Desde hace mas de 20 años, sobre Venezuela y sus gobiernos democráticos cae el odio de la derecha mundial, que trata de asfixiar a su gobierno revolucionario, y para ello aplican retorcidas medidas terroristas, como el bloqueo económico, robo de su petróleo y posterior venta por Estados Unidos (EE.UU.), atentados a empresas estatales, magnicidio, y boicoteo de los planes revolucionarios a futuro.
Al parecer, la unidad de las fuerzas derechistas del planeta son insuficientes para quebrar la resistencia del gobierno legítimo del presidente Nicolás Maduro y de una mayoría de la población que se alista para la celebración, el próximo 6 de diciembre, de elecciones legislativas con grandes posibilidades de victoria revolucionaria para recuperar la Asamblea Nacional unicameral, ahora en manos opositoras.
El pasado día 25, el renovado Consejo Nacional Electoral (CNE) calificó de masiva la respuesta de la ciudadanía en el simulacro comicial efectuado en 381 centros de votación realizado para comprobar la logística y la organización ante la cercanía del sufragio para renovar el Parlamento.
La presidenta del CNE, Indira Alfonzo, afirmó que la jornada fue marcada por una concurrencia masiva de la población, que superó con creces las expectativas. En un balance del simulacro, Alfonzo destacó el cumplimiento de todas las medidas de bioseguridad ante la presencia de la COVID-19 en el país.
También la primera vicepresidenta de la Asamblea Nacional Constituyente, Tania Díaz, mostró su satisfacción por los encuentros en los centros de las fuerzas opositoras y las revolucionarias, en un espíritu de debate sano, según reportó Unión Radio.
El ensayo, acogido como una fiesta democrática por los participantes, contó con el ciento por ciento del personal técnico y operativo en el total de centros de votación y sus 945 meses electorales, las cuales se mantendrán, señaló, para que los electores se familiaricen con el sistema automatizado, que funcionó con eficiencia y orientado por los principios de transparencia, confiabilidad, igualdad y equidad.
Más de 20 700 000 ciudadanos están convocados a las urnas, en un proceso signado por la participación de más de 100 organizaciones políticas y alrededor de 14 mil candidatos a diputados.
Es significativo que aunque habrá centenares de observadores internacionales en diciembre, la Unión Europea, que no reconoce a Maduro como legitimo presidente de Venezuela, se haya excusado por su inasistencia con el pretexto de que media muy poco tiempo para preparar a sus representantes.
TENSIÓN PERENNE
Siempre hay tensión política en Venezuela, un país cuyo mayor deseo es recobrar la paz perdida por los intereses de los grupos de poder mundial, encabezados por la Casa Blanca y sus satélites europeos y latinoamericanos, empeñados en quedarse con el petróleo, oro, y otras riquezas de ese país.
Ese país que resiste el bloqueo impuesto por Estados Unidos, una potencia imperialista no convencida de que esa medida aplicada a Cuba hace mas de 50 años es un fracaso, está en estos momentos inmersa en los preparativos de los comicio.
Casi a las puertas del 2021, y con la conciencia de que no hay marcha atrás en el proceso socialista iniciado en 1998 por el fallecido presidente Hugo Chávez, el gobierno suramericano sigue tomando las providencias para seguir adelante, no obstante los continuos ataques de una guerra multisectorial extranjera.
Para garantizar la continuidad de la Revolución, ya con la vista puesta en el próximo año, urge "proteger al país de los planes imperiales que intentarán evitar, a cualquier costo, la celebración de los comicios" advirtió Nicolás Maduro.
Ejemplo de ello es el reciente ataque con un misil o un drone –aun continúan las investigaciones- contra la refinería de Amuay, la principal del país, ubicada en el estado de Falcón, en la costa occidental. En conferencia de prensa, Maduro indicó que quienes atentaron contra el complejo refinador buscaban una explosión total que hubiese causado decenas de muertes, además de un enorme daño económico. Reiteró desde el Palacio de Miraflores que su gobierno enfrenta una conspiración permanente avalada y financiada por EE.UU. con la complicidades de varios centros de poder europeos y latinoamericanos.
La lista de los planes terroristas se agranda. Maduro aseguró en que en el estado Zulia resultaron detenidos dos ciudadanos extranjeros que presuntamente tenían planes de atentar contra líderes revolucionarios.
En un análisis sobre temas económicos, afirmó que la reserva de gasolina cuenta con una respuesta para 16 días, lo cual se logró, además, porque el país produce un 30% mas de lo que consume, amén de que recibieron combustible de otros expendedores internacionales. “EE.UU. se empeñó durante un año en perseguir la gasolina que estábamos importando. En agosto nos robaron tres millones de barriles”, con referencia a los cuatro tanqueros que transportaban combustible desde Irán a Venezuela y fueron incautados por la administración del republicano Donald Trump.
En otro análisis de la situación nacional, el pasado viernes Jorge Rodríguez, jefe del Comando de campaña nacional Darío Vivas, para las elecciones denunció que la oposición venezolana usó el dinero robado al pueblo para fomentar el terrorismo.
En intercambio con periodistas, reveló que el detenido Roland Carreño, miembro de la dirección del partido opositor Voluntad Popular reveló que el dinero robado de la filial petrolera Citgo se obtuvo mediante la Fundación Simón Bolívar, creada para ayudas médicas a pacientes con enfermedades crónicas. Rodríguez explicó que la Fundación fue la fachada para fomentar el terrorismo mientras ponían en peligro la vida de pacientes de cáncer u otras dolencias graves, y como consecuencia muchos niños y jóvenes dejaron de recibir atención debido al robo de esos recursos.
El también candidato al órgano parlamentario agregó que los dirigentes de ultraderecha se apropiaron igualmente de recursos que pertenecen a empresas de la absoluta y exclusiva propiedad de la República y los emplean en sus planes contrarrevolucionarios.
Mientras en territorio de Colombia continúan la preparación de planes contra la Revolución Bolivariana y el autoproclamado mandatario de Venezuela, Juan Guaidó, se esfuerza por mantenerse como líder de la oposición. Por su parte, el dirigente contrarrevolucionario Leopoldo López, asilado en la embajada de España, huyó de Caracas con la bendición del embajador de La Moncloa. López, fomentador de la violencia que dejó decenas de muertos en las calles en 2014, ha tomado la batuta para deslegitimar en los corrillos europeos las elecciones legislativas, como si Venezuela precisara la presencia colonialista del Viejo Continente para hacer válidas sus elecciones.
En realidad, la Unión solo secunda la iniciativa de Trump de desmarcarse de los comicios venideros, para crear una matriz de opinión sobre la validez o no de los resultados que, opinan observadores, favorecerá al gobierno.
A los venezolanos, cuya conciencia patriótica se demuestra cada día, no les interesa la presencia de mirones extranjeros que, por otra parte, no permiten visitas foráneas cuando celebran sus elecciones, pero no pueden desprenderse de los sentimientos colonialistas que aun corren por sus venas.
A pesar de los contratiempos que aun pueden surgir hasta diciembre, el oficialismo venezolano está dispuesto a celebrar las legislativas para recuperar el Parlamento bajo cualquier condición, aseguró Maduro.
Los días por venir elevarán la temperatura política en la tierra natal de Simón Bolívar, pero no hay dudas –y son augurios basados en su resistencia colectiva- de que el pueblo venezolano irá a las elecciones, y ganará.
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