Este domingo Venezuela celebra elecciones para renovar la Asamblea Nacional (AN), ahora en manos de la oposición, en un ambiente adverso en el que actores internacionales tratan de deslegitimar el proceso y destruir la Revolución Bolivariana inspirada por el fallecido presidente Hugo Chávez.
Quizás nunca como ahora, desde que Chávez ganó las presidenciales de 1989 y dio un rumbo diferente al país suramericano, Venezuela y su pueblo hayan sido atacados de manera tan violenta por Estados Unidos (EE.UU.), sus socios europeos y latinoamericanos.
De ahí que, luego de cinco años de mantenerse en desacato por órdenes del supremo órgano de justicia venezolano, hoy se define por el pueblo el retorno a la AN parlamento unicameral con diputados que desean la paz institucional, o aquellos que accionan contra el presidente Nicolás Maduro y lo que su pensamiento representa, incluso fuera de las fronteras nacionales.
Venezuela es atacada de continuo en una guerra multiforme por EE.UU., poderosas naciones de Europa y grupos élites de América Latina. Bloqueos económicos y marítimos, invasiones mercenarias, intentos de magnicidio, acciones callejeras violentas, atentados y un poderoso sistema de comunicaciones con uso de las redes sociales como medio de instigación para boicotear el normal desempeño del país.
Sin embargo, luego del espectáculo electoral protagonizado por el mandatario saliente de EE. UU., Donald Trump, la vicepresidenta del Partido Socialista Unido de Venezuela, Tania Díaz, afirmó que ni el país norteño ni la Unión Europea (UE) están habilitados moralmente para juzgar la política venezolana.
Díaz indicó que una de las cartas de la Casa Blanca y del ente regional europeo es ignorar el resultado de la votación para aislar aún más al gobierno de Maduro, algo casi risible, luego del papelazo de Trump al conocer el triunfo de Joe Biden.
La vicepresidente del partido oficialista, el mayor y más importante del país e integrante del Gran Polo Patriótico, expresó: “En realidad a nosotros nos tiene sin cuidado que ellos nos reconozcan o no; aquí si alguien dice que desconoce los resultados del escrutinio es simplemente porque está siguiendo la línea que impone EE. UU. y su cohorte de medios de comunicación afines. (…) Esos grupos reaccionarios tratan de crear un ambiente en el que al pueblo, de un estoicismo y resistencia absolutos durante dos décadas, le sea insoportable vivir, y para ello han desencadenado un plan en el que instan a la abstención”.
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SE JUEGA EL FUTURO DEL GOBIERNO LEGÍTIMO Y SOCIALISTA
El presidente Maduro lo ha repetido varias veces. Si la Revolución vuelve a perder la AN —como ocurrió en el 2015—, él se retira de la política, una apuesta que demuestra su confianza en la actitud del pueblo, pero no exenta de peligros en medio de la campaña mediática en su contra y el azote de la COVID-19.
Ante medios de prensa, el mandatario aseguró: “Si ganan las elecciones parlamentarias de este diciembre, me retiro, pero si ganamos, vamos para adelante con el pueblo”, y reiteró que “el voto popular debe primar. Yo le dejo mi destino político al pueblo bolivariano. Nosotros hemos llegado por votos y solo por votos saldremos”.
DE LA LEGALIDAD Y PUREZA DE LOS COMICIOS PARLAMENTARIOS NADIE DUDA
La presidenta del renovado Consejo Nacional Electoral (CNE), Indira Lozada, confirmó que en las últimas semanas se realizaron más de una decena de auditorías a las computadoras, los registros, y la seguridad del proceso. Cerca de 300 observadores internacionales evaluaron con anticipación las garantías de las elecciones. Además, el CNE realizó dos simulacros dominicales para que la población votante se familiarizara con la agenda electoral, con amplia participación ciudadana., según reconoció la exjueza.
Para el español Francisco Pérez, jefe de política internacional del partido Izquierda Unida, en Caracas, desde hace días, la UE es subalterna de la política estadounidense, según declaró a la agencia noticiosa Prensa Latina.
“Ellos son adivinos —dijo en tono de sorna— porque sin que el proceso se haya dado, sin que las elecciones se hayan realizado, cómo puede alguien profetizar lo que va a suceder, cómo pueden declarar un fraude sin que nada haya pasado. Eso es absolutamente absurdo”.
En un intercambio con Prensa Latina, Pérez consideró “rastrera y triste” la posición de la UE, con una evidente falta de soberanía, que acepta sin miramientos las imposiciones de la Casa Blanca.
Analistas consideran que Trump hizo una apuesta suicida al diputado opositor Juan Guaidó, quien es presidente de la AN y autodeclarado mandatario de Venezuela. Guaidó es una operación fracasada de EE.UU. pero también la única ficha que tienen en el momento para tratar de engañar al mundo.
En la superficie, esta es solo otra de las elecciones (25 en 21años, y solo una pérdida en este tiempo) para fortalecer la democracia en la nación. Si el oficialismo no gana estos comicios el país se desestabilizaría, Maduro renunciaría, según sus palabras, y el gobierno caería en manos de la ultraderecha.
Sin embargo, resulta muy difícil que esto ocurra, pues la Revolución cuenta con un fuerte apoyo popular debido a su naturaleza inclusiva y a los grandes logros de estas dos décadas que mejoraron visiblemente la situación de los grupos poblacionales más pobres y vulnerables.
Es casi imposible que los partidos progresistas pierdan esta vez la Asamblea, aunque quizás ocurra que ganen la mayoría de los 277 escaños en pugna, junto a igual número de suplentes. Las bancas aumentaron de 165 a las actuales, para que la AN refleje mejor el crecimiento de la población y una mayor capacidad demográfica. O sea, no se espera que canten victoria absoluta. En la contienda hay más de 14 000 candidatos de 107 organizaciones políticas. De ellas, 98 son identificadas como opositoras.
LA MANO OSCURA DE LA ULTRADERECHA
No pueden desestimarse, empero, las agresivas posiciones de algunas organizaciones de derecha que mantienen sus propias plataformas políticas y siguen intentando socavar el sistema socialista, a pesar de su división interna y su lucha por recuperar el liderazgo usurpado por Guaidó con la venia norteamericana.
Guaidó, quien fuera electo en el Estado Vargas, fue el instrumento escogido por la embajada de EE. UU. en Caracas para liderar la contrarrevolución, pero otros pejes gordos no lo reconocen como futuro mandatario, sin que ello ocurriera de manera legítima, y ha perdido fuerza dado sus continuos errores en la arena política. Ahora, sin el apoyo de Trump y de su secretario de Estado, Mike Pompeo, la figura de Guaidó tiende a desaparecer de la política venezolana, al extremo de que no participará en las elecciones, las que ya declaró fraudulentas.
La Constitución venezolana exige una elección a la AN antes del 5 de enero del 2021, cuando un nuevo grupo de legisladores debe prestar juramento hasta 2026.
El gobierno de Trump, con el apoyo de su partido Republicano y también el de su opositor Demócrata, ganador de las generales de noviembre pasado, hizo lo imposible para evitar la celebración de estas elecciones; uno de sus métodos fue sancionar a funcionarios del gobierno venezolano, incluida la presidenta del CNE, una exjueza muy respetada con vínculos de larga data con la oposición.
Luego, sin proporcionar pruebas, Washington afirmó que tales personas “eran parte de un plan de interferencia electoral”. Luego hizo lo mismo con cinco líderes de la oposición que decidieron participar en los comicios y fueron acusados de “complicidad con el gobierno”.
Son muchas las ganancias políticas si el Gran Polo Patriótico triunfa en las elecciones, entre ellas destrabar a una derecha secuestrada por la Casa Blanca y su títere Guaidó.
La vuelta a la normalidad de la AN, asimismo, podría analizar y aprobar leyes que desafíen de manera legal a los gobiernos y bancos europeos y estadounidenses que mantienen congelados al menos 6 000 millones de dólares de fondos venezolanos y confiscados activos. Esos grupos capitalistas usaban el pretexto, que debe terminar hoy, de que existen dos gobiernos en Venezuela, el de Maduro y el de Guaidó.
Las calles venezolanos amanecieron, este domingo, reforzadas con medidas de seguridad, establecidas por la Fuerza Armada Nacional Bolivariana (FANB) y organismos del orden público para que haya un proceso ordenado, con disciplina y protección de la COVID-19.
El jefe del Comando Estratégico de la FANB, Remigio Ceballos, informó que los 14 000 centros de votación se consideran zonas de seguridad, resguardadas por efectivos militares, como parte del denominado Plan República, dirigido a garantizar la paz y estabilidad ciudadana durante el desarrollo del sufragio.
Las operaciones contemplan el fortalecimiento de las labores de vigilancia y patrullaje en las zonas fronterizas, y permanecerán activadas hasta el 9 de diciembre, cuando se prevé la jornada de votación de las comunidades indígenas, señaló.
Más de 250 000 efectivos de la FANB garantizarán el desarrollo de las elecciones, además de 108 mil funcionarios de los cuerpos de seguridad del Estado y 1200 fiscales del Ministerio Público.
Los más de 20 700 000 (veinte millones setecientos mil) venezolanos están llamados a votar este día de definiciones.
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