando las cosas van mal o bien. Son una especie de metáforas que expresan lo mucho que quisimos ser y lo inmensos que hemos sido. Sin caer en exageraciones, las canciones de Silvio fungen como interpretaciones de la verdad cubana y universal y poseen la fuerza de la mejor poesía puesta en función de la conciencia y del cambio a favor de los pueblos y de la gente sencilla. Junto a Pablo Milanés, Silvio ha vertebrado la corriente más hermosa de la canción y es algo que conserva como sello ya a la altura de este tiempo.
 

Pero más que eso, Rodríguez ha conseguido que lo nombren en las tormentas, lo busquen y lo coloquen como una especie de salvoconducto de la vida. Hay en la obra la resonancia de quien posee poderes mágicos. Así se conoce en la cultura cubana este hombre que no deja de crear. Desde su blog, ha dado muestras de civismo, interviene en cuanta verdad debe defenderse y no es nunca baladí ni vende su palabra. Sin ser presuntuoso, el cantautor sabe de su valía, pero prefiere el banco humilde junto al pueblo, el parque, las caminatas y las conversaciones. Su tono de hombre de familia, amigo de los suyos, se deja ver en las canciones, en las entrevistas. No hay nadie más diáfano, ni que posea un peso tan grande que a la vez se lleva con la sencillez de la vida más llana. Silvio es nuestro duende que va por la existencia comprometido, pero siempre siendo él. No hay cómo encasillarlo, ni manera de que entre en clasificaciones que le serán siempre cortas e injustas. Quizás por eso se trata de alguien que además de la música posee el don de la palabra y la sabe usar de manera responsable, consciente, fuerte, sin cortapisas.
 

Esa sapiencia en medio del mar revuelto se parece mucho a la de los profetas. Aunque él es muy modesto y reniega de títulos, merece la consideración y el respeto. Cuando hay oscuridades, lo tenemos de nuestro lado, dando el ejemplo. Las cárceles cubanas lo recibieron en un momento crítico y se iniciaron esos fabulosos conciertos que llamaban a la gente a rectificar a hacerlo mejor en esta vida, a realizar procesos de búsqueda de sentido. Lo mismo hizo en los barrios más golpeados por la crisis económica, a los que fue con la guitarra en su mano y los dejó transformados en lo interno. La cultura repara, elimina opresiones, posee la posibilidad de darnos una metafísica otra y una esperanza. A eso ha dedicado su vida el autor que hoy nombramos. Silvio se invoca y es como sentarnos a su lado, conocer la historia de forma directa, darle el lustre que merece. Él posee en las palabras y los arpegios el poder del que conjuga fuerzas motrices. Nadie puede negarle el privilegio de ser tan querido.
 

No se trata solo del necio que quiere seguir siendo buena persona, sino del artista que ha trascendido toda norma y está por encima del bien y del mal. Ha hecho de su existencia un espejo de la nación y posee en su ser todo el ordenamiento misterioso de la vida cubana. En su creación va el dolor de millones y también el deseo de sanación. El hombre es inmenso, pero la huella lo sobrepasa, se adueña de él, lo coloca por encima de todo calificativo. Hoy Silvio es un símbolo y le pertenece a la posteridad. Más que un cantante, su voz indica que los tiempos aquellos fueron de forja y que poseen esencias aun ocultas. Habrá que hacer un estudio y desentrañar lo que aún no nos es dado.
 

Todo indica que estará con nosotros para siempre y que su voz en lugar de acallarse prosigue con los llamamientos al sentir. Más que un autor, su peso propende a señalarnos por donde debemos caminar. Silvio es un gigante. Todo título siempre será injusto pues no alcanza a denominar la catadura de su obra. Como cuando inició su gira por las cárceles de Cuba, la libertad le sigue los pasos.


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Mauricio Escuela Orozco

Periodista de profesión, escritor por instinto, defensor de la cultura por vocación

Se han publicado 10 comentarios


Jorge
 9/6/23 2:35

Silvio es sabio, genio, digno, necio y poeta. Solo con una sensibilidad inmensa se puede ser todo eso junto. Si a Bob Dylan no le hubieran premiado con el Nobel de literatura no se me hubiera ocurrido proponer esto, creo Silvio merece el Nacional de Literatura, su poesía lo avala.

MARIÁNGELES
 13/6/23 16:59

DESDE BORIKÉN🇵🇷. MIS RESPETOS PARA 🎉SYLVIO RODRÍGUEZ🎊🎼🙏🏽👌🏾🎵👍🏽💪🏼🎶✊🏽 🌺✌🏽💚🌺☮️💟🌺

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Liliana Santirso
 7/6/23 20:26

SILVIÒ es ese SER de GALAXIA que nos abrio los espacios desconocidos de los otros, y de nosotros mismos. Siempre encarnado como nuestro profundo Unicornio Azul. La gratitud de generaciones brilla en su aura sin tiempo.

Catmar
 7/6/23 14:49

Precioso artículo. Creo que con una hermosa manera de decir has resumido lo que significa Silvio para los cubanos y cubanas, su poesía, su lirismo, su música, sus mensajes. Merecido honoris causa a quien además ha sido consecuente con su pensamiento y su obra.

Patiflaca
 7/6/23 14:34

Siempre me he sentido orgullosa y agradecida por haber coincidido en tiempo y espacio con quien yo considero es el Marti de nuestra época

Sebastián
 7/6/23 2:19

Silvio es lo más! Pero lo más de lo más, eh! Pero lo más de lo más de lo más, eh! Pero lo más de lo más de lo más de lo más, eh!!!!

Cubahora
 7/6/23 13:57

jajaja... De lo más, de lo más jajaja Eso nos queda claro a todos los cubanos... Buen día y gracias por comentar!

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Lazara
 6/6/23 11:48

Excelente, Silvio, respetado y respetable, ha devenido uno de los intelectuales cubano indispensable.

Eduardo Fernández Flores
 5/6/23 22:04

A: Mauricio Escuela Orozco Lo felicito y agrdezco por tan profundo escrito sobre uno de los más grandes cubanos "Silvio Rodríguez Domíngez". Tengo más de 50 años, sigo a este HOMBRE desde que tengo conciencia, he estudiado su vida y obra; le aseguro, para no decir es la mejor y ser adsoluto, esta es una de las más certeras crónicas escritas sobre Silvio, mís respetos. Con la obra de Silvio y trabajos como estos estará en la posteridad y siempre y ojalá sea físicamente eterno nuestro SILVIO.

Mauricio
 6/6/23 18:15

Muchas gracias y un abrazo.

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