“Acuerdo del siglo” o el adiós a Palestina

Como parte de sus “actividades colaterales” al impeachment que enfrenta en el Congreso, el presidente de los norteamericanos, Donald Trump, acaba de hacer público su titulado “acuerdo del siglo” para el “arreglo” del diferendo palestino-sionista.

Lo ejecutó en Washington este martes 28 de enero en compañía del primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, quien por estos días, curiosamente, pretende inmunidad ante las acusaciones de la fiscalía general de Tel Aviv por corrupción y abuso de poder, cargos que recuerdan en mucho las imputaciones que de forma simultánea se hacen en el juicio político contra al mandatario gringo.

Lo llamativo es que en la convocatoria para un pacto entre los dos solo fue invitada una parte, la sionista… ¿acaso Trump está parcializado?

Desde luego, los palestinos, a través de su Autoridad Nacional, dejaron atrás hace mucho la posibilidad de un entendimiento con la Casa Blanca, luego que esta reconociese a Jerusalén como la capital israelí, mudara su embajada a esa urbe ocupada y en disputa, y apoyara la anexión sionista de territorios palestinos en Cisjordania y el Valle del Jordán, así como de las Alturas de Golán, en Siria.

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Según Trump es necesario “reconocer las realidades ya vigentes” derivadas del prolongado conflicto en Palestina (la irrupción masiva de población judía, el desalojo violento de los árabes, la creación del Estado de Israel en 1949, y las mutilaciones a países vecinos en las sucesivas agresiones bélicas hebreas contra naciones vecinas.)

Una “pragmática” visión trumpista que, por cierto, no cuadra en Washington con relación a otras “realidades vigentes”, como las de Venezuela, Nicaragua, Cuba, Rusia, China, etc, etc, etc…lo que revela su enfermizo favoritismo hacia un socio históricamente acreedor del mayor desembolso gringo en materia de ayuda militar externa anual, a la vez que poseedor de un arsenal nuclear no declarado que a nadie preocupa u ocupa en las orillas del Potomac.

De ahí que el “acuerdo del siglo” resulte a la vez “el absurdo de la centuria”, porque es impensable para los palestinos adherirse a un documento que implica una virtual sentencia de muerte a sus aspiraciones nacionales, a cuenta de que los sucesivos regímenes de Tel Aviv consoliden su control sobre lo poco que les queda de espacios vitales.

Así, el plan, que medios de prensa califican de “herido sin remedio” desde su nacimiento, proclama el fin de la idea de un Estado palestino independiente, otorga a Tel Aviv nuevas prerrogativas de expansión y control territoriales, militares y administrativas; no da marcha atrás a ninguna de la ilegales anexiones sionistas, y deja a su suerte a los millones de árabes desplazados setenta años atrás de sus  plazas ancestrales y confinados desde entonces en campamentos ubicados en  naciones ajenas.

En pocas palabras, la boca ancha del embudo para Israel, y la estrecha, y además tupida, para los palestinos. Eso sí, si estos últimos se portan bien, acatan el documento, desarbolan la resistencia y no “molestan más” con sus demandas, el generoso inquilino de la Oficina Oval les oferta una generosa remesa millonaria para que “se las arreglen como puedan”  y dejen tranquilo a Netanyahu y los que vengan detrás.

Sin dudas, una insultante y desvergonzada propuesta que desde ya ha recibido el repudio absoluto de los patriotas palestinos y las autoridades que les representan.

De hecho la advertencia está hecha desde que comenzaran los teje manejes del activo pro sionista Jared Kushner, el inefable yerno de Trump e íntimo del gobierno israelí, uno de los “hombres claves” en la confección del “acuerdo del siglo”: la única repuesta palestina será la progresión geométrica de los actos de resistencia activa contra los ocupantes y sus aliados, y el irrenunciable reclamo de un Estado independiente “previo regreso a las fronteras de 1967, lo que implica establecer su capital en Jerusalén Este, donde se incluyen el recinto amurallado de la Ciudad Vieja con los lugares sagrados del cristianismo, el judaísmo y el islam.”

Puntos del "Acuerdo del Siglo":

- Se establecerá un Estado llamado "Nueva Palestina" en Cisjordania y la Franja de Gaza. Este excluirá las colonias israelíes existentes.

- Los asentamientos israelíes permanecerán en poder de Israel. Además, los asentamientos aislados se unirán a ellos y no se desmantelarán.

- El valle del Jordán permanecerá bajo el poder de Israel.

- "Nueva Palestina" sería el resultado de un supuesto acuerdo tripartito entre Israel, la Organización para la Liberación de Palestina (OLP) y el Movimiento de Resistencia Islámica de Palestina (HAMAS).

- Si la OLP y HAMAS rechazan el acuerdo, EE.UU. cancelará todo su apoyo financiero a los palestinos. Si Israel lo rechaza, EE.UU. dejará de apoyarlo económicamente. No obstante, desde 2018 el Gobierno de Donald Trump retiró los aportes de fondos a la Agencia de la ONU para los Refugiados Palestinos (UNRWA, por sus siglas en inglés).

- HAMAS deberá renunciar a las armas y estas serán entregadas a Egipto.

- "Nueva Palestina" tampoco tendrá ejército, sino una sola fuerza policial. También deberá pagar a Israel para que suministre la seguridad del territorio.
- Israel no compartirá la soberanía de Jerusalén. Asimismo, la población árabe será expulsada de esta ciudad y transferida a la "Nueva Palestina".

- No se permitirá que los israelíes compren casas árabes ni que los árabes compren casas israelíes.

- Egipto dará tierras a la "Nueva Palestina" para que construya un aeropuerto y fábricas, pero los palestinos no podrán vivir en esos territorios.

- Se creará una carretera entre la Franja de Gaza y Cisjordania. Israel permitirá que se lleve agua de Cisjordania a Gaza mediante una canalización subterránea.

- Las fronteras de la Franja de Gaza estarán abiertas al comercio internacional a través de los cruces con los territorios ocupados por Israel y Egipto, así como por mar.

- "Nueva Palestina" deberá tener elecciones democráticas en 12 meses, tras lo cual Israel liberará a los prisioneros palestinos gradualmente, en un período de tres años.

- Los palestinos usarán los puertos y aeropuertos israelíes hasta que se abra un puerto marítimo y un aeropuerto en la "Nueva Palestina" dentro de cinco años.