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sábado, 2 de noviembre de 2024

América Latina busca modificar tablero político

Este 2021 se celebrarán decisivas elecciones generales y de medio tiempo...

Clara Lídice Valenzuela García en Exclusivo 10/01/2021
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El próximo 7 de febrero se realizarán elecciones generales en Ecuador, una nación que cambió su destino. (Tomada de CNE).

Las elecciones generales y de medio tiempo que se celebrarán este año en América Latina podrían modificar el tablero político de la región, donde, aún con la pandemia de la COVID-19 en auge, se mantienen las protestas contra el sistema neoliberal y sus peones.

En estos comicios que comienzan el próximo mes serán electos presidentes, gobernadores, alcaldes, parlamentarios y otras figuras políticas que podrían dar un vuelco al sistema neoliberal que opera en naciones de economías poderosas, desmembradas ahora por los efectos de la pandemia.

La región latinoamericana vive un panorama muy complejo debido a que es una de las más afectadas por la COVID-19, ahora mismo en medio de un rebrote de la enfermedad y con cuatro de los 10 países con más casos reportados en el mundo: Brasil (que ocupa el tercer lugar a nivel mundial), Argentina, Colombia y México.

A esta situación que pudiera ser controlada este año por la vacunación procedente de distintas latitudes, a pesar de la diferencia entre naciones, se une la situación económica resultante del cierre de negocios con la consiguiente reducción de empleos, la quiebra de pequeñas y medianas empresas. Más de 23 millones de personas —en una cifra relativamente conservadora— perdieron sus ingresos en el 2020. Se estima que 40 millones de latinoamericanos cruzaron la línea de pobreza desde el asomo de la pandemia en febrero de 2019.

El alto nivel de desigualdad social se puso al desnudo con la enfermedad. Los ricos ganaron millones aprovechando el momento, y los pobres, como siempre, recibieron los peores golpes debido al precario sentido humanitario de los gobiernos, en especial los conservadores.

Sin embargo, las elecciones tienen fechas marcadas, una decisión que quizás permita un cambio para mejorar las sociedades de América Latina, lastradas por la carencia de sistemas sanitarios operativos capaces de enfrentar la crisis actual, y una pobreza latente.

El próximo 7 de febrero se realizarán elecciones generales en Ecuador, una nación que cambió su destino de socialismo popular con el engaño a su pueblo. El considerado traidor Lenin Moreno podrá ser sacado del cargo y sustituido, tal como se espera, por un representante de las fuerzas de izquierda.

Ese día, además de un nuevo mandatario, 13 millones de ecuatorianos también elegirán a los parlamentarios, asambleístas nacionales y provinciales.

Son 17 los binomios que optan por la presidencia y la vicepresidencia, luego de que los candidatos resultaran designados en la fase primaria del proceso.

En el entramado político resulta notable el dúo presentado por la coalición partidista Unión por la Esperanza (UNES), relacionada con el expresidente Rafael Correa, quien fuera condenado en ausencia a ocho años de prisión por delitos no comprobados, pero eliminado a una eventual candidatura a un cargo político, según se esperaba.

Los candidatos de UNES al máximo cargo del Estado son el joven Andrés Arauz, ex ministro coordinador de Conocimiento y Talento Humano en el gobierno de Correa y, como vice, el periodista Carlos Rabascall, un de 58 años, reconocido crítico del gobierno de Moreno.

El día 28 de ese mes El Salvador tendrá comicios legislativos. Estimaciones apuntan a que el partido Nuevas Ideas, fundado por el presidente Nayib Bukele, mantiene amplia ventaja, según encuestas locales.

De sostenerse esa tendencia en el voto popular, el oficialismo tendría la mayoría en la Asamblea Legislativa y daría un control absoluto del país a Bukele, jefe del gobierno desde 2019.

Un mes después se activa la agenda electoral en Bolivia. El 7 de marzo el pueblo boliviano podrá dar un tiro de gracia a las aspiraciones de figuras políticas de la derrotada dictadura encabezada por Jeanine Áñez

En las elecciones presidenciales del 2020, el candidato del Movimiento al Socialismo (MAS), Luis Arce, ganó de manera holgada con más del 55 % de los votos válidos el máximo cargo político de la nación andina, derrotando un gobierno de facto que solo estuvo en el poder alrededor de un año.

En 2019 Evo Morales, líder del MAS, se vio obligado a renunciar durante un golpe de Estado propiciado por la Organización de Estados Americanos (OEA) con el apoyo de las Fuerzas Armadas y la Iglesia Católica de esa nación.

Luego del triunfo de Arce y el retorno de Morales de su exilio en Argentina, ahora corresponde la celebración de comicios subnacionales para elegir a los gobernadores, asambleístas departamentales, alcaldes y concejales.

Morales aseguró a la prensa que el Movimiento tiene como meta ganar siete de las nueve gobernaciones en juego, y 330 de las 337 de las alcaldías, criterio que algunos analistas consideran desmesurado pero que, sin duda, sería un blindaje para el gobierno de Arce, dedicado al desmontaje de las políticas neoliberales impuestas por Áñez bajo las órdenes de Estados Unidos.

Haití, el pequeño y empobrecido país del Caribe, donde se realizan casi continuas protestas contra el presidente Jovenel Moïse, llevará a votación el referéndum constitucional y a las principales autoridades del país en abril y septiembre próximos, respectivamente, adelantó el Comité Electoral Provisional (CEP), de esa nación caribeña.

Las recientes controversias y críticas de las que fue objeto el CEP resultó la antesala del anuncio realizado este jueves. La consulta sobre la nueva Constitución será el 25 de abril, en tanto la primera ronda para elegir al presidente y a los legisladores está prevista para el 19 de septiembre. La segunda vuelta se espera que ocurra el 21 de noviembre, fecha en que también se efectuarán las elecciones locales y municipales.

Desde enero de 2020, Moïse gobierna por decreto al vencerse los mandatos de los diputados y de parte mayoritaria de los senadores.

Luego se efectuarán otras elecciones generales. Una de las más esperadas son las de Perú, un país que tuvo tres presidentes en un mes en 2020. El pueblo peruano, que dio una lección de civismo al mantenerse durante días en las calles para recobrar la constitucionalidad, ha perdido la fe en los partidos tradicionalistas. La corrupción de los políticos peruanos y los complots del Congreso Nacional contra la presidencia genera expectativas sobre la decisión en las urnas el próximo 11 de abril.

Tal situación contribuye a que se presenten 23 candidatos de 24 partidos, lo que denota la división de las fuerzas políticas. Además, están en juego los escaños del próximo Congreso Nacional y el Parlamento Andino.

En este contexto, un analista catalogó de surrealista la presentación por tercera vez en la liza de Keiko Fujimori, quien guardó prisión por corrupta, al igual que su padre Alberto. También participará el exmandatario Ollanta Humala, quien también guardó prisión por varios delitos cometidos en el ejercicio del cargo.

Hasta ahora lleva la delantera el joven empresario conservador George Forsyth, quien lidera la intención de voto con un 18 %.

Los comicios intermedios del Congreso están previstos en México para el 6 de junio, cuando se decidirán los 500 miembros de la Cámara de diputados federales, 300 por mayoría simple en cada uno de los distritos electorales, y 200 por representación proporcional. Estos últimos son votados mediante listas en cada una de las cinco circunscripciones existentes en el antiguo país de los aztecas.

Algunos analistas consideran que esta vuelta a las urnas devendrá un referendo para determinar el apoyo real al presidente Andrés Manuel López Obrador, que disfruta ahora de más de un 60 % de popularidad. .

Chile, donde en los dos últimos años, y aun con la pandemia sin control fue escenario de grandes manifestaciones contra el gobierno, efectuará sus comicios generales el 21 de noviembre. El pasado año se realizó un referendo público para la instalación de una convención constituyente. Los 155 miembros de la Constituyente serán nominados por voto popular para que se redacte una nueva Carta Magna alejada del pensamiento fascista de Augusto Pinochet.

En la actualidad, el presidente Sebastián Piñera solo cuenta con un 10 % de apoyo popular, dada su imagen desgastada por el mal manejo de la pandemia, la represión a las manifestaciones populares contra el sistema neoliberal que él representa, y la corrupción en la clase política nacional.

También en noviembre habrá elecciones presidenciales en Honduras, donde está sobre la mesa la disputa entre el oficialista Partido Nacional, el Liberal y Libertad y Refundación, este último coordinado por el ex presidente izquierdista Manuel Zelaya. Se anotaron en la liza otros 11 partidos pequeños.

Ese día también están en juego la vicepresidencia, 298 alcaldías, 128 diputados e igual número de suplentes para el Parlamento.

Nicaragua, situada como Honduras en Centroamérica, también mostrará un escenario electoral en noviembre. Aunque faltan prácticamente 10 meses para estas elecciones, lo más expectante hasta ahora es quién será el candidato del Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN) en la lid.

El presidente Daniel Ortega, excomandante del FSLN, quien mantiene un gobierno transparente en aras de asegurar la paz y la estabilidad nacional, es blanco continuo de la media que responde a la derecha y que trabaja para imponer un candidato que eche por tierra las conquistas del sandinismo.

Argentina también tendrá en noviembre comicios de medio término, en que serán renovados 127 escaños de la Cámara de Diputados y 24 de los 72 en el Senado, luego de un tenso período para el gobierno de Alberto Fernández debido a la afectación económica por la pandemia y las medidas antipopulares del anterior régimen derechista de Mauricio Macri.


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Clara Lídice Valenzuela García

Periodista


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